Un potente discurso decolonial se presenta ante la Asamblea de Madrid

Madrid, España - La semana pasada, Francisco Godoy Vega, chileno radicado en Madrid quien es Doctor en historia del arte, se dirigió a la Asamblea de Madrid por invitación del partido Más Madrid para abordar la idea de la descolonización que el Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha movilizado como parte de su política cultural.

En su discurso, Godoy Vega, inicio con una reflexión sobre el legado colonial de España, remontándose a 1493, cuando Cristóbal Colón retornó con recursos expoliados y cuerpos indígenas taínos que fueron utilizados para el desarrollo del «incipiente imperio español y su capitalismo». Con ello, señaló la configuración jerarquizada y racista de España a lo largo de los siglos, resaltando la falta de representación no-blanca en instituciones culturales y políticas.

Haciendo un guiño al lema «en Madrid caben todos los acentos» de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Godoy Vega cuestionó la idea de una Madrid «migrante friendly» y destacó la discriminación lingüística que se vive en esa ciudad, señalando la guerra simbólica que sucede en el intercambio lingüístico y cultural. A partir de ello, recordó la necesidad de reconocer la diversidad étnico-racial, subrayando que España no es exclusivamente blanca y que la población migrante y racializada alcanza al menos el 35% del total.

Por consiguiente, enfatizó en la ausencia de personas no-blancas en cargos políticos, culturales y artísticos, criticando la falta de diversidad en instituciones como la Asamblea de Madrid, el Congreso, museos y teatros, mismos que «tienen un papel clave en la construcción del imaginario colectivo, las relaciones sociales y las subjetividades». Godoy Vega planteó la necesidad de descolonizar estas instituciones, proponiendo estudios y mecanismos para promover el acceso y la toma de decisiones por parte de personas no-blancas e inmigrantes más allá de su tokenización dentro de esos espacios para «aliviar la culpa blanca».

El autor de tesis como Modelos, límites y desórdenes de los discursos post-coloniales sobre el arte latinoamericano y La exposición como recolonización. Exposiciones de arte latinoamericano en el Estado español (1989-2010), de forma aguda, cuestionó: «¿Cómo se va a descolonizar un museo, un teatro, un centro cultural si quienes lo gestionan son exclusivamente blancos? ¿Cuáles son los puntos ciegos que tienen ustedes [como personas blancas]? ¿Cuándo dejaremos de ser miradas exclusivamente como quienes hacemos la limpieza, o servimos las copas, limpiamos los culos de sus ancianos, o les damos placer a escondidas de sus parejas blancas? ¿Quiénes de ustedes no han tenido alguna sudaka, afro, panchito, machu pichu que le limpie, le atienda, le sirva en su casa o en su trabajo? Por el contrario, ¿cuántos autores o artistas indígenas, indio-descendientes, negros, afro-descendientes, árabes o asiáticos han leído o estudiado en comparación con autores blancos? ¿Cuántos de ellos forman parte de sus bibliotecas mentales? Si la respuesta es que son pocos o nulos, ¿es que acaso el valor, el conocimiento tiene un color de piel y unos rasgos determinados?»

Concluyó recordando que «la conmemoración del 12 de octubre como "Día Nacional de España", antes llamada "Día de la Raza", es de las cosas más vergonzosas que tiene el país» y llamó a la reflexión sobre la historia hispana conflictiva, neocolonial y dolorosa. A partir de ello, señaló la importancia de impulsar políticas de reparación que vayan más allá de la inclusión superficial y «devuelvan lo robado», abogando por un cuestionamiento de las estructuras históricas y actuales de poder, raza y capital en España a partir de un programa de descolonización que reconozca y valore a artistas y organizaciones culturales racializadas, como el Colectivo Ayllú, Conciencia Afro, Osikán - Vivero de creación o La parcería, por mencionar algunos, y así trascender el mito de la blanquitud española.