Creación 24 oct de 2018
por ARTEINFORMADO Redacción
Disparaitre, 2012, obra de Julieta Hanono
Paco Barragán señala que esta colección es “una de las que más tempranamente apostó por incorporar artistas internacionales en un tiempo en que la mayoría de las colecciones en España repetía los mismos nombres de artistas españoles”.
Adonay Bermúdez elige “Disparaître”, la obra de Julieta Hanono, “como el perfecto epítome que permite acercarnos a una pequeña parte de la Colección Ofelia Martín-Javier Núñez Lanzarote”.
Ofelia Martín y Javier Núñez, ella maestra y él economista y auditor, se iniciaron en el coleccionismo en 1987 adquiriendo una obra en el centro cultural El Almacen, creado por el artista Cesar Manrique. Desde entonces, han reunido más de 300 piezas combinando desde soportes clásicos como la pintura a otros actuales como el vídeo e instalaciones, y artistas de diversas procedencias del mundo: desde Lanzarote hasta Macedonia o China. Entre ellos destacan Marina Abramovic, Carlos Aires, Sophia Schama, Saso Stanojkovic, Rafa Macarrón, Raisa Maudit, o Marc Bijl, entre otr@s muchos. Sus ultimas adquisiciones han sido Okuda San Miguel, Denisa Lehocka, Suso 33, Marina Najmanovich, Alexis Esquivel o Eugenio Merino.
Según señalan en la entrevista publicada en el informe “100 Activos Coleccionistas de Arte Españoles”, “como artistas y piezas potentes de la colección citaría a Luo Brothers, Donald Baechler, Eugenio Merino, Guillermo Mora, Nicola Verlato, Pablo Alonso, Marina Vargas, Mariana Vassileva, Sophia Schama, Rafa Macarrón o Mariana Najmanovich”. Algunos de ellos han sido también incluidos en la selección que Paco Barragán y Adonay Bermúdez hacen sobre esta importante y, hasta ahora, poco conocida colección.
También recuerdan en esa entrevista, que “colaboramos con distintos museos e instituciones publicas mediante préstamos o donaciones. Por ejemplo con el museo Walter Benjamin de Francia, El MIAC de Lanzarote, el Museo de Arte de Ponce en Puerto Rico o el CAAM de Las Palmas. En nuestra opinión las obras deben exhibirse, es su esencia, y nuestro deseo es que la colección pueda mostrarse en un día no lejano de modo permanente en un espacio destinado al efecto, bien público o privado.” Hasta que ese día llega, a continuación puede ver la selección que los dos comisarios referidos han hecho entre sus 300 obras, dentro del proyecto "Pon tu colección a trabajar", iniciado por ARTEINFORMADO hace unas semanas con la Colección Blanco & Viciana.
Esta es la selección de Paco Barragán:
La colección de pintura de Ofelia Martín y Javier Núñez es sin duda una de las que más tempranamente apostó por incorporar artistas internacionales en un tiempo en que la mayoría de las colecciones en España repetía los mismos nombres de artistas españoles, con la incorporación de algún que otro extranjero como Julian Schnabel. Y no solo la internacionalidad de esta colección es encomiable, sino que también su amplio concepto de pintura -lo que desde hace tiempo he venido definiendo como ‘pintura expandida’- que rebasa la pintura-pintura para relacionarse con la instalación, la fotografía, el vídeo o la escultura. Asímismo, si bien la colección aborda una amplia gama de temáticas, hay en ella desde mi punto de visto 4 grandes bloques que vehiculan su razón de ser: 1) lo extraordinario dentro de lo ordinario 2) la redefinición de la mujer 3) el kitsch y 4) la abstracción. La selección de artistas entonces aquí propuesta refleja fielmente esas cualidades.
La búlgara afincada en Berlín Mariana Vassileva se erige en una de las piezas clave de la colección: el vídeo “The Milkmaid” (de apenas 3 minutos de duración) parte de la homónima obra de Vermeer. En él, el espectador se ve enfrentado, a través de una escenificación mínima, a una narrativa que habla de género, identidad y feminismo. También nos recuerda ese fascinante viaje de la pintura al píxel y de que la pintura es hoy día la historia de los medios y no tanto la de los géneros artísticos.
Las tempranas e icónicas obras de los tres hermanos chinos que firman sus pinturas colectivas bajo el nombre Luo Brothers, reflejan fielmente las claves de la sociedad china contemporánea en sentido político, social y cultural. De fuertes y ‘aparatosos’ colores y no menos sorprendentes composiciones, las pinturas aparecen pobladas de extrañas figuras-bebé que se mueven entren símbolos e imágenes comunistas y capitalistas y que hablan de la historia de la China contemporánea. Esta atrevida simbiosis de lo religioso y lo profano se apoya en la centenaria tradición de los calendarios chinos para crear unas composiciones efectistas y un punto naif donde el realismo socialista, el pop y el kitsch se dan admirablemente la mano.
También la venezolana afincada en Hamburgo Clemencia Labin juega con la idea del kitsch, tanto desde un punto de vista formal como conceptual. Las impactantes instalaciones, esculturas y pinturas se expanden sin fin en unos ambientes sensuales que reflexionan acerca de la abstracción, la forma y el color y que recuerdan sin duda a su Maracaibo natal. El sutil juego de formas duras y blandas, las protuberancias y las atrevidas manchas, que cuestionan la herencia del modernismo de la Europa del Norte como única vía hacia la abstracción, abren al espectador a un mundo imaginario donde la pintura se convierte en un juego de forma y color.
Por su parte, el norteamericano de origen gallego Pedro Barbeito nos seduce con una sofisticadas pinturas que abordan la violencia en la sociedad contemporánea, esto es, cómo la sociedad consume ciertas formas de violencia de manera acrítica. Partiendo de los cómics de los superhéroes norteamericanos de los años 40 y 50 -el famoso Capitán América-, imágenes sacadas de videojuegos e imágenes reales de la guerra de Iraq, Barbeito crea unas intensas y coloridas composiciones de laboriosa estructura donde la abstracción y la figuración se funden de manera original. Así, la serie “Captain America” se erige en cruda metáfora de la debilidad del mundo después del 11 de septiembre.
La artista chilena afincada en Santiago de Chile Mariana Najmanovich nos ofrece un ejercicio pictórico duro al tiempo que sutil que habla del Chile pinochetista y de la ignominiosa Colonia Dignidad. Las oscuras pinturas de colores apagados, aderezadas con figuras de aspecto mísero y deformado, conjugan tajantemente concepto y forma. El juego de los claro-oscuros, las pinceladas apagadas y las manchas recrean de manera magistral un ambiente opresor, tenebroso y pérfido. Najmanovich da con el estilo pictórico adecuado a la hora de recrear ambientes sofocantes de alto contenido psicológico que revisan de manera crítica un episodio oscuro de la historia de Chile.
Finalmente, de la polifacética madrileña Chus García-Fraile la colección de Ofelia Martín y Javier Núñez recoge varias icónicas pinturas que representan suelas de zapatillas, y que revelan una mirada crítica con respecto al estado del bienestar y el consumismo. En ellas, García-Fraile nos ofrece una desafiante pintura frontal, agresiva, foto-realista y con aires pop, que saca al objeto de su cotidianidad para elevarlo al status de icono. Estas ‘mitologías cotidianas’, donde la forma y el fondo se refuerzan mutuamente, se convierten en ignominiosas al tiempo que atractivas metáforas de la sociedad contemporánea.
Esta es la selección de Adonay Bermúdez:
“Disparaître", desaparecer en francés, obra de 2012 de la argentina Julieta Hanono, funciona como el perfecto epítome que permite acercarnos a una pequeña parte de la Colección Ofelia Martín-Javier Núñez Lanzarote. La artista emplea esta palabra como denuncia, para hacer visible aquello que se intenta esconder. En ese sentido, todas las obras seleccionadas comparten su espíritu crítico, abordando temáticas como la política, el feminismo o la (falta de) información, y la necesidad subyacente de vociferarlas y de compartirlas con el mundo.
Julieta Hanono (Argentina, 1963), que durante la dictadura de Pinochet fue encarcelada, quiere que no caiga en el olvido el año que estuvo desaparecida. La artista recurre a una palabra en neón como estrategia para visibilizar el secuestro y, de paso, recuperar el control de su propia vida.
Con “Lectura y adoctrinamiento” (2015), Raisa Maudit (España, 1986) lee un fragmento de “El varón domado” (1971) de Esther Vilar, libro misógino y pilar del Movimiento de Liberación de los Hombres, mientras un hombre encapuchado azota su culo. A través de la videoperformance, la artista cuestiona los principios de dominación y poder.
Dualidad en estado puro. Marina Vargas (España, 1980) con “Jardín de Suplicio III. Taurus” (2011) escenifica su estancia de un año en Venezuela. A base de contradicciones, la granadina vomita una reflexión en torno al poder. Construcción y destrucción, violencia y ternura, guerra y paz, vida y muerte, verdad y mentira.
El 1 de mayo de 2011 una operación militar dirigida por EEUU acaba con la vida de Osama Bin Laden. Kepa Garraza (España, 1979) corretea entre lo real y lo ficticio para proponer nuevas lecturas de uno de los acontecimientos históricos más importantes de este siglo y, de esta forma, desestabilizar y cuestionar la versión oficial.
Con “La caja de Pandora” (2016), Eugenio Merino (España, 1975) se centra en el aumento del fascismo en los partidos políticos, los cuales pueden acceder al poder a través de sistemas de representación electoral y no necesariamente como dictaduras clásicas. El artista ha partido de la cabeza de Francisco Franco para evidenciar la situación actual de España.
En un periodo histórico crucial en el que las relaciones entre Cuba y EEUU parecen ser cada vez más fructíferas, Alexis Esquivel (Cuba, 1968) genera dudas sobre la posibilidad o no del cambio dentro del país caribeño. Con “Habana Hilton” (2015) y con “Barroco Cubanoamericano” (2016) el artista derrocha ironía al emparejar dos mundos que a priori están enfrentados.
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