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12 artistas latinoamericanos nonagenarios del máximo interés

Abraham Palatnik posando al lado de una de sus instalaciones eléctricas.

En el caso de los grandes maestros geométricos y cinéticos, no hay feria de arte internacional, de las consideradas top, en la que no se presente alguna de sus creaciones históricas o de más reciente factura.

Casi todos han sido motivo de retrospectivas e individuales en los principales museos de sus países. Además, la mayoría cuentan con obras en las mejores colecciones privadas de arte latinoamericano.

No son muchos los artistas que superan la barrera de los noventa años y, además, haciéndolo prácticamente en activo. Y, aún, son muchos menos, los que consiguen ver y disfrutar cómo su obra se encumbra a lo más alto. Por eso, a modo casi de homenaje, hemos querido reunir a esta docena de artistas latinoamericanos nonagenarios.

En un primer grupo, y en un lugar destacado, están los maestros y más grandes artistas geométricos y cinéticos surgidos en la mitad del siglo pasado, como son el venezolano Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923), el brasileño Abraham Palatnik (Natal, 1928) y los argentinos Tomás Maldonado (Buenos Aires, 1922) y Julio Le Parc (Mendoza, 1928) -cumple los 90 en septiembre-.

Con el arte abstracto geométrico por bandera, en sus variantes ópticas y cinéticas, su obra no pierde ni un ápice de interés, mostrándose más actual, deseada y cotizada que nunca, si nos fijamos en la atención que les prestan los principales museos, ferias, galerías y coleccionistas privados de arte de todo el mundo.

En un segundo grupo, algo menos conocidos por el gran público internacional, pero de una calidad artística fuera de toda duda, están los brasileños Wlademir Dias-Pino (Rio de Janeiro, 1927), Dionísio del Santo (Colatina, 1925) y Mario Cravo Junior (Salvador, 1923), el mexicano Manuel Felguérez (Zacatecas, 1928) -cumple los 90 en diciembre-, el chileno Iván Contreras Brunet (Santiago de Chile, 1927), los uruguayos Walter Deliotti (Montevideo, 1925) y Manuel Aguiar (Montevideo, 1927) y el peruano Jorge Piqueras Sánchez-Concha (Lima, 1925).

Si bien no han recibido la sonora atención internacional de los primeros, su obra, poco a poco, se va dando a conocer internacionalmente. Por tanto, solo es cuestión de tiempo que sus variados e interesantes corpus artísticos, desde la poesía visual de Días Pino, al estilo constructivo de Deliotti o las icónicas constribuciones a la performance de Felguérez, adquieran la relevancia y el prestigio que se merecen y que ya tienen en sus países de origen.