Entrevistas 07 jun de 2018
por Gustavo Pérez Diez
Cortesía del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC)
"Hay que entender la celebración no como un fin en sí mismo si no como un pretexto para desarrollar ideas y profundizar en las necesidades del museo y de la colección transmitiendo todo ello a la sociedad".
"La situación actual del centro junto a la importancia que tiene para el museo el reforzamiento de la colección ha hecho que desde el CGAC se desarrolle mucho esfuerzo en poner en valor ante la ciudadanía los fondos propios del museo y sensibilizar para que se potencien de las compras".
Desde mediados del mes de julio de 2015, Santiago B. Olmo (Madrid, 1958) ejerce como director del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC), en Santiago de Compostela, tras ganar un concurso público convocado.
Olmo es crítico de arte, profesor universitario y comisario de exposiciones independiente desde hace más de 30 años -especializado en fotografía y arte contemporáneo centroamericano y africano- y ha trabajado para instituciones como el IVAM de Valencia; Palau Solleric, en Palma de Mallorca; o el Centro Conde Duque de Olivares de Madrid; junto a espacios en otros países como el TEOR/éTica, en Costa Rica, o el Espace Fortan, en Francia.
ARTEINFORMADO le entrevista con motivo del 25º aniversario del CGAC, que, desde su creación, desempeña la función de un museo nacional de arte contemporáneo en Galicia, y que como reconoce Olmo "es el contexto natural del CGAC", pero, sin olvidar su vocación de internacionalización, ya que como también apunta el director "el CGAC se fundó como un proyecto puntero, experimental, renovador y con vocación de internacionalización y ese sigue siendo su perfil". A continuación la entrevista completa:
ARTEINFORMADO (AI): El 29 de septiembre de 1993 el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) abría sus puertas al público, inaugurando una exposición retrospectiva de Maruja Mallo. Sin embargo, el museo propiamente dicho, como proyecto articulado empezará un poco más tarde, en 1995, con la primera directora artística, Gloria Moure, y con la creación de una colección. Aunque Vd. llega a la dirección en julio de 2015, conoce el CGAC desde la primera etapa con Gloria Moure al mando y tras haber hecho colaboraciones puntuales. ¿Qué ha aportado el CGAC a la escena artística gallega, española e internacional en este cuarto de siglo? ¿Qué papel está llamado a jugar en el presente-futuro?
Santiago B. Olmo (SBO): En efecto, el museo empieza a funcionar como tal en 1995, cuando ya se ha conformado un equipo y un plan de acción con Gloria Moure, sin embargo la apertura del edificio en 1993 siempre ha sido tomada como fecha de celebración, para anteriores aniversarios. Fue también en 1993, alrededor del proyecto arquitectónico de Alvaro Siza Vieira y meses antes de su apertura, que se aglutinó en Santiago y en Galicia un debate sobre como debería ser el museo. Las actas de aquellos debates, organizados por el Consello da Cultura Galega, muestran el modo en el que el arte contemporáneo era en ese momento una herramienta de transformación social, y muchos de los planteamientos y conclusiones de los debates siguen hoy vigentes e incluso algunos pendientes, como el estatuto de autonomía jurídica que nunca se ha conseguido. Actualmente la situación es radicalmente diferente y es muy complicado establecer paralelos. En aquel momento estaba todo por construir y por hacer. Había un consenso y una conciencia compartida por todos de la necesidad de apoyar incondicionalmente a la cultura porque había una enorme carencia. El CGAC se estructuró después de las jornadas de debate público y abierto, con la participación de especialistas, desde arquitectos como Manuel Gallego a profesionales como Antón Castro, Vicente Todolí o la propia Gloria Moure que sería elegida directora más tarde.
El CGAC se fundó como un proyecto puntero, experimental, renovador y con vocación de internacionalización y ese sigue siendo su perfil. Por ejemplo hay que recordar que tenía incorporado ya desde 1994 un departamento de música contemporánea (tomando como modelo el IRCAM asociado al Georges Pompidou de Paris) que impulsó mediante programas de conciertos y encargos de obras, el estudio, la composición y la interpretación en Galicia. Aunque ese departamento desapareció hace muchos años, el CGAC continúa actualmente trabajando en apoyo de la música contemporánea, mediante programas específicos.
La historia del CGAC representa el proceso de modernización y actualización que transformó la cultura en España en esos años. Impulsó cambios muy significativos en Galicia conectando a la escena artística gallega con la escena internacional, ofreciendo un espacio de diálogos, de comunicación, de aprendizaje y de profesionalización a través del programa de exposiciones y los montajes, pero también a partir de ciclos de conferencias y de talleres de artistas que marcaron a más de una generación de jóvenes artistas.
El CGAC ha desempeñado un papel pedagógico y educativo esencial en Galicia, en paralelo con el trabajo de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra que ha renovado el panorama artístico. La historia del CGAC es su programa de exposiciones y su colección. Hay que señalar también que el edificio de Alvaro Siza Vieira es muy versátil y mantiene una escala muy apropiada. En el presente-futuro, cuando contamos con muchas limitaciones respecto a etapas anteriores, se trata de mantener, potenciar y mejorar modelos de acción cultural, profundizando en la investigación y en la experimentación, captando nuevos públicos y actuando más eficazmente sobre el territorio.
AI: "El CGAC ha tenido muy presente en todas sus etapas la necesidad de combinar y complementar, vinculándolas en el mismo modelo de proyecto, una construcción de colección y un programa de exposiciones que proponga la divulgación de la cultura contemporánea desde el conocimiento y la investigación", según recoge el folleto de la exposición "Colección CGAC 25", que, bajo su comisariado, sirve para conmemorar dicha efeméride y es la mejor prueba de ello, y que, como anuncian, parte del anterior proyecto sobre la colección del CGAC, "Modelo x armar", que se centraba muy específicamente en artistas gallegos. ¿Qué novedades presenta este nuevo proyecto expositivo que marca el inicio de las celebraciones?
SBO: Hay que entender la celebración no como un fin en sí mismo sino como un pretexto para desarrollar ideas y profundizar en las necesidades del museo y de la colección transmitiendo todo ello a la sociedad. En estos últimos años se han programado diversas exposiciones entorno a la colección para sensibilizar sobre la necesidad y el valor cultural del coleccionismo público. En 2016, fueron varias exposiciones temáticas simultáneas y entre 2017 y 2018, Modelo X armar insistía en la colección pública como un proceso en marcha, que fuera capaz de construir tanto historias como Historia: coincidió en el tiempo con un seminario organizado en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela y las preguntas que se hacía la muestra era "con lo que hay y lo que falta en la colección, qué historias de Galicia sepueden construir ?". Por eso se subdividía en secciones por décadas y se centraba en artistas gallegos aunque con diálogos cruzados con otros artistas de la colección.
La exposición Colección CGAC 25 se vincula a Modelo X armar, pues por una parte ensaya, como un caso de estudio, un contexto español e internacional para el arte gallego entre los años 50 y los 70, que es el arranque de la colección, y por otro plantea otra mirada histórica al vincular el programa expositivo del CGAC con la construcción de su colección, para subrayar su función de museo y su dimensión de arquitectura singular como edificio. De hecho muchas de las compras de la colección se han realizado a partir del programa de exposiciones.
AI: Dejan muy claro que la colección ha sido sumamente importante en la historia del centro como "el poderoso eje vertebrador de un proyecto artístico y cultural integral para Galicia", de ahí, que sea la colección, "fruto de la conjunción de nuevas adquisiciones con depósitos pertenecientes a la Xunta de Galicia", la gran protagonista. Cuando Vd. llega, hacía poco más de un año que se había producido la salida de la colección de la Fundación ARCO, tras casi 20 años de vinculación al CGAC, y que, como reconocen, "la construcción de la colección del CGAC se ha realizado considerando, como complemento y sujeto de diálogo, la colección de la Fundación ARCO". Entonces, ¿cómo se ha repuesto el centro de tan importante pérdida? ¿Cuál es la política de adquisiciones que siguen? ¿Con qué presupuesto de compra cuentan? ¿Qué otras vías de ingresos de obras potencian?
SBO: La colección de la Fundación ARCO depositada en el CGAC desde los años 90, estaba compuesta por unas 300 obras cuando deja definitivamente Galicia. Su marcha estuvo determinada exclusivamente por intereses de las instituciones madrileñas que actualmente la acogen y la decisión fue tomada unilateralmente por la propia Fundación. Una "pérdida" de tantas obras y de tanta calidad es realmente irreparable para cualquier museo. Sería imposible recuperar en el mercado un equivalente aunque fuera en pequeña escala. Se ha perdido arte internacional pero también mucho arte español y todo ello afecta a la creación de contextos. La colección CGAC no posee fondos equivalentes de arte español. Hay que tener en cuenta que la colección de la Xunta de Galicia incluye exclusivamente artistas gallegos hasta los primeros años 90. Aún así la colección del CGAC posee piezas y conjuntos muy importantes, como por ejemplo la fotografía y video internacional de los años 70, o fotografía internacional de los primeros años 2000. Todas estas exposiciones recientes sobre la colección tienen el objetivo precisamente desensibilizar sobre la importancia de la colección, sobre la necesidad de seguir construyéndola y de incrementar los presupuestos para poder seguir comprando piezas relevantes a la vez que se sigue de cerca la escena emergente de Galicia que es el contexto natural del CGAC. Además si el museo desea reflejar con rigor la historia reciente de Galicia, debería ser posible adquirir o integrar piezas de los años 70 y 80. El momento de Atlántica por ejemplo debería poder tener una mejor y más precisa representación, y esta exposición pone de relieve la necesidad o al menos la conveniencia de poder adquirir fotografía documental de autores gallegos de los años 50 y 60, que explicarían mucho mejor cosas que acontecen en el presente.
Cuando llegué a la dirección del museo en 2015 había un presupuesto de 34.000€ de compras y actualmente se cuenta con un presupuesto anual de 100.000€ que es insuficiente para mantener el nivel de la colección. Salvo en el periodo de dirección de Miguel von Hafe que coincidió con los momentos más duros de la crisis, las otras direcciones han tenido presupuestos mucho más generosos para compras y para programas y también mayor margen de acción. Solo así se explica la importancia de la colección del CGAC, mantener ese nivel es una prioridad.
AI: El CGAC desempeña en Galicia la función de un museo nacional de arte contemporáneo. En el folleto de la exposición se puede leer: "Probablemente el CGAC sea actualmente la única institución cultural gallega pública centrada en el arte y la cultura contemporánea con un proyecto sólido, definido, coherente, contrastado y transparente". La institución pública de la que depende estrechamente el museo es la Xunta de Galicia. Por eso, en un momento, en el que otros centros gallegos parecen estár desmantelándose al no contar con el respaldo de la institución pública de la que dependen, nos referimos, claro está, al MARCO de Vigo y al Consistorio vigués. ¿Cuán de importante es para Vd. el respaldo de la Xunta avalando su gestión? ¿Cuenta con él?
SBO: El CGAC, como muchos otros museos dependientes de administraciones locales o autonómicas, no es un ente autónomo ni es una fundación, en definitiva no tiene personalidad jurídica. Funciona como una unidad administrativa de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia. El apoyo de la institución es vital y necesario para que el museo siga funcionando. Como director tengo plena competencia y libertad en la elaboración de los programas expositivos y de actividades así como en trazar las líneas de la colección. En cambio el personal, el equipo, depende directamente de la propia Consellería.
AI: Siguiendo con su gestión. Vd. obtuvo la mejor calificación en el proceso de selección, que valoró los méritos profesionales, su plan de actuación para el CGAC a cinco años vista y una entrevista defendiendo dicho proyecto. ¿En qué momento se encontraba el centro cuanto tomó la dirección en abril de 2015? Una vez transcurridos tres años desde su llegada. ¿En qué ha cambiado y mejorado? ¿Cómo seguirá trasladando a la sociedad el proyecto que tiene en mente para el museo?.
SBO: El proceso del concurso fue más largo. Me incorporé a la dirección del CGAC a mediados de julio de 2015 y en ese momento el museo llevaba muchos meses sin dirección, con una programación expositiva a punto de concluir y sin recambio previsto. El museo estaba funcionando normalmente gracias al esfuerzo y la profesionalidad del equipo y hubo que construir una programación muy rápidamente. También habían quedado numerosas publicaciones sin llegar a la imprenta y poco a poco sehan ido publicando la mayoría de ellas. Se incrementó el presupuesto de compras de la colección en los años siguientes. Los cambios han sido paulatinos. Se han ido acometiendo poco a poco proyectos de restauración y el mantenimiento del edificio requiere mucha atención y dedicación presupuestaria. En los últimos años las cifras de visitantes han subido considerablemente, de 33.000 en 2015 a más de 50.000 en 2017, debido todo ello a un esfuerzo en la difusión, a una constante atención y refuerzo de las actividades dirigidas al público general así como las visitas de colegios e institutos. Al hablar del número de visitantes hay que considerar que Santiago tiene 90.000 habitantes, recibe a los peregrinos del Camino de Santiago pero estos llegan solo masivamente en primavera y verano, y es un público relativamente importante. Quedan muchas cosas por mejorar y para ello contamos con un equipo pequeño y mediosmuy limitados.
La comunicación con los públicos y muy especialmente con la ciudad requiere una atención permanente y una constante capacidad de adaptación y diversificación. Para ello es preciso por ejemplo renovar la web que se desconfiguró parcialmente al ser hackeada hace varios años.
AI: Según ha manisfestado en alguna ocasión Vd. le otorga mucha importancia a la colaboración, a urdir colaboraciones estratégicas, para que lo que hacen tenga una mayor visibilidad, no solo local. En este sentido, ¿cuáles son las principales iniciativas que ha puesto en marcha tanto a nivel nacional como internacional? Y en el ámbito más local y, concretamente, en relación a la Fundación Cidade da Cultura de Galicia ¿la sigue viendo como un "partner"?
SBO: Colaborar entre instituciones no es fácil y cada vez será más difícil.
El funcionamiento del CGAC es el de una unidad administrativa de una institución pública, y sigue todas las directrices que marca la ley para este tipo de organismos. Precisa filtros y controles que si bien hacen la gestión muy transparente complejiza cualquier decisión o acuerdo. Cosas que hace unos años eran habituales ahora o son muy difíciles o directamente inviables, sin margen para los imprevistos. Por poner un ejemplo, las prácticas de estudiantes o los becarios ya no son posibles, básicamente porque muchas becas han desaparecido y por la reducción drástica de horas de prácticas en los planes de estudio.
Habitualmente las prácticas se reducen a 40 horas por lo que no resultan viables y no aportan suficiente formación. Por otro lado prácticas y becarios entran en colisión con las actuales normas de empleo en instituciones públicas, lo que dificulta la colaboración con las universidades en esos puntos.
Aún así se han emprendido coproducciones de exposiciones como la de Luis Gordillo con el CAAC de Sevilla, Koldo Mitxelena de San Sebastián y Centro Guerrero y Alhambra de Granada. También la exposición de Bleda y Rosa coproducida por Bombas Gens de Valencia y MUN de Pamplona y el año que viene un proyecto de Ángela de la Cruz con Azkuna Zentroa de Bilbao y la revisión del artista belga René Heyvaert con el Museo de Lovaina. Con el MUN de Pamplona estamos estudiando la realización de una investigación y exposición en la que se integren los archivos fotográficos de Cela que ahora pertenecen a la colección del CGAC.
Con la Universidad de Santiago estamos trabajando en un proyecto de documentación de la colección de obras dirigido por Pedro de Llano Neira, aplicable a la web y a publicaciones de catálogo.
En cuanto a la Ciudad de la Cultura, sigo pensando que lo deseable es que las instituciones de un mismo territorio colaboren para ofrecer un mejor servicio público a la ciudadanía, aunque en la práctica las propias dinámicas internas de cada institución y sus estilos marcan pautas distintas, a veces difíciles de acompasar.
AI: Vd. está especializado en fotografía y arte contemporáneo centroamericano y africano. ¿Ha trasladado dichos intereses a la programación del centro? ¿Cómo ha mantenido algunas de las líneas ya establecidas por el museo como es "profundizar" en la escena artística de América Latina y hacer revisiones de ciertas etapas de la escena gallega vinculados a los contextos español e internacional?
SBO: La programación responde a la diversidad de líneas que dan sentido el museo, pero también responde a las limitaciones en la capacidad para producir y gestionar. Se han sistematizado las programaciones específicas que encuentran su reflejo en las líneas editoriales y se busca un cierto equilibrio. En estos últimos años se ha trabajado por estructurar revisiones que contengan un peso teórico y que las exposiciones planteen perspectivas críticas. El trabajo con la escena gallega es prioritario para el CGAC ya que no se había abordado de manera sistematizada. Se ha emprendido un modelo de revisión anual para artistas de media carrera que trabajan desde Galicia: a Berta Caccamo y Alvaro Negro les sigue ahora Nicolás Combarro y Loreto Martínez Troncoso. Pero además se han emprendido proyectos de revisión de una generación como la de los 90 en Galicia, Agrupar_desagrupar que cuenta con una publicación de cuidados textos que es imprescindible para comprender esa etapa. O propuestas como (Ex)posiciones críticas que ocupó todo el museo en 2017. La muestra comisariada por Mariano Navarro y Armando Montesinos seleccionaba diversas exposiciones, entre 1975 y 1995, que habían generado cambios en el pensamiento crítico en España. Además se ha dado mucha prioridad a los debates públicos, y algunos como Tentativas Críticas que formaba parte de (Ex)posiciones críticas, reunió en tresencuentros a lo largo de la exposición a más de 50 artistas, críticos y comisarios, y concluyeron en una publicación con formato revista en tres únicos números.
Anualmente el CGAC presenta al menos un proyecto centrado en América Latina y cualquier tema vinculado con Centroamérica deberá insertarse en ese contexto. Tenemos en marcha una publicación sobre el guatemalteco Luis González Palma que se expuso en 2015 y dos proyectos expositivos que abordarán temas específicos. Con la escena africana en cambio el acercamiento es mucho más complicado de encajar y estamos trabajando en contextos que pasan o se vinculan con Portugal.
La exposición actual sobre la colección es también un ensayo de creación de contextos históricos. La situación actual del centro junto a la importancia que tiene para el museo el reforzamiento de la colección ha hecho que desde el CGAC se desarrolle mucho esfuerzo en poner en valor ante la ciudadanía los fondos propios del museo y sensibilizar para que se potencien de las compras.
AI: Por último, además de "Colección GCAC 25", ¿qué otros proyectos expositivos o actividades tienen pensado organizar dentro del marco del 25º aniversario?
SBO: Se van a reforzar actividades de debate entorno a qué modelo de museo necesita la sociedad hoy y de cara al futuro. También habrá que volver a reflexionar nuevamente sobre la colección. El ciclo de cine de verano que organiza anualmente el museo en el parque que rodea el edificio, este año se centrará en la temática de la "celebración". Además para el mes de septiembre hay numerosas actividades para el público, desde talleres dirigidos a niños y familias, visitas y conciertos, a sesiones de cine mudo con música en directo. Habrá también un proyecto de intervenciones y proyecciones en el exterior del edificio de Javier Riera.
Quizás uno de los aspectos más relevantes de esta celebración es la convocatoria este año de un premio CGAC de ensayo sobre arte contemporáneo escrito en gallego. La escasez de canales para la publicación de textos y ensayos de arte contemporáneo en gallego hacía imprescindible potenciar y estimular la creación ensayística, publicarla y difundirla. El trabajo editorial que produce el CGAC es también y siempre en gallego, pero en la mayoría de ocasiones se trata de traducciones, y la vitalidad de una lengua reside esencialmente en la producción.
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