Hace tan solo unos días, Henrique Medeiros Pires, el secretario especial de cultura de Brasil, presentó su renuncia, en protesta por la supuesta censura del gobierno conservador de las producciones de televisión LGBTQ, según informa la Folha de S.Paulo. Después de anunciar su decisión de renunciar, Pires dijo a los medios de comunicación brasileños que había estado tratando de eludir los esfuerzos del gobierno para restringir la libertad artística durante meses.

Y es que desde la llegada al poder del político ultraderechista Jair Bolsonaro, Brasil esta atravesando uno de los momentos más complicados de su reciente historia (tras la vuelta a la democracia) en lo que tocante a recortes de libertades.

La presión conservadora no solo llega desde las altas estancias gubernamentales sino que también la ejerce el poderoso grupo evangélico cristiano en el congreso que en los últimos años ha ganado más poder y amenazado los derechos de la comunidad LGBTQ. Todo ello ha generado una violenta ola de racismo, en la que, sin duda alguna, uno de los grupos damnificados a través de medidas de censura y ataques directos es la comunidad artística LGTBQ. 

Pero, si el incremento de dicha violencia hacia esa comunidad artística es, si cabe, más palpable, desde que gobierna Bolsonaro, no es menos cierto, que los polvos que han traído estos lodos vienen de antes. 

La destitución de la presidenta del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, en septiembre de 2016, que muchos vieron como una destitución inconstitucional, marcó un punto de inflexión en la tensa y polarizada vida política del gigante latinoamericano, con los conservadores cercando al mundo del arte y lanzando una cruzada moral que ha dejado lamentables episodios de censura y ataques hacia la comunidad artística gay y transgénero en los últimos tiempos.

No son pocos los profesionales que llevan alzando voz sobre los contínuos ataques a la libertad de expresión en el sistema del arte. Uno de los últimos en hacerlo de forma pública es el curador y crítico de arte chileno Christian Viveros-Fauné, en la actualidad 'curator at large' del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad del Sur de Florida, quien en su columna regular en Art Agency Partners alerta sobre "la censura como el mayor obstáculo del arte y explica por qué daña la profesión". -leer artículo aquí-

Queermuseu, un ejemplo de lucha por las libertades y contra la censura

Uno de los más recientes y notorios, y que, por entonces, llenó las páginas de periódicos nacionales y extranjeros, fue la abrupta y anticipada cancelación, un mes antes de lo previsto (principios de septiembre de 2017), de la exposición "Queermuseu: Cartografias da Diferença na Arte Brasileira", en el Santander Cultural - Porto Alegre (ahora Farol Santander), que, bajo la curadoría del gaúcho Gaudêncio Fidelis,  reunió 264 obras de 85 artistas (-ver aquí lista completa).

La exposición sufrió una campaña difamatoria en las redes sociales por grupos como el Movimiento Libre Brasil (MBL), en la que sus participantes afirmaron que la exposición abogó por la pedofilia, la pornografía y la zoofilia, así como por la falta de respeto a la figura religiosa, amenazando con boicotear al Banco Santander, que canceló la exposición. Todos los cargos fueron desestimados por el Fiscal Federal, quien declaró que no había delito de ningún tipo y recomendó la reapertura inmediata de la exposición, lo que no sucedió.

Lejos de achantarse los organizadores de la exposición pensaron en llevarla a Río de Janeiro al Museo de Arte de Río (MAR), y negociaron con sus responsables, pero, finalmente, fue censurada por Marcelo Crivella, alcalde de la ciudad, quien declaró en un video que la exposición solo sucedería si estuviera "bajo el mar". 

Como era de esperar, los artistas y activistas queer en todo el país no se rindieron y, muy al contrario, iniciaron una campaña de crowdfunding sin precedentes que recaudó más de 200.000 Dólares para repetir la exposición y organizar programas educativos en la Escola de Artes Visuais (EAV) do Parque Lage, de Rio de Janeiro, entre el 18 de agosto y el 19 de septiembre de 2018. 

La Escuela de Artes Visuales Parque Lage, actualmente dirigida y presidida por el economista y coleccionista brasileño Fabio Szwarcwald, fue fundada en 1975, en medio de la dictadura militar brasileña (1964-1985), por el artista Rubens Gerchman (Rio de Janeiro, 1942 - São Paulo, 2008).

"Con una historia de vanguardia y resistencia, EAV Parque Lage reafirma su compromiso no negociable con la libertad de expresión al presentar la exposición "Queermuseu - Cartografía de la diferencia en el arte brasileño". La escuela gratuita, una vez llamada espacio de emergencia, espacio de resistencia o jardín de oposición, refuerza su carácter insubordinado al presentar la exposición 'Queermuseu'", se puede leer en la nota de prensa de la exposición aún colgada en su web.

Según publicó la agencia de noticias brasileña EBC, a los diez días de inaugurarse en la Escola de Artes Visuais (EAV) do Parque Lage, Queermuseu había recibido 14 mil visitantes, superando todas las expectativas.

"Queermuseu se propone ser un museo provisional, de carácter metafórico, cuyo objetivo es proporcionar un campo de investigación sobre el carácter patriarcal y heteronormativo del museo como institución al convertirlo en una plataforma de experiencia para ejercitar el pensamiento de otra manera, es decir, pensando fuera de lo normal". Según el curador de la muestra, Gaudêncio Fidelis, "es una exposición fundada en la democracia y la visión de un proceso de inclusión".

"Estábamos haciendo un movimiento necesario para comprender la sociedad contemporánea, pasando de Adriana Varejão a Bia Leite. Igual que los museos de Londres o Washington ya lo han hecho. Y fue una iniciativa de Santander, el propio banco propuso y financió la exposición, invitó a artistas. Es decir, no fue un proyecto que Santander apoyó, sino que lo ideó desde el principio. Es muy extraño y peligroso aceptar el retiro de Santander Cultural frente a tal conservadurismo, solo por miedo", comentó Gaudencio al diario O Beltrano.

De hecho, según se puede leer en la nota emitida por la EAV, el Santander Cultural confirmó que recaudó R$ 800,000 para realizar la exposición a través de la Ley Rouanet, el principal instrumento de incentivo a la cultura al ser la norma de mecenazgo que ofrece a las empresas exenciones fiscales a cambio de su apoyo a proyectos culturales. La ley también está en el punto de mira del Bolsonaro, quien ha llegado a declarar en su activa cuenta de Twitter: "En 2019 iniciaremos un rígido control de concesiones. Existe un claro desperdicio rutinario de recursos que pueden ser aplicados en áreas esenciales..."

Censurar exhibiciones de arte, que sirven como un medio para celebrar la diferencia, es un tremendo retroceso en las libertades conquistadas, que no debería volverse a repetirse ni en Brasil ni en ningún lugar. Pero, tratándose de Brasil, este tipo de actos debería poner en guardia a los líderes artísticos de las principales instituciones culturales brasileñas, que, son a la postre, los encargados de velar por dichas libertades artísticas. Sus centros y museos no se deberían sentir maniatados a la hora de exponer lo que consideren que se debe exponer, y mucho menos, por presiones de grupos radicales.

A pesar de tan negativo clima, las iniciativas artísticas y de base queer continúan desarrollándose y estableciendo su propia agenda en los campos de derechos civiles, raza, género, sexualidad y libertad de expresión. Como dato, a tener muy en cuenta y que refleja cuan importante es el trabajo que desarrollan en pro de la igualdad y el freno de la violencia a través de sus creaciones: En 2017, las muertes por violencia contra la comunidad LGBT + en Brasil alcanzaron un máximo histórico. Ese año hubo 387 asesinatos y 58 suicidios. 

Recibiendo muestras de solidaridad desde el exterior

No están solos. Desde fuera están recibiendo muestras de apoyo y solidaridad. El pasado año, tras la suspensión de la exposición, el Museum of the Moving Image, de Nueva York, organizó "LGBTQ Brazil", un ciclo de cine de dos días, curado por Ela Bittencourt, y presentado conjuntamente por Cinema Tropical, que no puedo ser más oportuno y necesario, celebrándose en medio del terrible aumento de la censura en el país del que provenían las películas "Sweet Amianto (2013)" de Uirá dos Reis y Guto Parente, dedicada al tempranamente desaparecido Leonilson, o más recientes como "Sol Alegria (2018)", de Tavinho Teixeira.

Este pasado mes de julio, en Dinamarca, dentro de los actos del Roskilde Festival, el festival de música y artes más grande del norte de Europa y también uno de los más antiguos que data de 1971, el artista brasileño Eli Sudbrack, componente del colectivo Assumed Vivid Astro Focus - AVAF junto a Christopher Hamaide-Pierson, ha invitado a un grupo de artistas, intérpretes, DJ y bailarines de la escena LGBTQAI en Sao Paulo: Bruno Mendonça, João Paes, Mavi Veloso y Natasha Princess, quienes, como recoge la nota de prensa "establecen su propia agenda en los campos de derechos civiles, raza, género, sexualidad y libertad de expresión. Con las vibraciones del post-punk y el electroclash, la actuación anuncia la victoria como fracaso mezcla la palabra hablada y el baile de moda expresivo en nombre de la comunidad". El grupo también participó en una charla donde abordaron la situación política en Brasil bajo el título "Resistencia queer en la escena LGBTQAI en Brasil".

Cortesía de los artistas Marcelo Denny y Marcos Bulhões y del Hemispheric Institut de la NYU

Y el próximo 6 de septiembre, en Nueva York en Washington Square Park, a las 3pm., los artistas y curadores brasileños Marcos Bulhões y Marcelo Denny, en colaboración con el Hemispheric Institute de la NYU, presentarán "Banho de Descarrego: An Anti-Fascist Urban Performance", que, como explican en su comunicado se organiza "en respuesta a las políticas extremas del presidente brasileño Jair Bolsonaro en Brasil, y las políticas de inmigración igualmente sádicas de la administración Trump e incitaciones a la violencia nacionalista blanca" -ver aquí como se puede participar-.

Nuestra pequeña contribución en apoyo de tod@s l@s artivistas que siguen sufriendo el acoso, la violencia y la censura por parte institucional y de ciertos grupos radicales es la siguiente selección de 12 artistas (algunos presentes en "Queermuseu"), cuya obra es una descarada crítica sobre el género y sus implicaciones sociopolíticas, y que se atreven a cuestionar los límites de la libertad de expresión. Y de quienes, por suerte, en muchos de los casos, su obra se puede ver en algunos de los mejores museos de Brasil y extranjeros; además de seguir contando con el apoyo de galerías, curadores y coleccionistas.