Pedro Soler: La idea de creación es ampliable y tiene que dar la sensación de sentir muchas capas

Pedro Soler (Singapur, 1967) se integró al equipo de LABoral, cuya máxima responsable es Rosina Gómez Baeza, el pasado mes de marzo. Soler, ex-director de Hangar, en Barcelona, es desde entonces el nuevo responsable del Plataforma Cero. Centro de Producción, Investigación y Recursos de LABoral, en Gijón. Como señala en la entrevista mantenida con Gustavo Pérez Diez de ARTEINFORMADO, "este centro de recursos es pionero en su especialidad en España y uno de los pocos que existen en Europa". Plataforma Cero cuenta con una estructura modular y flexible, que se articula en diferentes programas y servicios dirigidos a grupos de trabajo, creadores individuales, colectivos y educadores que trabajan en la intersección entre ciencia, arte, tecnología y sociedad. Soler, define LABoral "como un espacio de encuentro, de apoyo técnico y de uso para los creadores" y termina empleando unas palabras de Benjamil Weil, comisario jefe del centro, diciendo que "LABoral, es realmente un centro de Arte que sirve a la región". Por lo que se desprende de sus comentarios, la idea es convertir en un futuro, LABoral en un hub de recursos de la Cornisa Cantábrica. A modo de adelanto, nos dice que para finales de año, tendrá lugar un encuentro que pretende reunir a los principales centros culturales del arco cantábrico.

Pedro Soler, en su nuevo puesto, cuenta como brazo derecho con David Pello, y maneja un presupuesto de 124.000 Euros, aportados por el Ministerio de Industria y otras instituciones públicas, con los que pretende impulsar proyectos innovadores relacionados en su mayor parte con nuevas tecnologías, y con los que completar la oferta expositiva y comtemplativa, de este centro gijonés. "Desde esta plataforma se pretende poner en escena artistas que no son visibles y servir como recurso para que avancen profesionalmente. Además, debe servir para juntar artistas de distintos enfoques" aclara Soler. Para este gestor, "la idea de creación es ampliable y tiene que dar la sensación de sentir muchas capas".

Sin duda alguna, estamos ante un buen conocedor del underground artístico y una persona a la que le gusta estar en medio de la acción e implicarse en todos los procesos de producción de un proyecto. Según nos comenta, "lo que más me gusta es estar metido en medio de todo el meollo, lleno de cables y rodeado de aparatos". A lo que añade: "si no sabes manejar los instrumentos que empleas o cómo puedes trabajar con ellos, no podrás hablar de ellos, explicar su funcionamiento o comprender a los artistas que los utilizan y con los que colaboras". Se nota que es un apasionado de las nuevas tecnologías, un defensor del ''software libre'' y del ''hazlo tu mismo'' ya que según él "permiten la circulación de conocimiento y compartiendo cosas se avanza". "Además, la participación es generación y los límites te los impones tú mismo", apostilla Pedro Soler. En relación a esto último, no deja pasar la oportunidad para comentar un proyecto que han desarrollado recientemente en Plataforma Cero, que juega con la ''telepresencia'', gracias al desarrollo de un software libre. La libertad que tiene a la hora de poner en marcha estos innovadores proyectos le viene dada según nos reconoce "por ser un proyecto a día de hoy todavía en fase de crecimiento y con un presupuesto no muy elevado. Los contenidos surgen de nuestros deseos y al haber menos visibilidad es más fácil trabajar". Actualmente, en Plataforma Cero, el artista en residencia es Bruno Vianna (Brasil, 1971), con su proyecto ''Ionic Satellite Fountain''. El primer largometraje de Vianna, Cafuné, en 2006, fue el primer largo brasileño que utilizó una licencia Creative Commons.

Pedro Soler y Rosina Gómez-Baeza ya habían colaborado en distintos proyectos antes. En 2008, Rosina Gómez-Baeza, a quien Soler describe como una persona con muchas inquietudes y mucha intuición, le hizo el encargo de preparar para LABoral, un encuentro de creadores audiovisuales de todo el estado español que trabajan principalmente con herramientas libres (FLOSS), donde se llevaron a cabo talleres de software y hardware libre, charlas sobre creación y debates sobre proyectos relacionados con la creación digital. Duró una semana y fue el primer Summer-LABcamp. Soler es un gestor y agitador cultural acostumbrado a lidiar con presupuestos bajos, lo que ya lo tuvo que hacer durante su etapa en Hangar. De hecho, para ese proyecto contó con 20.000 Euros y pudo reunir con él a 40 personas, a los que se les pagó el alojamiento. "Se tuvieron que hacer muchos esfuerzos, ya que se trató de un presupueseto muy exíguo" como recuerda el propio Soler. Al año siguiente, en 2009, se celebró el seguno Summer-LABcamp, y la cifrá mejoró hasta los 30.000 Euros, "lo que les nos permitió ir un poquito más desahogados en los gastos", reconoce Soler.

Otro ejemplo de colaboración entre Soler y Gómez Baeza, fue la exposición "L'' un i el múltiple - El uno y el múltiple", que pudo verse en el centro de exposiciones La Capella de l''Antic de la Santa Creu en Barcelona y que se gestó gracias a la colaboración entre siete instituciones diferentes -cuatro de ellas egipcias (CIC, Townhouse, Artellewa y Medrar) y tres españolas (Hangar, LABoral y CAN Farrera)-. En la exposición mostraron sus trabajos once artistas egipcios y españoles (Vahida Ramujkic con Aviv Kruglanski, Álvaro Sau, LaFundició y Pablo de Soto), todos participantes de los programas de intercambios, talleres y residencias organizados por estas instituciones entre 2008 y 2009. Como nos comenta Pedro Soler, que fue su comisario, "este tipo de proyectos en los que se asumen tantos riesgos por la libertad dada a los artistas, son el tipo de proyectos que más me satisfacen". A pesar, de que como el mismo reconoce,"son proyectos en que la organización es muy exigente en lo referente al proceso de selección de las obras". Y no sólo por lo anterior, ya que según explica, a ello hay que añadir "la dificultad de asignar bien las ayudas y proyectos a los artistas". Pero deja claro, "que existe una alta responsabilidad en todo ello, ya que no estamos para prejuzgar sino para que los proyectos cumplan las condiciones, y siempre teniendo en cuenta que no hay ningún otro requerimiento para los artistas más allá del altamente exigente proceso de selección de las obras". ARTEINFORMADO