Patrick Charpenel: la relación coleccionista-curador "es un círculo virtuoso sin retorno"

Convencido de las "grandes posibilidades de estas alianzas estratégicas" (entre coleccionistas y curadores), Patrick Charpenel, director desde desde octubre de 2011 de la Colección/Fundación Jumex de México, propiedad del empresario Eugenio López Alonso y que hace unos meses abrió su nuevo museo en Ciudad de México, participará en el próximo curso sobre "Coleccionismo de Arte Contemporáneo y Comisariado", que, a final de este mes se celebrará en el marco de la Universidad de Santander.

En entrevista realizada vía e-mail por ARTEINFORMADO, Charpenel explica el importante re-posicionamiento que viene realizando el Museo Jumex desde su apertura, obligados a "repensar nuestra función" y apostando por "no 'blindar' su coleccioón al presentarla como objeto de valor incuestionable sino, muy por el contrario, vulnerarla al exponerla a toda clase de riesgo". "Las piezas que articulan las buenas colecciones deben ser parte del muestrario que se usa para producir experiencias nuevas y conocimiento crítico", insiste Charpenel que, volviendo al tema del referido curso, recuerda que "el producto de su colaboración (comisarios y coleccionistas) debe de ubicar los vacíos que están siendo desatendidos por otras estructuras y responder con agilidad para así lograr un cambio real". Y pone un ejemplo: "estamos intentando incidir en el diseño de los contenidos sobre arte y cultura en los libros escolares que publica el estado mexicano para niños y adolescentes".

ARTEINFORMADO (AI): El próximo curso sobre "Coleccionismo de Arte Contemporáneo y Comisariado", al que Vd. ha sido invitado a participar, centra el debate en el creciente protagonismo de coleccionistas y comisarios en el sector del arte y sus relaciones. ¿Qué principios, objetivos y limites deben, en su opinión, regir esas relaciones?

Patrick Charpenel (PC): Las colecciones de arte son canales privilegiados para la construcción de un patrimonio común. Por ello, éstas constituyen una fuente para algunos proyectos curatoriales que se muestran en museos y otras plataformas de exhibición. Los curadores identifican diversas expresiones de la producción cultural para articular ideas y experiencias humanas. El curador no debe sacar de su horizonte de referencias el material que atesoran las colecciones, pues concentran testimonios, objetos de alto valor histórico y social. Las colecciones no son el único recurso del que dispone el curador para la elaboración de un proyecto de exposición pero, si es un hecho incontrovertible, que éstas constituyen una de las fuentes mas ricas y variadas para su trabajo y desarrollo. Por otro lado, los coleccionistas se nutren de las reflexiones y conceptos desarrollados a través de las exposiciones que montan. Es un circulo virtuoso sin retorno.

AI: Repetidamente se ha dicho que el eje del proyecto de la Fundación Jumex, que Vd. dirige, sería la investigación, el conocimiento y la educación. Ahora, el título de su ponencia en este curso se titula precisamente "El coleccionismo y el conocimiento". ¿Qué razones puede tener un coleccionista para renunciar a la exhibición de sus trofeos, poniéndolos, por contra, al servicio del "conocimiento y la crítica", como Vd. ha señalado en alguna entrevista?

PC: El material que ofrece una colección que está resguardada legalmente por un museo público, debe ser la fuente de la que se alimentan muchos de los proyectos de exposición que presenta. Lo importante es que dicho material no sea exhibido como un "trofeo", que no sea mostrado como un fetiche valioso que está blindado por la estructura y por el poder legitimador de la propia institución. Las piezas que articulan las buenas colecciones deben ser parte del muestrario que se usa para producir experiencias nuevas y conocimiento crítico. Las buenas instituciones culturales no "blindan" sus colecciones al presentarlas como objetos de valor incuestionable sino, muy por el contrario, las vulneran al exponerlas a toda clase de riesgo: de riesgo simbólico y de riesgo material.

AI: Al respecto, y cuando hace menos de un año se estrenó el nuevo Museo Jumex, Vd. señaló que, después de un largo camino, "nos queda criticarlo, problematizarlo y enfrentarse a su maquinaria con nuevas propuestas". ¿Cuales son esas nuevas propuestas? ¿Qué eco están teniendo, tanto en la sociedad a la que se dirigen como entre la comunidad artística?

PC: Aunque Fundación Jumex Arte Contemporáneo abrió su primer espacio en el Municipio de Ecatepec en al año 2001, la apertura del Museo Jumex ha significado un crecimiento y un re-posicionamiento importante. Esto nos ha obligado a repensar nuestra función en el contexto de la globalización, pero sobre todo, en relación a México. Encontramos estimulante atender los complejos problemas que se desprenden de nuestro torcido modelo económico y político, y desplegar diversas actividades en respuesta a esta condición particular. Por ello, en Fundación Jumex estamos implementando dispositivos en algunas de las plataformas sociales mas descuidadas. Así, hemos activado proyectos en zonas marginadas como es el prototipo BIO-DIGESTOR Super-Gas diseñado por el colectivo danés Superflex para una comunidad sin servicios ni cableado eléctrico. Esta herramienta artística permite producir gas y luz para la cocina ofreciendo así una alternativa energética a las centrales eléctricas o al consumo de madera para cocinar.

Otro caso es el proyecto que estamos desarrollando con Gustav Metzger para abordar críticamente el concepto de la extinción en nuestros días, que se activará en diversos espacios geográficos alrededor del mundo.

Nuestro segundo dispositivo es puramente teórico: opera en el espacio de las ideas y la reflexión. Se trata de nuestro proyecto editorial en el que se publican textos de filosofía, historia de arte, etc. para abrir discusiones sobre temas fundamentales. El último dispositivo se canaliza a través del área de Servicios Educativo. Por ejemplo, estamos intentando incidir en el diseño de los contenidos sobre arte y cultura en los libros escolares que publica el estado mexicano para niños y adolescentes, con el ánimo de mejorar el programa educativo público. De lograr esto, impactaríamos a millones de jóvenes de mi país. Todos estos dispositivos son un ejemplo del giro que le estamos dando a nuestra Fundación.

AI: Vd. tiene experiencia, como comisario, en su relación con colecciones privadas (antes de con Jumex lo hizo también con la Colección Coppel). Es, por tanto, un experto en transitar por esas relaciones entre comisario y coleccionista. ¿Cuáles son hoy los papeles que debe asumir el coleccionista y el comisario?, ¿Cómo han cambiado, si lo han hecho, estos papeles en los últimos años? y, por último, ¿Podría intuir cómo será, en su opinión, el coleccionismo y el comisariado dentro de 10 ó 15 años?

PC: Cuando se produce un encuentro comprometido entre curador y coleccionista, ambos deben de entender que su rol es social. El producto de su colaboración debe de ubicar los vacíos que están siendo desatendidos por otras estructuras (que generalmente son estructuras burocráticas) y responder con agilidad para así lograr un cambio real. Esta es a mi consideración la prioridad. Creo que cada día queda mas clara las grandes posibilidades de estas alianzas estratégicas.