París, cruce de caminos entre Europa y Latinoamérica

El tirón y buen momento que, desde hace ya años, vive el arte latinoamericano también se dejará notar el próximo año en la feria Art Paris 2019, que, del 4 al 7 de abril, bajo el majestuoso techo de cristal del Grand Palais, analizará de forma amplia el nuevo ambiente artístico efervescente y altamente estimulante de cuatro grandes capitales latinoamericanas: Bogotá, Buenos Aires, Lima y Ciudad de México. 

La historiadora de arte y curadora independiente especialista en arte latinoamericano la italiana Valentina Locatelli (Bérgamo, 1979), actualmente curadora invitada en el Stiftung Brasilea, estará a cargo de esta sección especial, que pondrá de relieve la identidad específica y la diversidad de estas cuatro ciudades con una selección de galerías y artistas. 

Además, se organizarán proyectos especiales adicionales, como un programa de video, conferencias y la producción de arte mural monumental, que tienen como objetivo proporcionar una nueva perspectiva sobre el arte latinoamericano en la actualidad.

París: destino predilecto de grandes (en el pasado) y emergentes (en el presente) artistas latinoamericanos

Desde comienzo del siglo pasado París fue el destino elegido por muchos de los grandes creadores latinoamericanos para seguir formádose en aquel rico ambiente artístico parisino de las vanguardias. Cabe citar, por ejemplo, a la pintora más representativa de la primera fase del movimiento modernista brasileño Tarsila do Amaral, de quien se acaba de clausurar una gran retrospectiva en el MoMA de Nueva York.

Algunos años más tarde, llegarían, para no abandonar nunca jamás la "Ciudad de la Luz", otros, por entonces, jóvenes artistas del cono sur, que pasados los años se han convertido en grandes figuras internacionales. 

Algunos áun vivos como el artista venezolano Carlos Cruz-Diez (Caracas), el argentino Julio Le Parc (Mendoza, 1928), el chileno Iván Contreras Brunet (Santiago, 1927) o el peruano Jorge Piqueras Sánchez-Concha (Lima, 1925), como hemos podido comprobar en un informe reciente sobre "artistas latinoamericanos nonagenarios del máximo interés"; mientras que otros ya han desaparecido como los argentinos Luis Tomasello, Martha Boto y  Hugo Demarco, el venezolano Jesús Rafael Soto o el brasileño  Ciceró Días.

París continúa siendo la ciudad de residencia elegida por jóvenes valores emergentes o de media carrera latinoamericanos para estudiar, seguir formándose o emprender su carrera como son los casos del colombiano Daniel Otero Torres (Bogotá, 1985), el mexicano Edgardo Navarro (San Luis de Potosí, 1977), el colombiano Iván Argote (Bogotá, 1983) o el brasileño Rodrigo Matheus (São Paulo, 1974) son claros ejemplos de ello.

París: cuna de galerías apostando con fuerza por el mejor arte latinoamericano

En la capital francesa, además, sigue desarrollando su actividad una histórica galería que apostó desde muy pronto por el arte cinético, Op-art y abstracción geométrica latinoamericana, cuando pocas, o mejor dicho, casi ninguna, lo hacía. Nos referimos, claro está, a la mítica  Denise René, en donde han mostrado sus obras los antes citados  Ciceró Días,  Soto y Cruz-Diez,  Le Parc, Tomasello, Paternosto, Boto o Demarco; otros coétaneos aún activos como el argentino Cesar Paternosto (La Plata, 1931) o el venezolano Dario Pérez-Flores (Venezuela, 1936); otros más jóvenes como el también venezolano Elías Crespin (Caracas, 1965); o el aún más joven e igualmente artista venezolano  Santiago Torres (París, 1986).

Con algo menos de historia pero también dedicada al arte abstracto y cinético latinoamericano está Espace Meyer Zafra, inaugurado en el 2000 en el histórico barrio de Marais, a iniciativa de Liliane Zafrani, galerista de origen venezolano afincada en París desde casi medio siglo. En ella, han expuesto muchos de los anteriores artistas al estar también en su nómina así como otros como el argentino Antonio Asis (Buenos Aires, 1932) o los venezolanos Manuel Mérida (Valencia, 1939), René Ugarte (Venezuela, 1951) o la ya fallecida artista chilena Matilde Pérez Cerda, por citar algunos.

También mención aparte merece la galería Xippas, entre cuyos representados están el urugayo Marco Maggi (Montevideo, 1957), los argentinos Pablo Reinoso (Buenos Aires, 1955) y Pablo Siquier (Buenos Aires, 1961), los brasileños Vik Muniz (São Paulo, 1961), Cao Guimarães (Belo Horinzonte, 1965) y Pedro Varela (Niterói, 1981), el Eduardo Stupía (Buenos Aires, 1951), el mexicano Jorge Satorre Domenech (Ciudad de México, 1979), entre otros.

Asimismo, en los útimos años, una jóven galería viene promoviendo un interesante programa expositivo en el que se muestra el mejor arte latinoamericano actual. En este caso, se trata de  Mor Charpentier, que, desde 2010, bajo la dirección de Alex Mor y Philippe Charpentier, representa, entre otros, a la argentina Liliana Porter (Buenos Aires, 1941), a los colombianos Óscar Muñoz (Popayán, 1951), Carlos Motta (Bogotá, 1978), María José Arjona (Bogotá, 1973) y Milena Bonilla (Bogotá, 1975) o las mexicanas Teresa Margolles (Culiacán, 1963) y Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975).

Por tanto, París, con tan dilatada y profunda tradición en lo que a arte latinoamericano se refiere, tendrá el próximo año una nueva cita con el arte de esa región, eso sí, tan un mes después de que a algo más de 1.000 kilómetros de distancia en la capital española, Madrid, se haya celebrado ARCOmadrid 2019, que en su 38º edición, tendrá a Perú como país invitado. La curadora encargada de desarrollar la propuesta peruana en una sección especial dentro de la principal feria de arte contemporáneo española será la limeña Sharon Lerner (Lima, 1979), curadora de arte contemporáneo del museo MALI de Lima.