¿Merece la pena apostar por un arte iberoamericano?

Partiendo de la convicción de que el arte latinoamericano es una categoría renonocida desde hace años, tres galeristas españoles y uno rioplatense conversaron animadamente (ver video) con Alejandro Zaia, uno de los promotores de la nueva etiqueta de "arte iberoamericano" a través de la feria que dirige, Pinta London, sobre si lo iberoamericano, como una categoría a definir y a crear, es algo viable, algo en lo que vale la pena apostar, como ha hecho ARTEINFORMADO -promotor de esta mesa redonda-, cuyo director, Carlos Guerrero, presentaba inmediatamente antes su nueva plataforma web (ver video), cuyo claim es precisamente el de "Espacio iberoamericano del arte".

Arte latinoamericano, objetivo conseguido

Para tratar sobre la dualidad latinoamericano/iberoamericano, ARTEINFORMADO invitó a "cuatro activistas en el mundo del arte iberoamericano", como los presentó Zaia, que "hacian ferias en Latinoamerica cuando nadie las hacía". Oliva Arauna recordó que "en el año 89, cuando fui a la Bienal de Sao Paulo, me encontré que todos esos artistas que hoy son grandísimas figuras y en aquel momento muy jovenes" no encajaban bien entre el coleccionismo español, que te decía cosas como que "éso está muy lejos, yo quiero saber más de los artistas españoles, que tengo más cerca". "Lo más alucinante -señala Oliva- ha sido el gran cambio que ha pegado este país en ese concepto, en la forma de mirar a Latinoamerica". Recuerda, al respecto que trabaja con el chileno Alfredo Jaar desde 1990 "cuando, efectivamente, no le conocía nadie y se cumplieron todas las promesas que le hice, ni una crítica ni una venta".

La galerista canaria Elba Benitez -"creo que siempre he estado en Latinoamerica"- señaló que, tras "llegar a esta profesión de una manera marciana (venía de otro mundo), quise buscar una franja de este sector que yo creía que no estaba explorada del todo". "Así fue como empecé a trabajar con un programa centrado en Latinoamerica, ...la primera exposición de Ernesto Neto fuera de Brasil se hizo en Madrid en 1994, luego vino Vik Muniz, también trabajé con el venezolano José Antonio Hernández-Diez", artistas que "me abrieron camino en esos países" y, "al tener yo más contacto allí, a los artistas españoles".

José Martinez, co-director de Espacio Mínimo -"tiene millas recorridas en buscar artistas latinoamericanos", tal y como le definió el moderador- recordó que "empezamos de forma tangencial nuestro contacto con Latinoamérica, no nos lo propusimos como meta. Nuestro primer contacto real fue con una feria pequeña, que duró muy poco tiempo, pero preciosa, que se hizo en Guadalajara, que dirigió un español -Pablo del Val-, y ahí fue nuestra primera inmersión en la realidad latinoamericana y nuestro primer contacto con una artista, Liliana Porter, con la que seguimos trabajando todavía". Y añadió: "Es desde 2008 cuando empezamos a ir más a Latinoamerica y para nosotros ha sido muy fácil, y no sólo por el idioma, sino porque hay una conexión que nos une y que en otros sitios es más difícil".

Y llegó el turno a Ricardo Ocampo, director de la bonaerense Document Art -"un fenómeno de investigación y de encuentro de artistas, sobre todo conceptuales y políticos de los años 70 y 80 de América Latina", según le definió Zaia-, con los que viene acudiendo a las ferias más importantes del mundo. Ocampo, que dijo que "hay una revisión de Latinoamerica muy grande", está convencido de que este boom latinoamericano que se está viviendo permitirá todavía un ámplio recorrido para sus artistas, sobre todo para aquella "franja de artistas que en su momento no tuvieron una relevancia y a través de procesos de investigación" se están poniendo en valor. Se trata -concluyó- de "ver a Latinoamerica como una fuente de creación".

Arte iberoamericano, ¿un objetivo viable?

Confirmado que el arte latinoamericano, como categoría reconocida, existe desde hace años, Zaia preguntó: ¿Creen que lo iberoamericano, como una categoría a definir y a crear, es algo viable, algo en lo que vale la pena apostar? y, más adelante, precisó aún más: preguntó "si algún día esa misma posición llegará a tenerla un arte que englobe también a España y Portugal?

Oliva Arauna, tras confesar que le "cuesta muchísimo poner fronteras al arte" y añadir que "nunca he mirado que sean artistas latinoamericanos o alemanes, el arte está por encima de las fronteras", aceptó que es posible que algún día veamos una categoría de arte iberoamericano, como vemos ahora la de latinoamericano, que hace 30 años tampoco existía.

Al respecto, Elba Benitez se preguntó "por qué ha llegado el arte latinoamericano a tener la posición que tiene actualmente" para, a continuación, contestar diciendo que "porque han confluido todos los agentes que operan en el mundo del arte para dar visibilidad a estos artistas; porque hay curadores latinoamericanos que están ocupando posiciones importantes internacionalmente; hay mecenas que están comprando, mecenas que donan obras a museos y hacen posible que estos artistas ocupen esos lugares; mecenas que, si es necesario, dotan a una curaduría de un museo importante con los honorarios para que esos estudios sobre arte latinoamericano contemporáneo fructifiquen; todo es un engranaje". Y propuso: "Hagamos lo mismo en España y Portugal", no sin lamentar que "lo que no se puede es trabajar aisladamente, una galería, un museo,...".

También José Martinez declaró pensar que "la denominación latinoamericana puede ser tan válida como la iberoamericana, lo que falta es la realidad, la etiqueta latinoamericano sabemos que corresponde a algo que es una realidad". "Seremos iberoamericanos o habrá arte español o arte portugués o arte ibero con esa trascendencia cuando todos esos agentes dejemos de ser francotiradores, cuando hagamos una labor común que haga que todas las piezas funcionen,... eso es lo que siempre nos ha fallado y nos sigue fallando".

Por último, Ocampo, único galerista no español de la mesa, recordó que "Latinoamerica es también España y Portugal de base (y se remontó a 1492), lo que ha habido desde entonces hasta ahora es cierta separación, que también se ha reflejado en el arte". Y reconoció: "es como muy complejo pensar en un arte iberoamericano como bloque". Y a continuación observó, para los que no recuerden, que "la realidad del arte latinoamericano se está viendo desde hace unos pocos años para acá, porque si uno se pone a pensar en los años 60, 70, 80, la realidad del arte español era diez a uno a la realidad del arte latinoamericano, uno piensa en las primeras ferias de ARCO o cuánto le costaba a una galería latinoamericana insertarse en ARCO, o qué posible era para una galería latinoamericana ingresar en una escena de arte europeo". "Creo -concluyó- que a futuro se puede trabajar en conjunto, porque en esencia, profundamente, somos la misma cosa".

¿Merece la pena promocionar el arte español o es preferible sumarse al arte iberoamericano?

Pero el moderador Alejandro Zaia insistió: "si todos los agentes (en España) se pusieran a trabajar en común, ¿merecería la pena que ese esfuerzo se dedicase a una línea de promoción de arte español o sería mejor dedicar ese esfuerzo a incorporarse a una plataforma de arte latinoamericano ampliado, llamado iberoamericano?".

Y se preguntó "¿Porque existe Patty Cisneros?" para responderse a continuación: "Cuando deja de coleccionar arte venezolano y pasa a tener una colección de arte latinoamericano, ocurre cuando ella se va de Venezuela, cuando vive en Nueva York. La diáspora latinoamericana es lo que permitió al coleccionista local volverse latinoamericano". La gran pregunta -seguía observando Zaia- es "si lo español y portugués se puede introducir de la misma manera, si el coleccionista español cuando deja de ser coleccionista español, en lugar de pasar a ser coleccionista internacional -que es otro camino-, si hay un paso obligado o previo a ser latinoamericano y, al contrario, si un coleccionista latinoamericano puede incorporar un artista portugués o español de la misma manera que incorpora un mexicano".

Ocampo, el galerista bonaerense, admitió que hay mucho trabajo para galeristas -"faltan muchos trabajos de unión"-, que "generen conciencia, colecciones, creo que las colecciones se educan (no todas son las de Patty Cisneros)". Y se preguntó: "¿porqué una galería latinoamericana no puede exponer un artista español y porqué esa galería española no puede exponer un artista latinoamericano en el mismo momento?

También Oliva Arauna recordó la historia: "en el año 89 el arte latinoamericano contemporáneo no existía, empezaba a haber algún artista brasileño, en los catálogos de la feria de Basilea no había galerías latinoamericanas, todo ésto se ha producido en los últimos 30 años". Y reconoció: "claro que si, entre todos hacemos un esfuerzo, podemos llegar a algo, pero lo fundamental es que lo hagamos entre todos, no que el comisario mire hacia un lado, el museo hacia el contrario, el galerista hacia abajo y el artista hacia arriba, es una responsabilidad que tenemos todos en conjunto, porque nos han demostrado desde América Latina que eso es posible, llegar a tener una presencia más fuerte, pero tenemos que hacer el esfuerzo, no pensemos que lo vayan a hacer desde América Latina, tenemos que hacerlo desde nuestros propios países".

José Martinez observó que "sólo se avanza con el conocimiento, ...todo el mundo colecciona lo que está en su entorno, ...en España hace 30 años sólo se coleccionaba arte español porque las galerías españolas sólo exponían artistas españoles, poco a poco, colaborando, es cómo damos a conocernos unos a otros".

Más crítica, Elba Benitez no dudó en decir que "no soy tan optimista con respecto a España, ...recuerdo en los primeros 90 cuando empecé a ir a Brasil, lo que compraban los coleccionistas era arte brasileño, pero había muchos coleccionistas, pequeños, medianos, alguno grande, ...miremos al mercado de hoy en España, ¿creeis que en España se puede fabricar todo eso? ¿dónde está ese dinamismo?".

Para Oliva Arauna "el problema fundamental es que los coleccionistas no miran tanto el arte español como los artistas que compra el Moma, la Tate, ...al final nuestro problema es que están más pendientes de lo que se lleva fuera que de mirar de verdad cada obra, eso no ha pasado nunca en América Latina, aquí se ha pasado de no querer comprar un artista extranjero porque querían tocarle a no comprar un artista español, hemos cambiado totalmente el mundo del coleccionismo en España, sólo apoyando desde el propio país hay una pequeña posibilidad de llegar a que esto sea otra cosa".

Finalmente, Ocampo señalaba que aunque "no hay que mirar el pasado, uno tiene que pensar qué pasaba antes de 2009, galerías (en España) con venta, con gente, ...en Latinoamerica ha habido crisis siempre, la crisis está latente". Y concluyó: "la diferencia concreta que como galería uno tiene que adoptar, me parece que es pensar en el proyecto de galería, planificar bien el trabajo, tratar de hablar con curadores, relacionarse con gente del mundo del arte, tener una linea de trabajo".