La galerista barcelonesa María Villalba ha tirado la toalla, tras nueve años intentando situar un espacio dedicado a la escultura. ¿Las razones? "Trabajar con escultura es más difícil que con pintura -señala la galerista a preguntas de ARTEINFORMADO-. Si los autores son de fuera de España, es más difícil aún". Y reflexiona: "Faltan personas interesadas en la obra en si, por el sentimiento que les produce, independientemente de la firma y de la inversión que puedan hacer al comprar una obra. Faltan compradores que lo hagan con emoción, sabiendo que adquieren una obra para alimentar su espíritu, no su bolsillo." Tras ello, reconoce: "Hemos expuesto en ferias internacionales de arte (un año en Miami, 2 en Estrasburgo, 2 en Madrid, otro en Art París, 4 en Karlosruhe -Alemania- y 5 en Artexpo -Barcelona-), pero para obtener resultados hacen faltas muchísimos años más". Optimista, argumenta finalmente que a tomar esta decisión le han ayudado "el enriquecimiento que dan los cambios". "Después de 9 años -concluye- creo que ya he hecho la aportación que debía hacer en este campo y me voy a descubrir otras realidades del ancho mundo".