Manuela Moscoso llega a la Bienal de Liverpool y Bartomeu Marí deja el MNAC de Seúl

Esta semana ha traído consigo varios movimientos importantes en el panorama internacional. Entre las entradas y las salidas protagonizadas por profesionales iberoamericanos destacan dos, ambas en el exterior: la incorporación de la comisaria ecuatoriana Manuela Moscoso al equipo de la Bienal de Liverpool 2020 como curadora y el abandono de la dirección del Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Seúl por parte de Bartomeu Marí. 

Moscoso, curadora senior del Museo Rufino Tamayo de Ciudad de México desde agosto de 2015, se pondrá al frente de la decimoprimera edición de la bienal británica, que se celebrará en Liverpool del 11 de julio al 25 de octubre de 2020. ‘Es un reto y un contexto nuevo perfecto para que mente y corazón se pongan a crear’ ha asegurado la ecuatoriana. 

La práctica curatorial de Moscoso está enfocada hacia la generación de espacios destinados a producir, investigar y exhibir a través de exposiciones y programas de residencias. La comisaria es parte de Zarigüeya, una plataforma que tiende puentes entre el arte contemporáneo y la colección del Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado (Ecuador). 

En los últimos años, Moscoso ha ejercido como curadora adjunta de la XII Bienal de Cuenca (2014) y ha formado parte del equipo de ArteBA 2015 y 2016. Este mismo año ha sido cocuradora de PArC 2018, feria celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima. 

Por su parte, el español Bartomeu Marí abandonará en diciembre la dirección del Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Seúl tras expirar su contrato de tres años, a pesar de que había expresado su voluntad que continuar algo más de tiempo en su cargo. 

Marí ha sido el primer extranjero en situarse al frente de la institución coreana, lo que levantó la polémica entre los circuitos artísticos más conservadores del país. Su salida de España tampoco estuvo exenta de revuelo, pues dimitió a finales de 2015 después de siete años a la cabeza del MACBA tras cancelar, entre acusaciones de censura, una muestra en la que había una escultura de carácter sexual que aludía a Juan Carlos I. 

El museo buscar reforzar la identidad del arte contemporáneo coreano con una nueva dirección que comenzará a gestarse en octubre, mes en el que abrirá un proceso de selección.