Actualidad 13 nov de 2017
por Alexandra Laudo
Alexandra Laudo © Fundació Joan Miró. Foto: Pere Pratdesaba
"He invitado a seis jóvenes creadores (dos de ellos constituídos como dúo artístico) a desarrollar un proyecto artístico que plantee una reinterpretación del concepto de isla o una revisión de algunos de los significados socio-culturales que la isla, como espacio paradigmático de nuestro imaginario, ha tenido a lo largo del tiempo".
"Conocía su trabajo desde hacía tiempo y tenía muchas ganas de colaborar con ellos".
Quien mejor que la propia Alexandra Laudo (Barcelona, 1978) para hablar de los seis jóvenes creadores a los que ha invitado a desarrollar un proyecto artístico, durante la temporada 2017-2018, dentro del establecido y reconocido ciclo expositivo dedicado a las prácticas artísticas y curatoriales emergentes que viene realizando el Espai 13 de la Fundació Joan Miró (Barcelona), desde su creación en 1978.
A continuación, Laudo, quien, en los últimos años, a través de la plataforma Heroínas de la Cultura, de la cual es fundadora, ha llevado a cabo numerosos proyectos de comisariado de manera independiente y también ha sido comisaria adjunta de espacios y plataformas de arte, explica las razones y motivos principales que la han llevado a elegir a estos seis jóvenes creadores. -El texto está reproducido íntegramente-
"La posibilidad de una isla" es un ciclo de cinco exposiciones monográficas que estoy comisariando en el Espai 13 de la Fundació Joan Miró (Barcelona) durante la temporada 2017-2018. Desde su fundación en 1978, el Espai 13 se centra en las prácticas artísticas y curatoriales emergentes, a través de ciclos comisariados en los que se presentan proyectos de creadores que ya cuentan con una cierta trayectoria pero que se encuentran aún en la fase de emergencia de su carrera profesional. Este enfoque, por sí mismo, ya define el perfil de artistas con los que los comisarios vamos a trabajar. En mi caso he invitado a seis jóvenes creadores (dos de ellos constituídos como dúo artístico) a desarrollar un proyecto artístico que plantee una reinterpretación del concepto de isla o una revisión de algunos de los significados socio-culturales que la isla, como espacio paradigmático de nuestro imaginario, ha tenido a lo largo del tiempo.
El ciclo se ha iniciado con "Reserva" un proyecto de Gerard Ortín (Barcelona, 1985), un artista catalán afincado en el País Vasco cuya práctica se centra en la revisión del concepto de naturaleza y de otros que a menudo aparecen asociados a ella, como la noción de lo salvaje, la de pureza o la de origen. Sus proyectos se formalizan a través de walk-performances, instalaciones, intervenciones sonoras, videos y proyectos cinematográficos. Tuve la ocasión de conocer su trabajo hace ya tiempo, cuando él a penas había finalizado sus estudios en la universidad, y ya entonces su línea de trabajo me resultó muy estimulante. Es un artista con una linea de investigación específica y muy contundente, pero no homogénea, sinó rica y compleja, y que a lo largo de estos años ha ido desarrollando una práctica artística muy coherente y sólida. Ya anteriormente, en más de una ocasión, había trabajado con él, y tenía claro que quería hacerlo de nuevo en este marco, y que inaugurara el ciclo expositivo.
La siguiente artista que expondrá es Irene de Andrés (Ibiza, 1986), originaria de Ibiza pero residente en Madrid. Yo conocía su trabajo desde hacía algunos años pero nunca había tenido ocasión de trabajar con ella, y me pareció que era un muy buen marco para hacerlo, pues varios de sus proyectos tienen que ver con el concepto de isla o bien con ciertos hechos históricos, sociales, culturales, etc. relacionados con algunas islas concretas, como Ibiza, Puerto Rico o -como en su proyecto para el Espai 13- con las Islas del Rosario de Colombia. De Andrés desarrolla procesos de investigación de larga duración, en relación a los cuales suele desarrollar un conjunto amplio de piezas artísticas que pueden tener diferente tipología y formato: elementos escultóricos, videos, publicaciones intervenidas, grabados, serigrafías, documentos... Estas piezas se relacionan entre ellas siguiedo la lógica de la constelación. Es una artista sumamente cuidadosa en la formalización de sus obras, y sabe conjugar magistralmente elementos de muy distinta índole. Encuentro también muy interesante cómo sabe traducir sus procesos de investigación en propuestas materiales, evitando planteamientos excesivamente documentales.
El ciclo sigue con un proyecto de Lucía C. Pino (Valencia, 1977), una artista valenciana que vive en Barcelona desde hace años, y cuya práctica artística podríamos enmarcar en el campo de la escultura, aunque la entiende en un sentido expandido y desde la voluntad de desestabilizar las convenciones que tradicionalmente se asocian a este género artístico. C. Pino crea entornos y cuerpos escultóricos, elementos que se sitúan entre lo objetual y lo arquitectónico, aunque también tiene trabajos en el campo del videoarte y de la experimentación sonora y, a menudo, integra estos otros formatos en sus propuestas escultóricas, tratándolos como algo matérico u objetual. Tiene una sensibilidad extraordinaria para entender y trabajar con materiales, y sus trabajos suelen ser el resultado de un intenso proceso de investigación y experimentación con ellos. Es la primera vez que trabajo con esta artista, aunque conocía su trabajo desde hacía tiempo y tenía muchas ganas de colaborar con ella porque algunos de sus proyectos me habían impactado bastante, y de una manera diferente a como me pueden afectar muchas propuestas artísticas: a un nivel físico, corpóreo, sensitivo. Como comisaria tiendo a acercarme a las obras artísticas buscando a menudo un relato o un concepto que las articule, y en este sentido entendía que trabajar con C. Pino me plantearía retos interesantes a nivel curatorial, pues sus trabajos se articulan a partir de una relación bastante directa con lo matérico, aunque a la vez están vinculados a ciertas líneas de pensamiento y teoría crítica próximas a los nuevos materialismos que son intelectualmente muy complejas y muy estimulantes.
De la selección de artistas, Bárbara Sánchez Barroso (Lleida, 1987) es probablemente la que se encuentra en un estadio más emergente de su carrera profesional. Nos parecía interesante que, partiendo del enfoque en las prácticas emergentes propio de l'Espai 13, la selección incluyera artistas que se encuentran en un momento más avanzado de su trayectoria, pero también otros creadores que, como Bárbara, se enfrentan por primera vez a un proyecto de estas dimensiones, tras haber realizado, eso sí, algunos trabajos anteriores destacados. En algunos de sus proyectos Bárbara había trabajado entorno a la temática del aislamiento y de la búsqueda de planteamientos vitales alternativos a los hegemónicos, así como entorno a las contradicciones que plantea la voluntad de perseguir un supuesto retorno a la naturaleza entendiéndola como algo originario y opuesto a la civilización. En sus creaciones introduce muchos referentes literarios y cinematográficos, y esto era algo que me interesaba especialmente, pues en este ciclo hay también un interés en revisar cómo el motivo de la isla ha sido elaborado y desarrollado desde diferentes campos del pensamiento y la creación y, de manera especial, en la literatura. Su acercamiento a estos temas suele partir de planteamientos biográficos en los que pretendida y conscientemente introduce elementos de ficción, y hace un uso frecuente del relato, la narración, e incluso el monólogo en primera persona, algo que contribuye a realzar esta relación con lo literario que para mí es de sumo interés.
Finalmente, cerrará el ciclo el dúo artístico Gideonsson/Londré, constituido por los artistas suecos Lisa Gideonsson y Gustaf Londré, a los que conocí durante mi participación en CuratorLab, en Suecia, y con los que trabajé en el marco del proyecto que desarrollé en este programa de investigación curatorial. Me interesa mucho sus investigaciones entorno a cuestiones que tienen que ver con la temporalidad, relacionados tanto con la construcción social del tiempo como con factores biológicos, relacionados con los ritmos circadianos y los bioritmos, pero también con el tiempo ecológico y el lo que se entiende con "deep time". También han explorado la temática de la espera y del aislamiento desde diferentes aproximaciones, y suelen desarrollar también procesos de investigación largos que pasan a menudo por una experimentación performativa y por el desarrollo de acciones. Acompañan su proceso de trabajo de una intensa investigación teòrica, de la lectura y la consideración de textos filosóficos, literarios y de referencias artísticas muy sólidas y estimulantes.
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