La Junta de Castilla-La Mancha apoya la fundación conquense de Antonio Saura

La Junta de Castilla-La Mancha ha decidido impulsar la Fundacion Antonio Saura, instalada en la Casa Zavala de Cuenca, sextuplicando su presupuesto desde los 62.000 Euros anuales hasta los 350.000 de que dispondrá a partir de ahora. Además, ha trasladado a Cuenca la colección de 27 obras "La Muerte y la Nada", adquiridos poco después de la muerte de artista y que se hallaban depositados en el Museo de Ciudad Real. Y, para completar, se ha ampliado en 6 miembros la actual composición del patronato de la fundación, presidida por Emilio Catalá, al que se incorporan la Universidad de Castilla-La Mancha, la Fundación Antonio Pérez, el editor suizo Pierre Canova, los hermanos del pintor María Ángeles y Carlos Saura, y el presidente del Círculo de Lectores, Hans Heinke. Próximamente se contratará, también, a un director.

La noticia ha coincidido con el anuncio de la Fundación Antonio Saura de recurrir, ante la Audiencia Provincial de Madrid, la decisión judicial de sobreseer y archivar la causa penal que se abrió contra las herederas del artista (su hija Marina Saura y su viuda, Mercedes Veldarraín), por una supuesta apropiación indebida de la serie "Nulle dies sine linea". El procedimiento penal se inició septiembre de 1999, cuando la Fundación reclamó a las herederas de Antonio Saura la devolución de la citada serie, compuesta por un conjunto de 218 obras sobre papel. La Fundación entiende que dicha serie es patrimonio fundacional de la institución, al contrario que su hija, quien, hace un año, creó en Ginebra (Suiza) la fundación Succession Antonio Saura, titular actualmente de la mayor parte de la obra y archivo personal del artista. Esta entidad está presidida por Olivier Weber-Caflisch, albacea testamentario del artista y compañero sentimental de su hija.

Finalmente, señalar que el origen de la colección "La Muerte y la Nada" está en 1987, cuando el editor Pierre Canova -ahora en el Patronato- encargó a Saura una colección de dibujos que sirvieran de inspiración para los textos del poeta suizo Jacques Chessex, titulados genéricamente "La Muerte y la Nada". Saura los realizó entre 1987 y 1989 y al año siguiente Canova publicó una edición del libro limitada de 2.500 ejemplares.