Tras quince años de actividad, la Fundación Francisco Godia clausura su sede en Barcelona, ubicada, desde finales de 2008, en la casa Garriga Nogués, construída por el arquitecto Enric Sagnier, en el número 250 de la calle Diputació.

"A partir de ahora seguirá trabajando desde el ámbito privado en favor del reconocimiento de la importancia del coleccionismo", según se explica en una nota emitida.

Dicha nota también recoge, que la Fundación Francisco Godia, que abrió sus puertas el 1 de diciembre de 1999 impulsada por Liliana Godia en memoria de su padre, el empresario y coleccionista de arte barcelonés, Francisco Godia, "se siente honrada de haber formado parte del circuito museístico de la ciudad, y quiere agradecer el apoyo de empresas e instituciones, así como de su patronato, asesores, patrocinadores y medios de comunicación, y a los colaboradores que han participado en sus actividades".

"A lo largo de estos años, la Fundación ha puesto en valor la importancia del coleccionismo privado, dando a conocer al gran público, colecciones y obras que habitualmente no se encuentran en los museos", destaca el comunicado.

Y es que, en esta fundación barcelonesa se han podido ver más de 30 exposiciones, siendo la última "El Greco. La mirada de Rusiñol", una muestra clausurada, a principios del pasado mes de enero, y que contó con la colaboración de la Fundación Mapfre.

Precisamente, podría ser esta importante institución cultural con varios espacios expositivos en Madrid, quien pasaría a ocupar en regímen de alquiler la sede vacante de la Fundación Francisco Godia, "desembarcardo en la ciudad para mostrar las interesantes exposiciones y actividades que organiza en la capital del Estado", según publica el diario El País.

No obstante, "desde la fundación madrileña no confirman ni desmienten" esta información, según aclara el mismo diario, en cuya noticia también se alude a que "los problemas financieros y la falta de ayudas de las administraciones están en la razón última de la decisión de cerrar el centro al público".

También según El País, "la venta en los últimos meses de algunas obras de arte en subastas nacionales e internacionales, era la prueba evidente de que las cosas no iban del todo bien. De todas las ventas destaca 'Vuelta de la pesca. Playa de Valencia', una obra de tamaño mediano de Joaquín Sorolla que alcanzó los 2,9 M. de Euros cuando se vendió el 10 de diciembre en Sotheby's de Londres".

Lo que la nota emitida no aclara es que sucederá con esta colección atesorada por el industrial Francisco Godia (fallecido en 1991), que es una de las más importantes de España con unas 1.500 piezas, abarcando un extenso periodo, desde el siglo XII hasta fechas muy recientes, reuniendo un importante fondo de arte medieval, la mejor colección privada de cerámica (unas 500 piezas), así como obras del Renacimiento, del Barroco y de los siglos XIX y XX, con obras de artistas como Ramon Casas, Isidre Nonell, Joaquín Sorolla o José Gutiérrez Solana.

En relación a este asunto, cabe señalar, que el pasado mes de enero, nuevamente por informaciones publicadas en El País, salían a la luz las negociaciones entre la Fundación Franciso Godia y el MNAC - Museo Nacional de Arte de Cataluña para que este último "admitiera en depósito o adquiriera la colección o parte de las obras de pintura y escultura, mientras que la de cerámica volverían a la residencia particular de la propietaria, Liliana Godia".