La familia Chillida cederá al Gobierno de Canarias el proyecto Tindaya

Finalmente, los herederos del escultor donostiarra Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924 - 2002) cederán al Gobierno de Canarias y al cabildo de Fuerteventura los derechos del Monumento de Tindaya, trece años después de la muerte del escultor y tras las sucesivas polémicas y pleitos judiciales en los que hasta ahora se ha visto envuelto por la fuerte oposición entre círculos ecologistas de la isla de Fuerteventura, quienes consideran que el proyecto de Chillida para la montaña majorera de Tindaya transformaría y destruiría uno de los espacios culturales y naturales más emblemáticos de Canarias.

A pesar de esta férrea oposición, ahora, la familia Chillida y el Gobierno de Canarias -según publica El País- han suscrito un contrato en el que se establecen una serie de condiciones a cambio de la cesión de los derechos. La primera de ellas es "el respeto absoluto al proyecto de Chillida"; la segunda es el respeto medioambiental y la tercera es la creación de una Fundación en la que estarán representados los herederos del escultor, el Gobierno de Canarias y el Cabildo. La cesión será efectiva una vez que hayan cumplido todas las condiciones, según explicó ayer la portavoz de la familia.

Cabe recordar, que el Gobierno autonómico canario ya intentó retomar este proyecto en enero de 2011, con las elecciones autonómicas llamando entonces a la puerta, alcanzando un acuerdo con la familia Chillida que incluía la convocatoria de un concurso público para la adjudicación de la obra, presupuestada en 75 M. de Euros, que serían financiados en su totalidad con dinero privado, que debería rentabilizarlo con la explotación turística del municipio.

Se trata, por tanto, de otro nuevo episodio de este polémico proyecto, cuyos inicios, como publicó en 2008 ARTEINFORMADO, haciéndose eco de una información publicada por el diario local La Opinión de Tenerife, fueron los siguientes: "Eduardo Chillida recibió un encargo del Gobierno de Canarias para realizar un monumento etnográfico en la Montaña de Tindaya, en Fuerteventura, que se convirtiera en un referente mundial. La idea de Chillida consistió en abrir en canal la montaña majorera y hacer un cubo interno de 50x50x50 metros, con un túnel de entrada de 200 metros y dos tragaluces. Para llevar a cabo el proyecto, el Gobierno de Canarias creó la sociedad Proyecto Monumental Montaña de Tindaya (PMMT), una empresa participada al cincuenta por ciento por Saturno (empresa pública) y Canteras Cabo Verde (propiedad de Rafael Bittini), esta última adjudicataria de la explotación minera de Tindaya y Tebeto, otra montaña contigua. Así, el Gobierno puso en las manos de PMMT 12 millones de euros que fueron trasferidos a la UTE formada por FCC y Necso, a las que se les adjudicó el proyecto de la obra diseñada en su día por Eduardo Chillida", un dinero que se evaporó en los últimos años, según el rotativo.