José María de Francisco, director de Estampa: "Nuestra labor en Estampa es ayudar a crear un coleccionismo tangible, de carne y hueso"

Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con José María de Francisco, Director de la feria Estampa (Madrid), y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

José María de Francisco (JMDF): Creo que es el momento de sacar lo mejor de nosotros mismos. Siempre he pensado que el mundo del arte tiende a reunir a las personas más audaces y creativas de nuestra sociedad. Por la valentía que implica pensar y experimentar el arte contemporáneo, por el riesgo de emprender y hacer crecer una iniciativa empresarial en nuestro mercado. Por eso estoy seguro de que seremos capaces de reconstruir nuestro sector y volver a fortalecer y reivindicar los beneficios culturales y económicos del arte para nuestra sociedad.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el mundo de las ferias, en particular, a partir de ahora, en lo referente a exhibición, relaciones comerciales y comunicación? ¿Toca reinventarse?

JMDF: La verdad es que en Estampa venimos reinventándonos edición tras edición en los últimos diez años desde la última crisis financiera, poniendo el foco y el interés en la realidad del mercado en nuestro país, reivindicando lo mejor de nuestras galerías y el potencial coleccionista de nuestra sociedad. Pensamos que tenemos una capacidad interesante de crecimiento del coleccionismo en nuestro país, que hay que cuidar y seguir creando desde una concepción del mercado próxima y cercana.

Y pensamos que los excesos de esa "falsa" globalización en la que hemos vivido –y que han favorecido la pandemia que sufrimos-, se van a corregir mirando con más agudeza aquello que tenemos más cerca, nuestras galerías y nuestros coleccionistas. En ello hemos trabajado con absoluta convicción y creemos que este es el camino por el cual debemos insistir como oportunidad para reexponer y fortalecer nuestro mercado.

A nuestras administraciones no nos cansaremos de insistirles en la importancia decisiva de las industrias culturales para nuestra economía. No nos cansaremos de pedirles apoyo, reconocimiento y protección. Que compren a nuestras galerías en España, que establezcan un iva cultural para el arte, que reconozcan el esfuerzo que realizan nuestros coleccionistas como mecenas que sustentan el mercado y se apruebe una ley demecenazgo clara y realmente favorable.

AI: ¿Alguna vez pensó que su organización necesitaría de un plan de contingencia online para crisis? 

JMDF: Creo que en general, desde la crisis del 2008, el sector del arte ha hecho un esfuerzo en mantener y poner al día la comunicación, servicios y herramientas comerciales on line. Nosotros estamos muy atentos a lo que nuestras galerías puedan necesitar en este sentido. Pero en nuestro mercado la relación personal es insustituible. La relación y creación de coleccionistas y compradores se lleva a cabo en y por la galería, y se potencia, multiplica, complejiza y enriquece en la feria.

Una feria de arte es una reunión de expectativas, de comunicación confrontada, eficaz, competitiva y optimizada. Una feria es la optimización de procesos de comunicación más reposados que se realizan en la galería. Y esa optimización pasa por la formalización personal de la compra y la comunicación de los mejores proyectos que somos capaces de ofrecer cada edición. Sin duda, necesitaremos poner en marcha estrategias online que apoyen nuestras actividades presenciales.

Sin embargo, creo que si la cultura se virtualiza en exceso vamos a perder dos de sus capacidades esenciales: su función como acto social de conocimiento y formación personal compartida, por un lado. Y por otro, perderemos su capacidad de generar negocio y aporte a la economía de nuestra sociedad. Lo que estamos viviendo actualmente con un bombardeo de contenidos gratuitos y muchos de ellos descafeinados, puede ser una respuesta desmesurada y poco efectiva de reconducir la situación.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital (para exhibición, difusión y ventas) y que no venía ejecutando?

JMDF: En el mercado primario la actividad de los coleccionistas con sus galerías, con las piezas que compran, con los artistas por los que se interesan, tiene un factor presencial insustituible, una fisicidad y un contacto presencial consustancial con los contenidos de las obras difícilmente comunicables a distancia. Claro que la aproximación a la obra puede ser digital, sin embargo los procesos de decisión de valoración y compra necesitan presencia y fisicidad.

De ahí que, en el mercado secundario y la subasta, los procesos de puja y compra digital casi han sustituido al marchante y a la sala de subasta. Y esto es así, porque éstas son otro tipo de transacciones, con un componente más financiero, más de inversión, y las obras que se venden y compran han trascendido la necesidad de comunicación de sus valores culturales que ya son conocidos.

En el mercado primario, conocemos distintas experiencias de ferias virtuales y galerías on line, asesores y creadores de opinión de mercado por redes sociales, comisarios a distancia por correo electrónico y vídeoconferencia, crítica mediante visitas a exposiciones en páginas web, incluso artistas virtuales con mayor o menor fortuna. Indudablemente, hay que trabajar en todos aquellos territorios que faciliten y agilicen nuestra comunicación.

Nuestra labor en Estampa es ayudar a crear un coleccionismo tangible, de carne y hueso, comprometido con el presente, satisfecho y seguro con sus compras, que pueda participar y colaborar activa y personalmente, un coleccionista real que de sentido a la obra del artista y al trabajo del galerista. Lo que tenemos por delante es, como siempre, trabajo y entusiasmo, creatividad, comunicación y adecuación social, cultural y financiera de nuestro mercado. Y todo ello, qué duda cabe, necesitará herramientas digitales y toda nuestra experiencia analógica de gestión, comunicación y transacción comercial.