Apenas ocho meses después de su nombramiento como director del Museo de Serralves, donde hasta entonces ejercía como director adjunto y curador senior, el comisario  João Ribas ha presentado su dimisión a raíz de la polémica levantada por una retrospectiva del fotógrafo estadounidense Robert Mapplethorpe (Nueva York, 1946 - Boston, 1989), que le ha llevado a enfrentarse con el Patronato del museo.  

La exposición era una de las grandes apuestas de Ribas, que llevaba más de dos años preparándola y ha ejercido como curador de la misma. Algunas de las obras seleccionadas son cuanto menos provocadoras, pues Mapplethorpe centró gran parte de su trabajo en la escena homoerótica y sexualmente explícita. El mismo revuelo causado por esas fotografías hace cuarenta años -cuando su exhibición costó el cierre a varias galerías de Nueva York- ha tenido su eco en el Museo de Serralves. 

El desacuerdo entre Patronato y director ha surgido a partir de la inclusión de una sala restringida para exponer las fotografías más explícitas. El aviso que luce desde el viernes a la entrada de dicho espacio y que impide el paso a los menores de edad no acompañados ha chocado de frente con la voluntad de Ribas, que en un principio aseguró que no habría salas especiales ni restricciones de ningún tipo, al margen de una advertencia que exige la ley ante este tipo de contenidos.  

Así, Ribas ha denunciado lo que califica como censura y ha asegurado no poder continuar al frente del museo un día después de la inauguración de la muestra. Una actitud que no ha gustado nada a Michael Ward Stout, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Mapplethorpe, que ha afirmado que Ribas le había transmitido su intención de dimitir cuando la exposición se clausurase y ha tildado su comportamiento de ‘completamente inapropiado y poco profesional’, palabras recogidas por Diário de Noticias.

Una línea similar ha seguido Ana Pinho, que preside el Consejo de Administración del Serralves y ha manifestado su sorpresa ante la dimisión. En declaraciones publicadas por Observador, Pinho asegura que ‘João Ribas ha escogido (las obras) que ha querido y a partir del momento en el que escoge numerosas imágenes de contenido sexual explícito hay que crear una zona de reserva de la que él siempre ha tenido conocimiento’. Ward Stout también ha remarcado este último punto, asegurando que otros museos han hecho uso de una sala restringida en exposiciones similares. 

Ya durante la preparación de la muestra se alzaron voces que denunciaban que se había retirado una veintena de las doscientas fotografías escogidas por Ribas, que en ese momento justificó su retirada en base a motivos de coherencia de la exposición. Ward Stout, por su parte, aseguró que únicamente se habían eliminado dos y dijo desconocer el motivo por el que habían sido excluidas. 

La dimisión de Ribas también ha tenido repercusión entre el público. Este fin de semana, nada más conocerse que el luso abandonaba su cargo, decenas de personas se han manifestado frente al museo pidiendo la destitución del Patronato. 

En la página web del Serralves se ha añadido el siguiente aviso: ‘Algunas obras de la exposición contienen imágenes de naturaleza explícitamente sexual. La admisión de menores de 18 años está condicionada a la compañía de un adulto’.