Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Jesús Fuenmayor, curador, docente, investigador y escritor, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Jesus Fuenmayor (JF): El aislamiento nos da la posibilidad de tener un tiempo inestimable para leer, investigar y reflexionar. Yo estaba escribiendo lo que se suponía iba a ser un texto corto y ahora va por sesenta páginas. Creo que pasar por un período de revisión sin las nostalgias a la facebook, les da una dimensión más espesa a nuestras prácticas y les da un sentido más emocional e intelectualmente satisfactorio a las expectativas de lo que encontraremos al final de este proceso.  

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el trabajo de curaduría, en particular, a partir de ahora, en lo referente a conceptualización de proyectos, relaciones con otros profesionales y/o organizaciones y estrategia de comunicación? ¿Toca reinventarse?

JF: La visión apocalíptica errática de los intelectuales o de un Jerry Saltz convertidos en advenedizos futurólogos nos debería mostrar el camino correcto sino estamos dispuestos a dejar que anestesien nuestros sentidos. Anticipar el derrumbe del mundo del arte pudiera sintonizarse con unas carcajadas y el sonido de copas, pero cuando tienes que bregar y sacar adelante la programación de un espacio o una exposición son de muy poca ayuda estos videntes. En cada rincón hay un complejo ecosistema del arte y cada proyecto o iniciativa implica a muchos agentes y muchas maneras de agenciar relaciones productivas. No hace falta inventar la colaboración, la solidaridad, el diálogo, la auto-reflexión. Son valores éticos profundamente grabados en el ADN de los verdaderos actores culturales. Deberíamos seguir haciendo lo que sabemos hacer mejor: vivir de las adversidades como siempre lo hemos hecho la inmensa mayoría de nosotros.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor tus proyectos? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

JF: Desde los inicios de la masificación de internet en los años noventa se viene hablando desde las instituciones culturales de aprovechar los recursos que ofrece esta plataforma y canal tecnológico para intensificar la experiencia del arte. Creo que con o sin pandemia es una deuda pendiente. Yo aún no he encontrado una fórmula digital que me haya convencido plenamente. Todas operan más o menos de una manera que siempre me dejan una sensación de insatisfacción, por no llamarlo frustración. Al ver una exposición virtual siempre me quedo sintiendo que he perdido algo de lo que hubiera obtenido estando frente a las obras. Creo que cuando dejemos de pensarlas una como la sustituta de la otra y se entiendan más como experiencias complementarias, estaremos llegando a un nivel más interesante de esta discusión.