Gilberto González trae aires de renovación al TEA

En esta entrevista al gestor cultural y comisario tinerfeño Gilberto González (La Laguna, 1975), quien lleva tres meses ocupando la dirección artística del TEA Tenerife Espacio de las Artes, queda una cosa muy clara, que, a lo largo de su mandato durante los próximos tres años, el centro tinerfeño va a sufrir una profunda renovación en su programa expositivo así como en sus programas educativos y públicos.

"Creo que, sí al marcharme, logramos que TEA sea una institución fuerte que no esté al servicio del gusto de un director o directora concreta, sino al servicio real de la investigación y debate sobre el significado tanto de la historia del arte como de la historia en general y de la estética en mayúscula así como de los procesos culturales, pues me daré por satisfecho". 

Sin duda, toda una declaración de intenciones por parte del nuevo máximo responsable artístico de este centro que, tras poco más de una década de actividad, se ha convertido en motor cultural y artístico de la isla.

ARTEINFORMADO (AI): El próximo día 4 de febrero van a presentar la memoria de TEA Tenerife Espacio de las Artes, la nueva directiva y la programación de este año. En relación a lo último, se conocen la individual "Odio sobre lienzo" de Santiago Palenzuela (Santa Cruz de Tenerife, 1967) y la colectiva "¿Y el hombre creó a la mujer?". ¿No sé si nos puede avanzar algo más sobre ello? 

Gilberto González (GG): La programación expositiva del 2019 ha sido concebida por el equipo de conservadores del centro Yolanda Peralta, Isidro Hernández y Antonio Vela. Por mi parte lo que hecho es sumarme a sus esfuerzos para poder llevarla adelante con el mayor rigor posible. Esto afortunadamente permite que mientras tanto podamos trabajar con calma en la programación de los próximos dos años atendiendo a las nuevas líneas de programación del centro. Así mi propuesta es la de incorporar varios grupos de investigación que reflexionen sobre cuestiones que son esenciales para el territorio en el que nos inscribimos, como por ejemplo el turismo. Precisamente a raíz de ello organizaremos en mayo un encuentro bajo el título de 'Arte y Turismo en la era de la movilidad' dirigido por José Díaz Cuyás en el que contaremos con Dean MacCannell y Juliet Flower. 

Por mi parte he incluido como exposición "Europa: de Botas-Ghirlanda al Hardcore" en la que pretendemos entender como el arte y la cultura han creado una noción de que es lo europeo desde un lugar como canarias, más como una utopía de las clases privilegiadas que como una realidad geográfica. Cerraremos el ciclo expositivo de "Crisis?, What Crisis?" curado por  Ramón Salas, Moneiba Lemes, Néstor Delgado y Beatriz Lecuona, quienes han planteado varias líneas narrativas sobre los últimos 40 años de artes visuales en Canarias; actualmente contamos con dos exposiciones de las artistas españolas, Marina Núñez y María Cañas y en verano inauguraremos una exposición de Gonzalo González un creador fundamental en muchos aspectos para nosotros y sobre el que TEA no había abierto aún una reflexión. 

Marina Núñez. Fuera de sí (supernova). Cortesía de la artista y del TEA Tenerife Espacio de las Artes

AI: Tras tres meses como director artístico, al imponerse en una convocatoria pública con su proyecto 'Principio de incertidumbre'. ¿Qué cambios ha introducido? ¿Cuáles son sus prioridades hasta 2021 cuando finaliza su mandato?

GG: Nuestra principal prioridad es fortalecer la estructura institucional y para ello organizar de forma más coherente el centro atendiendo por un lado a los procesos de investigación y trabajo que se han llevado a cabo durante estos diez primeros años y abriendo otros nuevos. La primera novedad ha sido poner en marcha el Videoclub, un espacio que pretende abrir un debate sobre el lenguaje cinematográfico y su capacidad de afectar a muchos otros campos y que viene a complementar la gran labor que Emilio Ramal conservador de Video y Cine ha llevado a cabo. Por otro lado queremos dar mayor relevancia al Centro de Fotografía Isla de Tenerife como espacio de conocimiento y reflexión sobre la fotografía pero también sobre la imagen y que sea la "interfaz" física que nos permita acceder al gran fondo documental del que TEA es custodio.

Creo que, sí al marcharme, logramos que TEA sea una institución fuerte que no esté al servicio del gusto de un director o directora concreta, sino al servicio real de la investigación y debate sobre el significado tanto de la historia del arte como de la historia en general y de la estética en mayúscula así como de los procesos culturales, pues me daré por satisfecho.

AI: Se convirtió en el segundo director artístico del centro, ya que, desde el inicio de su actividad, en 2008, el TEA, dependiente del Cabildo, solo había tenido un director artístico, el bilbaíno Javier González de Durana, quien dejó la dirección en julio 2011. Siete años sin una persona al frente de la dirección es mucho tiempo. Por ello, ¿en qué medida este vacío de liderazgo artístico cree que ha podido afectar a un mejor posicionamiento del centro en la escena nacional e internacional, cuando, además, ya de por sí, no lo debe tener fácil al ser un centro periférico?O por el contrario, ¿no le ha pasado factura y se ha sabido resolver esta situación de forma satisfactoria?

GG: Entiendo que la marcha de Javier fue un problema en su inicio, pero una vez que el equipo de conservadores pudo asumir el liderazgo dejó de ser un problema para convertirse en una oportunidad en el que más personas y de forma más horizontal pudieron abrir el centro a una negociación social e intelectual. Considero que debemos seguir explorando esa posibilidad de horizontalidad y para ello incorporamos grupos de investigación de los que hablamos antes y con los que debemos plantearnos cómo y porqué hacemos exposiciones y nuestra relación con la arquitectura del propio edifico, pero también el turismo como un hecho que nos define más de lo que podríamos pensar, así como otras cuestiones tales como una crisis expandida de la modernidad e incorporar y problematizar la propia institución desde las posiciones feministas, ecologistas y decoloniales sin que esto pasen por ser términos puramente propagandísticos sino que nos permitan trabajar en una verdadera desjerarquización y reconstrucción institucional. 

Tras la crisis económica y social de estos últimos años no parece tener mucho sentido un director estrella con una nómina de contactos, algo que por otro lado creo que es una idea sobrevalorada, los contactos al final son solo una cuestión de cierto rigor y presupuesto. Esos grandes nombres pueden y deben venir, pero a un centro al que puedan aportar un diálogo real con los distintos públicos, no como una pasarela y por supuesto no para que el director se haga un currículo que es una tentación muy común en centros como TEA.

Vista de la exposición de Marina Núñez, ‘Jardín salvaje’. Cortesía del TEA Tenerife Espacio de las Artes

AI: El TEA es de los pocos centros españoles que cuenta con un programa de apoyo a comisarias y comisarios noveles de arte emergente, denominado "Área 60", que va por su octava edición; además también ha impulsado otros proyectos como "¡Autonomía¡ ¡Automatización!" para fomentar y promover el pensamiento crítico cultural; "Omnia", un proyecto para el análisis de la equidad de acceso en el consumo de la creación contemporánea, así como distintas residencias. Me gustaría que explicase brevemente ¿cuán de importantes son cada uno de estos ciclos, proyectos y residencias para el centro de arte contemporáneo del Cabildo?

GG: Esos programas son fundamentales y esperamos que en un futuro lo sean aún más. Sin embargo, apreciábamos en A60 un cierto agotamiento formal y lo pudimos constatar en un encuentro con un buen número de participantes de ediciones anteriores. En realidad, en sus inicios se planteó como un apoyo a los artistas jóvenes o para usar la palabra de la que ahora se reniega, emergentes, sin embargo, derivó hacia un programa fundamentado en la curaduría. Este año lo estamos rediseñando bajo la dirección de Néstor Delgado como un programa de residencia que acabe por nutrir la programación del centro en 2020 precisamente bajo la premisa de producción 0 para, si me permite la expresión, posibilitar tiempos de cocción largos. 

"¡Autonomía! ¡Automatización!" por otra parte es la segunda edición del programa de crítica que se inició hace dos años. No pude asistir en la edición anterior, pero en esta lo que he podido constatar es la existencia de una masa crítica mucho más dispuesta a dialogar y a entrar en conflicto con el centro si sabemos abrirnos y responder. En cada sesión se pone de manifiesto la existencia de una generación con una enorme potencia discursiva entre los 20 y los 40 años, frente a la que no podemos estar al margen y que en muchos aspectos están muy por encima de las formulas canónicas de interpretación y presupuestos críticos establecidos. 

Omnia por otro lado, es una propuesta de Jerónimo Cabrera, gerente del centro, que finalmente implementaremos de manera plena este año y que persigue un acercamiento directo y franco, y lo que para nosotros es muy importante sin ningún tipo de condescendencia, a amplios sectores de la sociedad que no creen por múltiples aspectos, que el TEA tenga nada que aportar a su día a día, lo que probablemente sea cierto, pero el caso es que debemos encontrar ese espacio de negociación y escuchar. Si somos un recurso público ¿Cómo podemos convertir el conocimiento en una poderosa herramienta de emancipación individual? A esto se suman el Elástico en colaboración con la Escuela de Arquitectura de Las Palmas de Gran Canaria y liderado por la arquitecta Ángela Ruiz, un programa de arquitectura que persigue analizar y repensar el diseño expositivo así como la dimensión de este centro como verdadero foro y espacio público que constantemente elimine barreras físicas y mentales.

María Cañas, No ni ná. Contenga multitudes. Cortesía de la artista y del TEA Tenerife Espacio de las Artes

AI: Cada vez más la educación está en el foco de los centros de arte y en el del TEA también lo está. "Un/a artista viene a vernos", un programa educativo y cultural pionero en Canarias que acerca el arte contemporáneo centros escolares públicos de la Isla de la mano de distintos creadores, o el pasado mes de julio "Encarte. Encuentro de creatividad, arte y educación", un encuentro en el que participaron referentes como Luis Camnitzer, José Antonio Marina o María Acaso (a quien hemos entrevistado recientemente). ¿Cómo valora la labor que desarrolla el Dpto. de Educación de TEA, liderado por Paloma Tudela?

GG: Paloma Tudela junto con todo el equipo de educadoras han generado un espacio de informalidad y fluidez en la concepción de TEA del que debemos tomar buena nota. Esa fluidez no puede ser un patrimonio exclusivo de las niñas y niños, tenemos en muchos sentidos que ampliarlo a toda la ciudadanía y al modo en que quienes trabajamos en TEA entendemos nuestra misión. El TEA es para mucha gente de la Isla una extensión de su hogar, la biblioteca del centro abierta todos los días del año, 24 horas al día, es por tanto un espacio de ocio y de trabajo, pero también de fricción en una sociedad en que la gente no puede emanciparse o cuando lo hace comparte piso. El nuevo programa que estamos poniendo en marcha, Onda Corta junto a María Laura Benavente y Silvia Navarro pretende abrir nuevas formas de mediación que nos permita a través de "el hacer" hablar de arte en toda su dimensión: cursos de locución, programas de autoedición, talleres de revelado y archivística a nivel amateur para detonar conversaciones y espacios de encuentro ligados a la práctica manual y al arte como un lenguaje que nos permita hablar de todo sin restricciones.

AI: La Colección de TEA, cuyo núcleo fundacional es la Colección Óscar Domínguez, así como la Colección de arte canario contemporáneo, está formada por un conjunto de algo más de dos mil obras de arte. En sus fondos se integra, junto a la Colección TEA, los depósitos de la Colección Los Bragales y de la Colección COFF de Fotografía y el de la Asociación Canaria de Amigos del Arte Contemporáneo (ACA). ¿Qué duración tienen estos depósitos? ¿Tienen pensado sumar más en un futuro?

GG: El centro alberga varias colecciones que, bajo distintas fórmulas, están en constante crecimiento. Precisamente gran parte de la programación de 2020 la vamos a dedicar a investigar y poner de manifiesto que lecturas y sublecturas subyacen en ellas y en que modo se entrelazan. Esto nos permitirá hacer un ejercicio abierto y colectivo sobre cuáles son los caminos que debemos seguir y sí por el contrario debemos abandonar alguno. Hace poco, por ejemplo, tuvimos un encuentro con el fin de abrir un proceso para reflexionar junto a Natalia Álvarez Simó, la actual directora de los Teatros del Canal de Madrid, sobre el modo en que debemos incorporar lo coreográfico y lo performativo a nuestras colecciones. 

Atendiendo a su pregunta sobre la duración de los depósitos, la Colección Coff, tras la donación de una buena parte de ella por la familia Ordóñez Falcón, ha pasado a integrarse de manera definitiva en TEA. La de los Bragales es una colección en depósito que, gracias a la generosidad de Jaime Sordo, renueva sus fondos cada cierto tiempo, algo similar a lo que ocurre con la de ACA y que es fundamental para nosotros porque nos permite contextualizar el auge y crisis de la modernidad en Canarias en los 70.

Vista de la exposición de María Cañas, No ni ná. Contenga multitudes. Cortesía del TEA Tenerife Espacio de las Artes

AI: Casi al mismo tiempo que se conocía su designación se anunciaba la adquisición de la Colección Eduardo Westerdahl, un material que da buena cuenta de la figura poliédrica del crítico, editor, coleccionista y fotógrafo Eduardo Westerdahl (Santa Cruz de Tenerife 1902-1983), una de las figuras clave de las vanguardias en España. ¿Cómo se está gestionando dicho legado? ¿Siguen ampliando la colección mediante compras? ¿Cuéntan con una partida para ello? 

GG: TEA tiene prácticamente ya todas sus colecciones y fondo documental disponible a través de su web, nuestro propósito es seguir hasta que esté el 100% y hayamos mejorado la información complementaria que proporcionamos, algo en lo que trabaja el equipo a cargo de las distintas colecciones de forma rigurosa y constante. A partir de este año también planificamos crear un espacio físico junto a la Biblioteca de Arte que permita acceder directamente a la documentación. Queremos entender el centro como un lugar de conocimiento, más que como un espacio de ocio, pero no debe, ni puede estar sólo al servicio de los investigadores reconocidos sino de una enorme cantidad de personas que de manera informal desean entender los fondos y crear relaciones intelectuales que a priori no responden a parámetros académicos. El fondo Westerdahl está siendo digitalizado para responder a estos criterios, la cuestión será ahora como lograr que esa documentación alimente nuevas narrativas que pongan de manifiesto la complejidad de esos años y de la propia sociedad insular y no la mera celebración reiterativa de un hecho concreto. 

En cada presupuesto anual recibimos una partida variable para adquisiciones, creemos ahora mismo fundamental localizar aquellos fondos que describan procesos colectivos que nos hagan entender situaciones por las que atravesamos ahora y permitan entender así escenarios de futuro en el arte.

AI: Pocos conocen el contexto artístico canario tan bien como Vd., al haber sido conservador del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), coordinador general de la Bienal de Arquitectura, Arte y Paisaje de Canarias, director artístico de Fotonoviembre, cofundador de la Oficina para la Acción Urbana, un espacio de encuentro entre artistas, curadores y arquitectos, miembro del Consejo editorial de REDAC, revista de arquitectura de Canarias, y director del Aula de Cultura de Pensamiento Artístico Contemporáneo de la Universidad de La Laguna. Por eso, nos gustaría preguntarle, ¿cómo es el contexto artístico canario en la actualidad? ¿Qué fortalezas y debilidades destacaría de él?

GG: De todos los trabajos en que he participado, el que más me ha marcado es precisamente uno que no nombra y ha sido el poder colaborar en la gestación de un nuevo plan para el Museo de Bellas Artes de Tenerife. Para mi ese Museo ha sido la manera de despertar a una conciencia real de la ausencia de memoria institucional. Sucesivas generaciones hemos ido sepultando y opacando el trabajo anterior en busca de la novedad y alentando una idea distorsionada y obsesiva por lo que entendemos por progreso. Mucho de esto ha estado ligado precisamente a esa idea del "iluminado" el personaje que debe cambiarlo todo en cada generación y que está a mi entender muy ligado precisamente a un concepto patriarcal y jerarquizado del funcionamiento y gestación de los procesos culturales que son siempre colectivos. 

Mi elección como director, precisamente me ha reafirmado en esto y en buscar nuevas formas de hacer. Precisamente porque muchas de las discusiones paralelas sobre quién podía ser director de TEA han estado más vinculadas a la idoneidad del brillo de tal o cual personalidad, es importante establecer un debate serio sobre cuál es el modelo específico y adecuado institucionalmente hablando, para esta aparentemente homogénea sociedad que es Tenerife y que sin embargo es enormemente compleja. En Canarias se dan unas prácticas artísticas enormemente rigurosas y que, precisamente por cierto grado de enclaustramiento, acaban por desarrollar procesos autónomos perturbadores a mi entender positivos.  Es fundamental por tanto trazar constantemente genealogía y nuevos relatos. Junto a esto en el caso en concreto de Tenerife los últimos años han supuesto el afloramiento de procesos colectivos como el Equipo Para o Solar, entre otros, que ponen a prueba la capacidad de las instituciones para estar al servicio de la ciudadanía colaborando y apoyando lo colectivo sin monopolizarlo ni ahogarlo. 

Laura Vallés. Cortesía del TEA Tenerife Espacio de las Artes

AI: Vd. ha sido el último director artístico de Fotonoviembre 2017, organizado por el Cabildo Insular de Tenerife, a través del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, TEA Tenerife Espacio de las Artes. ¿Este año toca nueva cita? ¿Qué importancia le concede a este festival? ¿En qué momento se encuentra?

GG: La sección oficial será este año dirigida por Laura Vallés, directora de la revista Concreta quien fue elegida tras una convocatoria pública. Creemos firmemente en mantener el marco expositivo como la manifestación de procesos de investigación rigurosos y confío plenamente en la capacidad de Laura para llevarlo adelante. Fotonoviembre es fundamental porque tiene un cierto carácter catártico en la Isla al canalizar efervescencias en un periodo de tiempo concreto. No es una convocatoria fácil porque a grandes expectativas grandes broncas, precisamente porque la fotografía es de todas las disciplinas, la que en la isla tiene más opiniones todas ellas encontradas y bien fundamentadas, así que es por otro lado la más exitosa porque siempre genera discusiones reales y apasionadas y lo que es más importante en las que por una vez se habla de arte.

AI: Por último, pensando en aquellos que no conozcan aún el TEA, ¿qué tiene de especial este centro de arte contemporáneo? ¿Por qué merece la pena visitarle y, sobre todo, seguirle la pista a través de sus distintas actuaciones (no solo las expositivas)? 

GG: Bueno si le dijera que es un edificio espectacular, que lo es, estaría hablándole en el año 2000 y no en la actualidad cuando ya estamos en muchos sentidos por encima de esas cuestiones así que no me quedaré en eso. Lo que le puedo decir es que esa arquitectura finalmente funciona y ha pasado de ser una máquina, a ser un organismo que ha tomado la ciudadanía y en el que se puede entender muchas de las capas que no son siempre perceptibles para quien viene a la isla cargado de una batería de tópicos y prejuicios. Por otro lado, toda la batería de pensamiento y propuestas que se han desplegado en por ejemplo, ¡Autonomía¡ ¡Automatización! el nombre del programa de crítica de este año, revela un crisol de pensadores y pensadoras que tendrán mucho que decir en el futuro. Creemos en un centro volcado en el conocimiento capaz de superar o al menos de poner de manifiesto conflictos y realidades que cohabitan en nuestra sociedad sin prejuicios ni resultados preestablecidos.