Fundación FAVA dona una obra de Raúl Zurita al Guggenheim de Nueva York

Como ha venido sucediendo cada año desde 2014, la Fundación FAVA, a través de su gala benéfica anual, ha adquirido obra en Ch.ACO para su posterior donación a un museo de arte contemporáneo. Si en los últimos tres años la adquisición se destinaba a un museo público chileno, siendo el MAC el centro escogido en todas las ediciones, esta vez los criterios de la donación han cambiado y, por primera vez, se ha elegido un museo internacional de renombre, el Guggenheim de Nueva York. 

Irene Abujatum, directora de FAVA, remarca que no es una forma de internacionalizar la colección, sino que ''permite introducir a nuestra fundación al circuito internacional de la filantropía y contribuir a la importante misión de darle mayor visibilidad y proyección internacional al arte chileno". 

La pieza adquirida es La buena vida (1982), del poeta chileno Raúl Zurita (Santiago, 1950). Esta obra icónica fue realizada en Nueva York, en cuyo cielo el artista transcribió un poema en castellano por medio de cinco aviones. La acción fue grabada por Juan Downey (Santiago, 1940 – Nueva York, 1993) y la obra resultante ha sido vendida por la galería Isabel Aninat. Ahora, gracias a la Fundación FAVA, entrará a formar parte de la colección del museo neoyorquino, espacio con quien la fundación ha establecido un lazo a través de Pablo León de la Barra, curador de la colección de FAVA. El comisario mexicano también ejerce como curador, desde 2013, del proyecto UBS MAP Latinoamérica del Museo Guggenheim de Nueva York. 

León de la Barra habla sobre el origen de la donación. ''A partir del proyecto Guggenheim UBS MAP Latin América (2013-2016) y de la exposición 'Bajo el mismo sol', que tuvo lugar en el Museo Guggenheim de Nueva York, en el Museo Jumex en Ciudad de México y en la South London Gallery en Londres, la colección del museo Guggenheim incorporó la obra de más de cuarenta artistas de América Latina. Al término de este proyecto, el museo confirmó su compromiso con la región invitándome a seguir colaborando con ellos y creando el Latin American Circle, agrupación de patronos con el objetivo de continuar adquisiciones, programas públicos y exposiciones'', explica el comisario mexicano. 

Con la incorporación de esta obra, el espacio estadounidense amplía su acervo chileno, formado hasta ahora por piezas de ocho artistas procedentes del país latino. Entre ellos ya figura Juan Downey, pero no Raúl Zurita. 

Además de esta adquisición destacada, la fundación también ha comprado obra para su propia colección, que estaba formada hasta ahora por dieciocho piezas (dieciséis compras y dos donaciones de artistas). Este año, FAVA se ha llevado a casa tres piezas de jóvenes artistas latinoamericanas: la chilena Pilar Quinteros (Santiago, 1988), la puertorriqueña Sofía Gallistá (San Juan, 1986) y la peruana Ximena Garrido-Lecca (Lima, 1980). Los trabajos proceden de las galerías AFA, Kilómetro 0.02 y 80m2 Livia Benavides, respectivamente. En este caso también ha habido una ligera variación en los criterios de adquisición con respecto a años anteriores, en los que se primaba a artistas menores de treinta años. Solo Quinteros cumple este requisito. 

Obra de Pilar Quinteros. Cortesía de FAVA

Obra de Ximena Garrido-Lecca. Cortesía de FAVA

Obra de Sofía Gallistá. Cortesía de FAVA

Además de esta gala de adquisición, la estrecha relación entre FAVA y Ch.ACO se refleja en el amplio programa de actividades que la fundación realiza en la feria. En palabras de Elodie Fulton, directora de Ch.ACO, ''(la feria) intenta, además, reforzar y dar visibilidad a la visión y misión de otras fundaciones e instituciones nacionales; es por esto que hemos trabajado a lo largo de estos años con la Fundación AMA, Corpartes, el Mac, el Museo de la Memoria. Su presencia se hace igualmente en un trabajo conjunto de política de adquisición en el marco de la feria, a través de donaciones u amigos de la institución''. 

Fulton también señala otro punto de interés: ''Además de la adquisición de la Colección FAVA, que opera a través de un programa de patronos, es interesante recalcar que, a través del espacio de editoriales, existe la creación de un acervo de libros de arte, la Biblioteca 700, que complementa el Museo Móvil FAVA''.