Federico Curutchet: "Hay un oasis que nos espera al final de este momento"

Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Federico Curutchet, director artístico de la galería BARRO, de Buenos Aires, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte? 

Federico Curutchet (FC): El gran artista argentino, Federico Manuel Peralta Ramos, dijo alguna vez que "solamente consiguen un oasis aquellos que se bancan en el desierto". Hay un oasis que nos espera al final de este momento. Y el arte se comporta como refugio, un lugar para reencontrarnos con nosotros mismos provocando la reflexión, el pensamiento y la sensibilidad. Hace poco leí una imagen que propone Mariana Enríquez que me gustó mucho: la sensación de que acabamos de tener un accidente de auto, todavía estamos entumecidos y mareados por el golpe, no sabemos si habrá una explosión o no; el humo sale del capó y todo parece estar detenido en un silbido constante en los oídos. Cuando nos recuperemos del golpe no quedará más remedio que sanar las heridas y ver, desde nuestro lugar, como podemos ayudar al prójimo. Seguramente tendremos muchas cosas para replantearnos como sociedad y como personas. Ahí estará el arte para esbozar respuestas y construir oasis.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el galerístico, en particular, a partir de ahora, en lo referente a gestión, exhibición, relaciones comerciales y comunicación? 

FC: Definitivamente estamos frente a una coyuntura histórica muy particular sin precedente y tendremos que ser muy creativos para reinventarnos, para resignificar los vínculos -entre nosotros y con nuestro entorno-, y para contactarnos -en términos de comunicación y de contacto- con los diferentes interlocutores y actores del mundo del arte y público en general.

También sabemos que en épocas de guerra o pánico social como éste, la energía apocalíptica fin-del-mundo provoca un deseo en ebullición que pide salir, y genera las ganas de ir al encuentro con el otro, al abrazo, al cara a cara. Y eso, de alguna manera, se traduce en el arte. Porque la obra en sí contiene un tejido afectivo y honesto que irradia una suerte de perfume necesario para respirar en estos días. En ese sentido, creo que volveremos a reencontrarnos fortalecidos y mucho más conscientes de la importancia de los vínculos; sobre todo pienso en aquellas relaciones que habíamos naturalizado. Iremos sumando herramientas digitales para mantenernos en contacto, desde ya, pero la relación afectiva, la del cara a cara, es la que volverá mucho más fortalecida, cuando pase el temblor.

AI: ¿Alguna vez pensó que su organización necesitaría de un plan de contingencia online para crisis? 

FC: Siempre estamos pensando en la mejor manera de comunicarnos con nuestro público. Las herramientas digitales y las plataformas online son una herramienta muy poderosa y dentro del staff de la galería tenemos un equipo encargado del diseño y la comunicación en este área. La idea es continuar desarrollando el contenido online y aprovechar todas las herramientas que estén a nuestro alcance.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online? Si, es así, ¿qué medidas barajan implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital (para exhibición, difusión y ventas) y que no venían ejecutando? 

FC: Desde la galería tomamos con mucha cautela esa traducción no siempre muy ajustada que se da en el pasaje del plano físico al espacio virtual. Son dos universos que se comportan de manera diferente y hay que entender el lenguaje que se maneja en ambos antes de traducir literalmente del uno al otro. Hoy más que nunca nos damos cuenta que las plataformas digitales y las redes sociales, no tienen la calidez de un encuentro real, de un apretón de manos, una mirada o una sonrisa. El sistema del arte es un sistema que construye un valor muy específico y que se comunica en la cercanía del uno con el otro. Por eso lo principal es estar cerca. En estos momentos de cuerpos distantes, una buena manera de estar cerca es estar comunicados con los nuestros, con aquellas personas que nos acompañan desde siempre y que creen tanto como nosotros en nuestros artistas y en sus obras. Nos sumamos a plataformas de venta online y a iniciativas como las de arteBA y Artsy, sabiendo que un sistema como el del e-commerce no reemplaza al encuentro físico, sino más bien lo enriquece. Desde las plataformas virtuales (artsy, instagram, facebook, vimeo) podemos hacer más masivo nuestro trabajo, darle mayor visibilidad a nuestros artistas y transmitir confianza, transparencia y profesionalismo al hacer públicos los valores de las obras, por ejemplo. Son herramientas que hoy en día cobran un mayor protagonismo y que debemos incorporar a nuestra práctica diaria una vez que volvamos a la "normalidad".