Nueva York, Estados unidos - Con profundo pesar, el mundo del arte lamenta el fallecimiento de Frank Stella, una figura sobresaliente en el campo del arte abstracto durante los últimos 65 años. Stella, cuya muerte se anunció el 4 de mayo, falleció en su hogar en la ciudad de Nueva York. Desde 2014, fue representado por la Galería Marianne Boesky quien en un comunicado elogió su "extraordinario y perpetuamente evolutivo cuerpo de trabajo que investigó las posibilidades formales y narrativas de la geometría y el color, así como los límites entre la pintura y el objeto". La galería rindió homenaje a su legado, destacando su obra como un testimonio perdurable de su genio creativo.

Nacido en 1936 en Malden, Massachusetts, Stella dejó una marca indeleble en el arte contemporáneo desde su debut en la escena artística de Nueva York en 1959 con su serie de pinturas monocromáticas austeras titulada Black Paintings (1958-60), las cuales sorprendieron por su elegancia y simplicidad. Estas obras, exhibidas en la histórica exposición Sixteen Americans en el Museo de Arte Moderno (MoMA) en 1970, marcaron el inicio de una carrera excepcional.

Frank Stella, "Hiragla Variation I", 1969. Fotografía © Museum Associates/LACMA

A lo largo de su vida, Stella fue protagonista de numerosas exposiciones pioneras en las principales instituciones artísticas de Nueva York: Geometric Abstraction (1962) en el Whitney Museum of American Art, The Shaped Canvas (1964), Systemic Painting (1966) en el Solomon R. Guggenheim Museum, y The Structure of Color de nuevo en el Whitney en 1971.

En 1965, junto con Rauschenberg, Johns, Claes Oldenburg y Jim Dine, Stella fue elegido para representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. Su serie Protractor, grandes lienzos semicirculares de colores brillantes, nombrados en honor a la herramienta geométrica del mismo nombre y lanzados en Leo Castelli en 1967, cimentaron su influencia en el arte abstracto de su época. En 1970 se convirtió en el artista más joven, a la edad de 33 años, en recibir una retrospectiva en el MoMA. Su segunda exposición retrospectiva en el museo, Frank Stella: Works from 1970 to 1987 (1987-88), comenzó su secuencia cronológica con la serie Polish Village, dedicada a las sinagogas destruidas en Polonia por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Esta serie fue la primera en la que pasó de collages en bajo relieve a hacer obras en alto relieve utilizando fieltro y cartón.

Vista de la exposición "Recent Work" de Frank Stella en la galería Marianne Boesky, Nueva York, 2019

Además de su destacada labor como artista, Stella fue un defensor incansable de la innovación tecnológica en el arte. Pionero en el uso del diseño asistido por ordenador (CAD) y la impresión 3D, Stella siempre estuvo a la vanguardia de las nuevas tendencias. En la década de 2000, Stella utilizó una impresora 3D para producir segmentos de metal y resina para su serie de esculturas policromadas Scarlatti Kirkpatrick, inspirada en las sonatas para clavecín del compositor italiano del siglo XVIII Domenico Scarlatti y los escritos del musicólogo estadounidense del siglo XX Ralph Kirkpatrick.

Su legado trasciende las fronteras del arte convencional y se expande hacia el mundo digital. En 2022, Stella se convirtió en uno de los primeros artistas en crear un NFT (token no fungible), marcando un hito en la convergencia entre el arte y las nuevas tecnologías. Su apertura a la creación de derivados digitales y su defensa de los derechos de les artistas demostraron su compromiso con la evolución del arte en la actualidad.

Con su partida, el mundo del arte pierde a un visionario cuya creatividad y pasión dejaron una marca indeleble en la historia del arte. Que descanse en paz, Frank Stella.