Experimentación, multidisciplinariedad y conceptualismo en los 10 artistas de Cecilia Fajardo-Hill

Tras su última entrevista con ARTEINFORMADO, la venezolano-británica Cecilia Fajardo-Hill, una de las curadoras más respetadas e influyentes dentro del ámbito latinoamericano, laninx y chicanx, ha vuelto a ser invitada por nuestro medio, esta vez, a propuesta de los organizadores de la feria chilena Ch.ACO, donde, por segundo año ha curado el programa Focus ChACO 2017, para seleccionar "10 artistas a seguir" con la única condición de ser chilenos o residentes en Chile. Aquí tiene las razones de su selección:

Cuando pensamos en el término arte latinoamericano, dependiendo desde donde miramos y cuanto conozcamos la región, Chile ocupa un lugar importante en nuestro imaginario, o no; ha sido objeto de estudio y reconocimiento, o es un gran ausente. Hay artistas reconocidos chilenos que trabajan desde los años 70 tales como Juan Domingo Dávila, Eugenio Dittborn, Diamela Eltit, Paz Errázuriz, Grupo CADA, Alfredo Jaar, Catalina Parra, Lotty Rosenfeld, Janet Toro, Eugenia Vargas, Cecilia Vicuña, y muchos más, que a lo largo de los años han sido tenido presencia internacional. Las propuestas conceptuales y políticas de estos artistas han marcado una suerte de pauta para la escena artística chilena, de un arte de corte conceptual, circunspecto, multidisciplinario, profundamente crítico, y lleno de sospecha hacia el status quo, que en muchos casos es resultado de largos procesos de investigación.

Aunque las generalizaciones se transforman fácilmente en camisas de fuerza y estereotipos, ciertos lineamientos generales pueden ser un buen punto de partida para pensar la especificidad de una escena artística contemporánea como la chilena. Los artistas que he nominado son solo algunos de los nombres de una escena que es extensa e intensa y de la cual me interesan muchos mas artistas. Inclusive varios de los artistas nominados, fueron ya señaladas por otras colegas. Esta es una lista absolutamente parcial, una suerte de pequeña constelación de artistas que apunta a una escena mucho mas grande.

Puede decirse que como vaso comunicante, todos estos artistas comparten una aproximación experimental y multidisciplinaria a la práctica artística, a la vez que un conceptualismo profundo.

Algunos de estos artistas comparten una posición de análisis crítico y político, como en el caso de Claudio Correa (Santiago, 1970) que analiza la historia colonial y militar del país, creando tensiones críticas con el presente, Martin Eluchans (Chile, 1984) evidencia una serie de crisis geopolítica al resaltar los problemas limítrofes entre naciones en el mundo, problemas no solo de índole geográfica sino ideológica.

Alejandra Prieto (Santiago, 1980) analiza la explotación minera y explora de formas múltiples sus consecuencias ecológicas y humanas. Pilar Quinteros (Santiago, 1988) realiza una obra profundamente contextual y site specific, por medio de performances y acciones que revelan las historias soterradas y con ellas su disfuncionalidad y colonialismo; y Camila Ramírez (Antofagasta, 1988), analiza las estructuras e iconografías de las grandes ideologías políticas del país, evidenciando su fracasado sentido utópico.

En otra vertiente crítica otros artistas realizan una obra también crítica, pero quizás mas poética, Catalina Bauer (Buenos Aires, 1976) se remite a materiales del día a día y a menudo relacionados con lo artesanal, como también realiza obras de forma comunitaria, retando de esta manera jerarquías de la alta cultura y de las dinámicas de las sociedades capitalistas; Manuela Viera-Gallo (Roma, 1977) explora un repertorio relacionado a lo femenino para realizar una crítica feminista.

Por su parte, Sebastian Mahaluf (Santiago, 1976) a través de sus instalaciones y acciones, propone mostrar nuevas formas de relación entre las personas y el espacio; y Paula de Solminihac (Santiago, 1974) produce una obra fundamentada en la experimentación cerámica y el dibujo, con los cuales se aproxima a otras disciplinas como la ciencia y aborda importantes problemas filosóficos.

Finalmente, Bernardo Oyarzún (Santiago, 1963) desarrolla un trabajo vinculado al contexto popular, a los espacios marginales y las congruencias estéticas que emergen de ahí, siendo posible rastrear un elemento biográfico y reflexivo en todas su obras.