En Estampa 2018 primó el 'primer mercado' de artistas españoles hombres de media carrera

La recién estrenada alianza de la feria de arte contemporáneo Estampa con Ifema, hace dos semanas, no solo ha traído un cambio organizativo y de sede, sino que también supone un avance en su transparencia al publicar un primer análisis de resultados a partir de una lista de 164 artistas cuyas obras han sido vendidas en firme durante la feria (ver lista aquí). Estos datos, que han sido proporcionados por las galerías participantes, contemplan, por tanto, las ventas finalizadas, quedando fuera de este análisis las operaciones y gestiones a medio y largo plazo, aclaran desde Estampa.

Cortesía de Estampa

Entre las principales conclusiones que arroja el listado de artistas que han vendido obra, destaca que el 83% pertenecen al primer mercado. Según afirma su director, Chema de Francisco: "este es un buen síntoma para Estampa que se establece como una reunión de la producción artística viva, actual e interesante desde el punto de vista creativo".

De entre este gran porcentaje de artistas de primer mercado, en un 75%, se han vendido trabajos de artistas menores de 55 años, es decir artistas de media carrera y emergentes. "Ese dato muestra un interés de los coleccionistas y compradores por el arte más actual y maduro de nuestro mercado", apuntan desde Ifema.

Cortesía de Estampa

Daniel Canogar, June Crespo, Javier Arbizu, Tania Blanco, Ángeles Agrela o Robert Ferrer i Martorell son algunos de los muchos artistas de media carrera y emergentes que figuran en la lista.

Otro dato que arroja es que 115 de los artistas que han vendido obra (70%) son nacidos o trabajan en España. Además, 106 de los artistas con nacionalidad española son representados directamente por sus galerías. 

Aunque el informe no lo refleja, no está de más señalar que este alto porcentaje de artistas españoles se debe, en su gran medida, a que la casi totalidad de las galerías que han participado fueron españolas, 60 de un total de 65.

Cortesía de Estampa

De fuera de nuestras fronteras acudieron las portuguesas Carlos Carvalho - Arte Contemporánea, Trema Arte Contemporânea, Módulo - Centro Difusor de Arte, la venezolana Carmen Araujo Arte y la polaca Rodríguez Gallery mientras que la gran participación corrió a cargo de galerías provenientes de todo el territorio nacional como CarrerasMúgica, Juana de Aizpuru, José de la Mano, Ponce + Robles, Rafael Ortiz, T20, Isabel Hurley,  Gema Llamazares, Miguel Marcos o Cànem, entre otras.

De los 49 artistas restantes (30%) que trabajan fuera de nuestras fronteras, 35 están representados de primera mano por galerías participantes. Entre ellos destacan artistas portugueses e iberoamericanos como Carla Cabanas, Pedro Calhau, Andrea Canepa o Albano Afonso, por citar solo algunos.

Finalmente, el análisis arroja una triste realidad con respecto al porcentaje por géneros. Y es que en la lista de creadores que han vendido obra queda patente que entre los artistas de primer mercado sigue habiendo un claro desequilibrio de género, un 30% de mujeres y un 70% de hombres, "a pesar de que las artistas han tenido un gran protagonismo, con Ángela de Cruz como artista invitada y la presencia de, entre otras, Beth Moysés, Ana Barriga, Jimena Kato, Paula Rubio Infante, Concha Jerez, Almudena Lobera, Bel Fullana..., además del programa comisariado por Violeta Janeiroque casi en su totalidad estaba compuesto por mujeres artistas", según subrayan desde la feria madrileña.

Cortesía de Estampa

A este respecto, el director de la feria afirma que "esta senda de incrementar la presencia femenina ya no tiene vuelta atrás, es lógico que una feria que recoge lo más actual de la escena artística española, tenga una presencia femenina cada vez más consistente". 

Teniendo muy en cuenta el alto secretismo que rodea al mundo ferial, es de justicia valorar este primer análisis de resultados de la segunda feria en importancia del país. Si bien, hay que decir que se echa en falta los nombres de las galerías donde se han vendido las obras de los 164 artistas y, claro está, los precios individuales (o, al menos, el global) por los que las obras fueron vendidas. Pero, no cabe duda de que es un buen comienzo hacia una mayor transparencia en su feria.