En la madrugada del pasado lunes, a las cinco y media, se declaró un incendio que arrasó la primera planta del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS). A pesar de que, en un primer momento, el Ayuntamiento de Santander afirmaba que la colección estaba intacta y ninguna pieza había sufrido percances, el posterior balance de daños deja un panorama mucho menos optimista. 

El museo permanecía cerrado desde el pasado mes de marzo, cuando cesó de forma temporal su actividad para acometer unas obras de acondicionamiento. Con motivo de la reforma, las piezas de la colección se almacenaron en un búnker habilitado para evitar que sufrieran algún daño. El fuego se originó en la primera planta del MAS, en el conocido como espacio MeBAS, en el que se encontraban once obras que, por sus dimensiones, no habían podido ser llevadas al sótano. 

El mismo lunes, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el concejal de Protección Ciudadana, Pedro Nalda, aseguraban que ninguna pieza había sido dañada por las llamas o el humo. En declaraciones que recoge El Diario Montañés, ambos manifestaban que ''la colección está almacenada y custodiada en el sótano del edificio museístico'' y recalcaban que no había ninguna obra de arte afectada. Sin embargo, a lo largo de esta semana se ha podido conocer el verdadero alcance del fuego, que sí ha provocado daños irreparables a la colección. 

El incendio ha acabado con la mayor parte de los fondos bibliográficos del museo (alrededor de 28.000 volúmenes), además de ocho de las piezas que se encontraban almacenadas en la sala. Las otras tres piezas están seriamente dañadas y los informes preliminares cuantifican su restauración en 50.000 euros. 

Esta situación ha desatado la polémica sobre la gestión del patrimonio artístico del museo. En un comunicado hecho público hoy, Noemí Méndez, presidenta de IAC Cantabria, solicita ''la máxima transparencia y rigor a la hora de evaluar la situación en la que se encuentran tanto la institución como su patrimonio''. También señala la necesidad de que ''se tomen las medidas necesarias respecto a las responsabilidades que deban asumirse''. 

La polémica ha crecido al conocerse las condiciones en las que la colección ha sido trasladada tras el incendio. Las imágenes muestran a los operarios sin guantes sacando las obras al desnudo, sujetándolas con las manos o llevándolas en carretillas. El Diario Montañés recoge la opinión de varios expertos que aseguran que no se dan las condiciones mínimas de seguridad y conservación. El Ayuntamiento, por su parte, ha defendido la labor de la empresa de traslado. 

Quien no se ha manifestado todavía es Salvador Carretero Rebés, director del MAS, que lleva desde enero de 1989 al frente del museo. Durante su mandato, el museo ha cambiado de nombre (hasta 2010 era el Museo de Bellas Artes de Santander) y ha incorporado obra de varias colecciones nacionales destacadas. En 2010, varias obras pertenecientes a la Colección Los Bragales pasaron a formar parte de los fondos del museo santanderino. Ese mismo año, el MAS también se hizo con 1.100 piezas procedentes de la Colección Norte de Arte Contemporáneo del Gobierno de Cantabria. Estaremos atentos a la evolución de la que es, sin duda, la peor crisis del MAS en su historia.