El coleccionista particular, verdadero motor en la compra de arte en subasta

Nuestra colaboradora María Blanco Conde, directora de la consultora Art & Value, estuvo allí. Esta es su crónica:

Reecuentro y desencuentro. Me explico, recuentro porque es la 3ª convocatoria sobre  la Lucha contra el tráfico ilícito de Bienes Culturales que organiza la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del MECD y desencuentro porque nada o poco se ha avanzado en el apoyo de Cultura al sector del Mercado del Arte. Los profesionales se sienten desprotegidos, sin reconocimiento, desamparados frente al Estado, que deniega los permisos de exportación. Cierto es que las galerías, anticuarios, salas de subastas y, frente a éstos, los museos, no se apoyan entre sí, por ello las conferencias de este año resultaron un tanto decepcionantes.

Presentadas en dos bloques, los ponentes del primer día no aportaron nada nuevo a los profesionales, salvo los datos  comunicados en primicia por Carlos González Barandiarán y Muller, Secretario de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación del Bienes del PHE, sobre las cifras actuales de permisos de exportación,  similares al año anterior: se gestionaron 14.017 expedientes de piezas, de las cuales se denegaron 70, 17 obtuvieron la licencia de exportación tras una segunda evaluación en profundidad y se adquirieron 2 por venta irrevocable. La mayoría de los permisos eran para piezas destinadas a exposiciones temporales en el extranjero.

España es de los pocos países de la UE que aplica impuestos a la exportación del arte cuando se destinan a países de fuera de la UE. La solución y la práctica más extendida es crear una sociedad en Gran Bretaña y así evitar pagar dichas tasas. El Estado se está planteando en este momento eliminar este impuesto porque resulta ineficaz.

La abogada Eva Lasunción habló del Mercado del Arte en España en  el 2014. Su discurso resumía el informe de Clare McAndrew presentado hace unos meses en la Fundación Arte y Mecenazgo, cuyas cifras son un tanto especulativas, habida cuenta de que las recogidas de las galerías de arte (sólo de un 18% participaron) no resultan  del todo fiables, desde luego mucho menos que las de las salas de subastas de arte, cuyos resultados de remates son públicos .

España dentro de Europa ocupa un tímido sexto puesto con un 1% en cuanto al mercado global. Predomina la venta de pintura contemporánea (60% en subastas y 72% en galerías de arte), con precios muy inferiores a los internacionales, donde el grueso de las operaciones están por debajo de los 3.000 € -tanto en galerías como en subastas- y, por origen de los artistas, el 74% de las ventas corresponde a artistas españoles, en subasta, porcentaje que baja al 69% cuando se contemplan las ventas en galerías. En total, ventas por 336 millones de Euros, que no incluyen las operaciones privadas realizadas por agentes externos: marchantes, art dealers, art adviser… y otros menos profesionales.

Tampoco la bajada del IVA al 10% a principios del 2014, coincidiendo con la celebración de ARCO, nuestra más importante feria de arte contemporáneo, logró modificar sensiblemnete una práctica, cada vez más extendida entre los grandes coleccionistas españoles, que optan por adquirir obras en ferias internacionales en el extranjero, como TEFAF o Art Bassel, por resultarles más fiables y con mejores ofertas.

Lluis Peñuelas habló de una manera general y teórica sobre La Falsificación de Obras de arte, recomendando la lectura de su libro "Autoría, autentificación y falsificación de obras de arte" (Polígrafa, 2013). 

Y finalizó la jornada con la conferencia de la abogada de Sotheby's, Antonia Serra, sobre la regulación jurídica del mercado del arte, muy dispar dependiendo del país, con sus propios reglamentos y legislación.

Devorah Elvira, especialista en joyería antigua y una de las pocas anticuarias que ha conseguido exponer en la holandesa TEFAF, abundó en el papel que juegan los anticuarios en la protección del patrimonio, resaltando el hecho de que en la mayoría de los casos la procedencia en piezas antiguas está poco o mal documentada y echando de menos una prensa especializada en el mercado del arte, comentando, además, que la figura del anticuario en el extranjero está mucho más valorada y con mayor prestigio que la que tiene en nuestro país.

Del mundo de las subastas de arte en España,  Enric Carranco (Barclis, Barcelona) comentó que el verdadero motor en la compra de arte en subasta era el coleccionista particular, que llega a participar en el 90% de los remates, siendo, además, en un 80% español. Y se preguntó: ¿Cual es la palabra clave para que el coleccionista compre en España? La Confianza.  El cliente -dijo- debe esperar de una sala de subastas autenticidad y garantía. Y añadió: No es un público fiel a una determinada sala, sino que le mueve el encontrar la pieza que complete su colección.

Por último, Paloma Fernández, directora del Fondo Cultural Villar Mir, habló sobre el coleccionista, protector y recuperador del Patrimonio Histórico. De hecho, Villar Mir, empresario, comprador de obras de los siglos XVI al XIX, interviene de una manera activa en recuperar obras maestras, comprando en subastas internacionales para luego prestarlas a instituciones que organizan exposiciones temporales, como la Fundación Gulbenkian en Lisboa o la exposición  "A su Imagen" en Madrid.

En resumen, una vez más, estos encuentros han evidenciado que en España contamos con un mercado débil y pequeño, en los que las galerías hacen un gran esfuerzo por salir al extranjero, que hay una necesidad de internacionalizar nuestro mercado, con los consiguientes problemas legales y fiscales y la falta de colaboración entre el Estado y este sector privado, que debe reinventarse para salir adelante y dar mayor imagen de credibilidad y profesionalidad.