Málaga, España – El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, ubicado en el histórico edificio del antiguo Mercado de Mayoristas, está a punto de cerrar sus puertas de manera temporal. Este cierre, previsto para el próximo 8 de septiembre, marca el inicio de una nueva etapa de transformación para uno de los espacios culturales más emblemáticos de la ciudad. Sin embargo, el futuro del CAC y de su plantilla de 27 trabajadores permanece envuelto en incertidumbre, generando preocupación y movilizaciones.

Desde su inauguración en 2003, el CAC Málaga ha sido gestionado por la empresa Gestión Cultural y Comunicación S.L., que se adjudicó la administración del centro tras ganar un concurso en 2002. Este contrato ha sido prorrogado en varias ocasiones, siendo la última en septiembre de 2023, con un importe de 3,2 millones de euros y una duración de un año. No obstante, el Ayuntamiento de Málaga ha decidido no renovar este contrato, recuperando la gestión directa del equipamiento cultural a partir del 18 de septiembre. Esta decisión ha provocado un clima de incertidumbre entre los trabajadores, quienes temen por su futuro laboral y han convocado una manifestación el 6 de septiembre para exigir garantías de continuidad en el nuevo proyecto.

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La decisión del Ayuntamiento de asumir la gestión directa del CAC se enmarca en una estrategia más amplia de reformas y reestructuración del centro. Según han explicado fuentes municipales, el cierre temporal se debe a la necesidad de realizar una serie de reformas en el edificio para adecuarlo a una nueva actividad expositiva y cultural. Aunque aún no se han dado a conocer detalles específicos sobre la naturaleza de estas reformas ni sobre la futura programación cultural del espacio, se espera que próximamente el consistorio ofrezca más información al respecto.

El edificio del CAC, con una superficie total de 6.000 metros cuadrados, de los cuales 2.400 están destinados a exposiciones, es una pieza clave del patrimonio arquitectónico de Málaga. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1987, este inmueble ha sido testigo de diversas transformaciones a lo largo de su historia. Originalmente diseñado como mercado mayorista en 1939, fue inaugurado en 1942 y más tarde reconvertido en un centro de arte contemporáneo en el año 2000. Ahora, se prepara para una nueva metamorfosis que, según el Ayuntamiento, permitirá renovar y revitalizar su oferta cultural.

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No obstante, mientras se llevan a cabo los preparativos para el cierre y las futuras reformas, el CAC Málaga sigue siendo un punto de encuentro en torno al arte. Hasta el 8 de septiembre, les visitantes pueden disfrutar de las dos exposiciones actuales: Neighbours IV y Pasión II. Colección Carmen Riera. La primera, inaugurada en 2018, reúne 50 obras de 33 artistas contemporáneos, y se centra en la producción artística local, destacando el talento de creadores que han encontrado en Málaga una fuente de inspiración. Por su parte, Pasión II. Colección Carmen Riera, inaugurada en 2013, exhibe una treintena de piezas cedidas por la coleccionista Carmen Buqueras en un acuerdo firmado con el Ayuntamiento en 2009, lo que subraya la importancia del CAC como depositario del patrimonio cultural de la ciudad.

En medio de este panorama, la situación laboral de les 27 empleades del CAC ha cobrado protagonismo. Representades por el sindicato CGT Málaga, les trabajadores han expresado su preocupación ante la posibilidad de quedar desempleades tras el cierre del museo. Aunque el Ayuntamiento ha indicado que no tiene obligación de subrogarles, les empleades insisten en la necesidad de mantener sus puestos de trabajo y de asegurar una gestión cultural municipal abierta y participativa que permita transformar el CAC en un espacio vivo para la cultura y el encuentro ciudadano.