Elogiado simultáneamente como provocador, travieso y el poeta trágico de nuestra época, el italiano Maurizio Cattelan (Padua, 1960) es uno de los artistas contemporáneos más importantes de la actualidad que se dio a conocer en la década de los 90. En la exposición que se presenta, hasta el próximo 4 de enero en el CAC Málaga, bajo el comisariado de su director, Fernando Francés, se podrán ver ocho piezas de Cattelan pertenecientes a la colección de la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo, en Turín. Esta selección repasa la trayectoria desde sus comienzos hasta poco antes de retirarse activamente del mundo artístico en 2011, con su conocida retrospectiva "All", que reunió 130 de sus creaciones en el Solomon Guggenheim Museum de Nueva York.

El artista, que actualmente vive y trabaja en Nueva York, ha venido empleando a lo largo de su trayectoria la ironía para poner énfasis en los problemas sociales y políticos de su país, como la inmigración, el racismo, el terrorismo, la religión o la muerte, además de criticar el post capitalismo y el entorno en el que se desenvuelve la actividad artística contemporánea. Para ello, en su obra hace uso de una amplia variedad de materiales, como son el neón, residuos y escombros, poliuretano, resina, fotografía e incluso animales disecados.

Así, la exposición del CAC arranca cronológicamente con una fotografía de la performance histórica "Cesena 47 - A.C. Forniture Sud 12" (1991), que tuvo lugar en la Galería de Arte Moderno de Bolonia y en la que organiza un partido de fútbol entre dos equipos, uno de ellos de jugadores norteafricanos, con la intención de poner el foco en los conflictos xenófobos que en aquel momento existían en Italia. Otros asuntos como la mafia, también se recogen en su trabajo, como en la obra 'Lullaby' (1994), que realizada con escombros y basuras recogidos del atentado de la mafia que afectó al Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán en 1993, saca a la luz uno de los problemas más graves de Italia y le da visibilidad a estos hechos.

La religión es otra fuente en la que se inspira Cattelan. El neón con su nombre, en la que introduce una tercera 'T', apunta a la imagen de las tres cruces, bien por las víctimas de los atentados mencionados con anterioridad, o bien porque quiera hacer suyo la simbología religiosa que alude a las tres cruces del Monte Calvario. Tampoco el mundo del arte está exento de su particular interpretación sarcástica en la obra 'La Rivoluzione siamo noi' (2000), una instalación compuesta por una figura con su rostro, vestido con el traje de fieltro del artista alemán Joseph Beuys que está colgado en un perchero, con la que Cattelan pretende despojar de misticismo y divismo todo lo que rodea al arte contemporáneo. Son sólo algunas de las obras que se podrán ver en su primera individual en España.

Cattelan, de formación autodidacta, aunque comienza a trabajar en el mundo del arte en la década de los 80, sus primeros trabajos datan de principios de los 90, cuando se muda a Milán. Además de su mencionada retrospectiva "All" (2011), destacan otras exposiciones individuales en la última década en museos como la del Center for Contemporary Art de Polonia (2012); en el Palazzo Reale en Milán (2010); en el Museum für Moderne Kunst en Frankfurt (2007); en el Musée du Louvre en París (2004); en el Museum of Contemporary Art (MOCA) de Los Ángeles (2003); en el Museum of Contemporary Art de Chicago (2001) y en el Centre Georges Pompidou de París (2000).

Entre los proyectos más distintivos de Cattelan está la serie de figuras de cera natural que representan y desafían figuras icónicas de autoridad. Además de 'La Nona Ora' (1999), una escultura realista del Papa Juan Pablo II impactado por un meteorito, el artista ha realizado una representación de 'Adolf Hitler' en la escala de un niño, arrodillado como en una pose de súplica. Cattelan también ha realizado esculturas en las que él mismo es protagonista, como una instalación de 2001 creada para el Museum Boijmans Van Beuningen, en Rotterdam, que muestra una escultura fisgoneando desde un agujero en el piso de la sala de pinturas de los Grandes Maestros.

Además de creador, se ha desempeñado en otras áreas del arte: junto a sus habituales colaboradores, los comisarios Ali Subotnick y Massimiliano Gioni, curó la Bienal de Berlín de 2006; dirige la Wrong Gallery -una puerta de vidrio que funcionó como una galería en Nueva York entre 2002 y 2005, para luego instalarse en la Tate de Londres-; y publicó, de forma ocasional, el periódico de arte Charley.  Actualmente, es cofundador de la revista visual Toilet Paper Magazine, que contiene imágenes concebidas y fotografiadas por él y el fotógrafo italiano Pierpaolo Ferrari (Milán, 1971).