Cuestionan a la colombiana María Inés Rodríguez en la dirección del CAPC de Burdeos

La curadora y crítica de arte María Inés Rodríguez (Colombia, 1968) deberá abandonar su puesto de directora del CAPC - Musée d’Art Contemporain de Bordeaux (CAPC), según le fue confirmado en una reunión mantenida la semana pasada con los dirigentes de cultura del Ayuntamiento de Burdeos, responsable de la gestión del centro francés. En un comunicado emitido por el consistorio se alude como la principal causa de su destitución "problemas de gestión".

ARTEINFORMADO se ha puesto en contacto con Rodríguez, quien ha declinado hacer cualquier tipo de declaración al seguir siendo todavía directora del CAPC. En estos momentos se estarían negociando los términos de su destitución así como su fecha de salida la cual aún no ha sido fijada.

Con una decisión ya tomada y sin vuelta atrás, por lo que todo indica, las informaciones que circulan sobre su cuestionamiento son bastante contradictorias, ya que mientras en unos medios refieren la caída de visitantes y de repetidas tensiones entre la todavía directora con su personal, caso del rotativo Le Monde, otros como el medio on-line Rue89 Bordeaux, sin embargo, contradicen esas tesis y aluden al enfado por parte del personal al conocer la destitución.

"Recibimos alertas del personal, de medicina laboral", ha declarado Fabien Robert, teniente de alcalde a cargo de la cultura, según recoge Le Monde. Si hay o hubo quejas, eso lo saben los protagonistas del asunto, pero lo que no hay que pasar por alto es que tras su llegada en febrero de 2014 para suceder a Charlotte Laubard, María Inés Rodríguez fue reelegida en febrero de 2017, y se esperaba que cumpliera otro mandato de tres años.

En una entrevista con este medio, declaraba, solo un año después de su llegada al CAPC: "He aprendido que no existen fórmulas y que es importante desarrollar un proyecto en equipo que corresponda al contexto en el que estamos". 

Como recoge el citado Rue89 Bordeaux, en recientes manifestaciones Fabien Robert no ha ocultado que quiere para el museo otros usos y destinos.

En ello, sin duda, tiene mucho que ver un cambio de modelo en la ciudad y en sus estructuras culturales. Según se deduce en sendas declaraciones reunidas en Rue89 Bordeaux, la apuesta de Robert sería mucho más proclive a exposiciones tipo ¡blockbuster¡ que buscan públicos mayoritarios, y a potenciar la entrada de nuevos actores privados como la Fondation Bernard-Magrez, entre otros.

Y, claro, pensando en esto último, como que la línea expositiva de María Inés Rodríguez no encaja y menos debe convencer a Fabien Robert. Y eso, que la curadora colombiana ha organizado algunas de las mejores muestras de la historia de un centro que inició su andadura en 1974 de la voluntad conjunta del entonces alcalde, Jacques Chaban-Delmas, y Jean-Louis Froment, el primer director de CAPC.

En estos últimos cuatro años se han podido ver exposiciones del guatemalteco Naufus Ramírez-Figueroa, del chileno Alejandro Jodorowsky, de la estadounidense Judy Chicago, de la portuguesa Leonor Antunes o del alemán Franz Erhard Walther, León de Oro en la última Bienal de Venecia 2017, y, en lugar destacado y para la memoria, la primera retrospectiva en Europa de la colombiana Beatriz González, que, por cierto, se podrá ver en breve, nuevamente bajo la curadoría de María Inés, en el Palacio de Velázquez de Madrid, centro dependiente del Museo Reina Sofia.

De ahí, que las reacciones a su anunciada destitución no se hayan hecho esperar y hayan sido más de 50 reconocidos profesionales del sector artístico, los que han querido manifestar su total desacuerdo con la decisión adoptada a través de una carta abierta, publicada por el rotativo francés Libération.

Entre ellos, algunos de los más renombrados directores de instituciones en Francia, como la española Marta Gili, directora del Jeu de Paume, (París), y el extranjero, como la británica Frances Morris, primera directora mujer de la Tate Modern (Londres), o el suizo Hans Ulrich Obrist, co-director de exposiciones y programas y director de proyectos internacionales de la Serpentine Gallery (Londres), así como reconocidos críticos, académicos y artistas franceses como Dominique Gonzalez-Foerster y Christian Boltanski, y, por supuesto, también distinguidos curadores iberoamericanos como el mexicano Pablo Léon de la Barra, Magali Arriola y Sofía Hernandez Chong Cuy, el brasileño Adriano Pedrosa, y el español Agustín Pérez Rubio, con quién coincidió en su etapa en el Musac de Léon, entre muchos otros.

Los firmantes dicen que están "consternados al ver que a lo largo de los años, de un director del CAPC a otro, se encuentran los mismos problemas: presión continua sobre la dirección del museo tomada en el corsé de la junta municipal, la falta de apoyo institucional, el debilitamiento de los medios financieros. El CAPC es rico en una prestigiosa historia que cuenta en el panorama artístico internacional. Sería trágico terminar con intenciones políticas miopes".

Similaridades con el caso del MARCO de Vigo

Esto nos lleva a otra situación muy similar que se vive en el país vecino, España, en el MARCO - Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, que, como el CAPC, también es una institución dependiente directamente de la alcaldía de la ciudad, lo que ha hecho que su funcionamiento haya sido muy difícil en los últimos años y haya llegado a un escenario casi dramático según las últimas noticias que llegan desde esa esquina de España.

Así, tras la salida de su director, Iñaki Martínez Antelo, que no renovó su contrato, y la posterior también renuncia de la igualmente santiaguesa Agar Ledo Arias, responsable de exposiciones, no han dejado de alzarse voces críticas del sector del arte contra los planes futuros para el MARCO por parte del Ayuntamiento de Vigo, las cuales, consideran esas futuras actuaciones como de "desmantelamiento del centro gallego".

La última llamada de S.O.S es la convocatoría que ha organizado la Asamblea cívica Marco#Así Non que ha tenido lugar hoy martes 13 de marzo en el Salón del MARCO donde han expresado su opinión sobre la deriva hacia el desmantelamiento del MARCO y mostrado el apoyo que ha ido recibiendo de importantes personalidades del sector artístico.

"La Asamblea está constituida por los 18 artistas de los 20 que fueron invitados a exponer en el museo y renunciaron a hacerlo en ese contexto, más un nutrido grupo de personas que nos apoyan: coleccionistas, comisarios/as, escritores/as y otros compañeros y compañeras del sector cultural", recogía la nota emitida.