A través de la pintura, Bettini problematiza la naturaleza como territorio colonizado y no neutral, desde una perspectiva de género que contempla que las consecuencias de las transformaciones medioambientales no son independientes del sexo o la etnia.

El fotógrafo, integrante de Barriga Estudio, aborda su trabajo desde un punto de vista social. En el último año ha tratado el tema del racismo y de las construcciones sociales que rodean a los negros.

La artista bilbaína experimenta con la pintura, el dibujo y las telas para crear piezas de temática femenina con una clara influencia literaria. La propia Martín Sáenz escribe relatos que acompañan a su obra.

La motivación que prevalece en su obra está anclada a un interés por la transformación de la imagen fotográfica en imagen pictórica. Su trabajo consiste en rescatar material fotográfico de cualquier procedencia y reelaborarlo para una nueva lectura.

Ferrández trabaja en el área de la creación artística como proceso crítico y reflexivo, desarrollando proyectos visuales que ponen en valor el territorio, planteando revisiones y cuestiones hacia nuestra relación y habitar en el paisaje.

Meseguer desarrolla su trabajo en distintos medios (fotografía, instalación, archivo, publicaciones, dibujos, pintura y vídeo) y está vinculado a la investigación de los procesos históricos y sus consecuencias políticas y socioeconómicas.

Desde 2007 trabaja en su proyecto Mi juguete favorito, en el que emplea juguetes infantiles para expresar emociones y sensaciones íntimas. Emplea el dibujo, el grabado, el collage y la instalación.

Mateo reinterpreta grandes obras de la historia del arte en clave moderna y castiza. Entre sus referentes figuran Goya, Lucian Freud, Paula Rego, Miguel Ángel y Turner, entre otros.

López Moral crea sus obras con medios digitales que recrean solitarios paisajes conjugando lo real y lo onírico. Sus fotografías oscilan entre el romanticismo y el pictorialismo.

La artista donostiarra desarrolla su trabajo interviniendo en el espacio público y la arquitectura. Sus obras requieren a menudo de la participación del espectador, al que involucra haciéndole parte de un espacio sumamente alterado.

La obra de Peñafiel se estructura en proyectos de larga duración como Egolactante (1997-2007), Agencia de intervención en la sentimentalidad (1997-2001) y Latido antecedente (2009-2013).

Zulian abarca cine, televisión, artes visuales, música, teatro y literatura. Se caracteriza por una fuerte sensibilidad hacia lo social y lo político, así como por la búsqueda de lo específico en cada medio que trabaja.