Cristina Lucas es una artista de acción. Sus trabajos relacionados con el happening y la performance han evolucionado hacia disciplinas menos efímeras, como la fotografía, la pintura y el vídeo.

El madrileño emplea la estética vernácula para interpretar la cultura y la naturaleza a través de las industrias tecnológicas y el acelerado proceso de manufacturación alimentaria. También cuestiona su propio rol como artista.

También conocido como Hombre Sin Cabeza, Domínguez está especialmente interesado en la construcción y representación de la figura masculina, cuestionando en sus obras los roles de género.

García Bello trabaja varias técnicas, que abarcan la escultura, la instalación y el dibujo. Desde ellas investiga diferentes temáticas alrededor del individuo, su escala y el paisaje que habita.

A través de sus piezas, la artista mexicana de origen japonés se replantea la funcionalidad de los objetos cotidianos, rompiendo así el sistema preestablecido y su permanencia.

Interesado desde el inicio de su trayectoria en la abstracción geométrica, Mejuto pinta obras de grandes dimensiones en las que trabaja dos conceptos esenciales para él: el orden y el espacio.

Puche se mueve entre el dibujo y la pintura figurativa, disciplinas en las que más cómodo se siente. Sus obras muestran un universo muy personal en el que hay cabida para el realismo y la utopía.

El error y la memoria son temas recurrentes en la obra de Bombín. A partir de imágenes que pertenecen al pasado, el artista enfatiza la apreciación de la imagen como un registro efímero y perecedero al mismo tiempo.

El barro cocido es la materia prima preferida por Maldonado para crear sus esculturas. La malagueña también trabaja el dibujo, entendiéndolo como una herramienta para diseccionar su obra escultórica.

Maciá indaga en el campo de la experiencia a través del vídeo, la fotografía y la pintura. En el caso de su producción pictórica, concibe el espacio como una huella, como un lugar de paso.

El venezolano ha desarrollado su carrera profesional en los campos del diseño, la moda y las bellas artes. En estos últimos años, Blanco-Uribe ha centrado su trabajo en la ilustración y las artes gráficas.

El trabajo Pérez Higuera se centra en la descontextualización de la cotidianidad basada en la observación y análisis del comportamiento humano y sus arquetipos. Sus fotografías escenifican el fruto de esta investigación antropológica.