Cuatro artistas latinoamericanos exponen en la Whitney Biennial 2017

Los puertorriqueños Beatriz Santiago Muñoz (San Juan, 1972) y Chemi Rosado-Seijo (Vega Alta, 1973) y los mexicanos Raúl de Nieves (Morelia, 1983) y Aliza Nisenbaum (Ciudad de México, 1977) forman parte del grupo de 63 artistas y colectivos seleccionados por los comisarios Christopher Y. Lew y Mia Locks para la 78º Whitney Biennial, que, hasta el próximo 11 de junio, se celebra, por primera vez, en la nueva sede del Witney Museum of American Art, en el Meatpacking District de Nueva York (junto al High Line y con vistas al río Hudson), siendo la más grande en términos de espacio expositivo de toda su historia.

De los cuatro artistas latinoamericanos elegidos por Lew y Locks, amigos desde su etapa como curadores en el MoMA PS1, la que está teniendo un mayor protagonismo en los últimos tiempos dentro de la escena artística neoyorquina es, sin duda, Santiago Muñoz, quien, desde su San Juan natal, capta en sus trabajos fílmicos las ironías de las condiciones postcoloniales en el Caribe.

Las películas y vídeos de Beatriz Santiago Muñoz crean conexiones entre el cine experimental, la etnografía y el teatro, aludiendo a historias materiales, locales y simbólicas. Los días 6 y 7 de mayo se podrán ver visionados de sus trabajos 'Black Beach / Horse / Camp / The Dead / Forces (2016)'; 'La cabeza mató a todos' (2014); 'Marché Salomon' (2015); y 'As yet untitled (2017).

Esta artista, representada por Galería Agustina Ferreyra (San Juan), tiene en estos momentos la individual "A Universe of Fragile Mirrors", en El Museo del Barrio, de Nueva York, que, curada por la también puertorriqueña María Elena Ortiz, antes pudo verse en el PAMM - Pérez Art Museum Miami. Además, el pasado año tuvo una residencia y exposición individual en el New Museum, de Nueva York, y fue una de las ganadoras de las Bellagio Center residencies for Latin American artists, organizadas por la Fundación Jumex (Ciudad de México) y The Rockefeller Foundation Bellagio Center (Como, Italia).

Para su compatriota Rosado-Seijo, tambien ubicado en San Juan, no es la primera participación en esta bienal tras su inclusión en la de 2002. Su contribución en la presente edición es una repetición de su proyecto conceptual con implicaciones diarias "Salón-Sala-Salón".

Así, una galería de la exposición ha sido movida al Lower Manhattan Arts Academy, mientras que una clase de la escuela ha sido movida al Whitney. De esta forma, los estudiantes de la escuela acudirán a la planta 5ª del museo a recibir sus lecciones durante la bienal y trabajos de artistas de la bienal se podrán ver en la escuela. En este sentido, el artista vuelve a manifestar con esta propuesta nuevamente su interés por el arte socialmente comprometido y las colaboraciones por la yuxtaposición de la arquitectura con el paisaje urbano, el arte con la acción social y el arte con su historia.

Con base en Brooklyn, De Nieves presenta un trabajo site-specific compuesto por seis ventanas, que van del suelo al techo, integradas por 18 paneles de vidrieras y realizadas con papel, madera, pegamento, cinta o cuentas de collares, que sirven de telón de fondo vívido a sus esculturas elaboradas totalmente a mano, algunas de las cuales como 'Somos Monstros', toman la forma de figuras cubiertas con trajes pesados empleadas por el artista en sus performances. Este artista está representado por Company Gallery, de Nueva York.

Por último, está la pintora, tambien afincada en Brookyn, Nisenbaum, cuyos retratos reflejan escenas íntimas que personalizan la experiencia del inmigrante y dan visibilidad a lo normalmente no visto. A esta artista la podemos ver en la quinta planta, exhibiendo su cuadro al óleo 'La Talaverita, Sunday Morning NY Times', realizado en 2016.

En este 2017 tiene exposiciones individuales en la galería T-293 (Roma), en el Minneapolis Art Institute y una presentación individual en la feria Frieze Nueva York con su también galería representante Mary Mary (Glasgow). En 2014, tuvo su primera exposición individual en México en Lulu, el espacio de proyectos independiente ubicado en la Ciudad de México.

La Bienal del Whitney, que ha pulsado el estado actual del arte contemporáneo estadounidense desde su creación (a veces con más fortuna que otras, de ahí las críticas y polémicas que acumula), llega a su 78ª edición en un tiempo lleno de tensiones raciales, desigualdades económicas y políticas polarizadoras dentro del país que la vió nacer en el año 1932 gracias al impulso de la artista, mecenas y coleccionista estadounidense Gertrude Vanderbilt Whitney.