¿Criptoarte ético? Impulsando la transformación social desde la digital

El capitalismo neoliberal ha vuelto a intentar tomarnos el pelo pues sabe que, ante la adversidad, el arte contemporáneo tiende a volcar sus esperanzas en lo novedoso. Pero no lo ha conseguido y el resultado de este proyecto da buena cuenta de ello. Porque ni las subastas multimillonarias ni la especulación con productos intangibles suponen la verdadera revolución del arte digital ahora mismo. Lo es la habilidad para canalizar los beneficios del camino que se abre, aprovechando para señalar y animar a reparar los daños desde dentro, postura que caracteriza al conjunto de artistas que están participando. 

Mientras observábamos desconfiados la burbuja que grandes inversores especulaban en torno al criptoarte, recordamos que en tiempos de crisis el coleccionismo que asegura constancia no es el de la compra por inversión sino el motivado por la pasión. Esa sensibilidad es la esencia viva en artistas y coleccionistas capaces de emplear las herramientas que les llegan de un modo útil e inteligente, manteniéndose fieles a sus principios. De su lado estamos los críticos y comisarios que analizamos con prudencia y actuamos con responsabilidad.  

En este sentido, los criterios que he aplicado como comisaria para seleccionar las 15 obras de entre más de un centenar presentadas a la convocatoria NFTsART de ARTEINFORMADO son los mismos que en cada uno de mis proyectos curatoriales anteriores. La calidad del trabajo, su trasfondo y coherencia, además del aporte para generar conciencia social, son aspectos enraizados en las piezas que componen esta muestra virtual que he titulado “¿Criptoarte ético? Impulsando la transformación social desde la digital.” Reúne la diversidad de técnicas y lenguajes estéticos de: Cynthia Viera y Pablo San José - PSJM, Varvara & Mar, Keke Vilabelda, Art al Quadrat, Jorge Sellés Domínguez, Clàudia Vives-Fierro, Paula del Rivero, Karina El Azem, DUROME E. Romaguera - DUROME, María Ortega Gálvez, Peyman Naderi, Erre Gálvez, Sergio Sotomayor, Emanuele Giusto - Kantfish y Luis Melon Arroyo. 

Se han presentado obras en formato GIF, fotografías, vídeos, instalación y arte sonoro, de diferentes países y por artistas de todas las edades y tipos de trayectorias. La mayoría están a la venta bajo consulta y sus precios oscilan entre los 300 euros y los 10.000 euros. La plataforma ARTEINFORMADO no actúa de intermediaria más que como soporte y a título informativo, del mismo modo en que ni plataforma ni comisaria obtenemos porcentaje económico en caso de venta de las obras. Se trata de democratizar el acceso a la información sobre herramientas que ayuden a los agentes culturales y ofrecer una mirada distinta sobre un fenómeno potencialmente positivo que sin embargo parece provocar desigualdades o rivalidades. Evidenciamos que es mejor sumar y tejer redes de colaboración, que no es incompatible con incorporarse al mercado y alcanzar el éxito.

Hemos visto cumplido el objetivo de materializar y difundir la obra de artistas cuya movilidad se ha reducido por la pandemia. Así pues, bastantes profesionales han migrado a esta nueva forma de exhibir y vender arte, a partir de sus trabajos convencionales sobre papel o lienzo. Un ejemplo es la pieza Digital Confinement II (2020) de Paula del Rivero, perteneciente a su serie FINE, que surge como una reflexión sobre los límites del espacio y del tiempo y se compone tanto de dibujos con grafito, acuarela y tinta china, como de piezas 100% digitales realizadas con la aplicación Artset para tablet.

Risen from the dreams #66 (2021) de Varvara & Mar, pertenece a una serie de imágenes de rostros surgidos de un proceso del sueño hecho con inteligencia artificial. Así que podrían ser caras que mezclan rasgos de personas con las que nos hemos cruzado, que nuestra memoria almacena y solapa durante la fase REM pero no son reales. Una obra radicalmente actual y perturbadora que lleva a reflexionar en torno al subconsciente colectivo e individual en un mundo de socialización constante a través de las pantallas. Asimismo, Peyman Naderi presenta el retrato fabulado Lorca (2019) cuya modelo es imposible determinar si es humana o una ensoñación digital. Naderi, que ha fotografiado para las más prestigiosas revistas de moda internacionales, invita a cuestionar los estereotipos de belleza. 

Otros aspectos físicos son interrogados tras la aparente barrera de lo digital, en contraposición al boom del criptoarte colorista y naif que huye de los dilemas éticos. Estos son, la construcción del paisaje urbano y la arquitectura, cómo habitamos la urbe, las casas, los hogares y sus cimientos. La naturaleza heterogénea de las ciudades contemporáneas, con sus edificios abandonados a medio construir tras la burbuja inmobiliaria, revela una preocupación y un deseo de cambio. Quizás la crítica más mordaz en esta dirección sea la del magnífico vídeo-loop de PSJM Capitalismo (2003) en el que aparecen dos torres gemelas hechas de monedas que se desmoronan. Por su parte, Keke Vilabelda registra una inquietante sucesión de urbanizaciones abandonadas a vista de pájaro, mediante drones, en la serie de vídeos NFT Hueso y hormigón (2021). A nuevos medios, nuevas preguntas sobre nuestras -no tan nuevas- maneras de estar en el mundo. 

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