¡CON AZUCAR ESTÁ PEOR! / ¿Cuestión de déjà vu o glamour?

Recién regresado de vacaciones a principios de septiembre -sobre el 3 o el 4 quiero recordar-, cayó entre mis manos un ejemplar de El País: " Fotografia, videos y premios Turner frente a la crisis" rezaba el titular de un artículo a página entera, escrito por Isabel Lafont, acerca de los protagonistas de la temporada artística madrileña.

No sé si es que me estoy haciendo mayor, pero difícilmente pude compartir ese entusiasmo anti-crisis. Más bien al contrario: una terrible sensación de déjà vu  invadió mi mente, que me retrocedió a la película de Tony Scott, con Denzel Washington en el papel del agente Doug Carlin.

Algunos de los protagonistas -quiero recordar- eran/son Gregor Schneider, Aernout Mik, Jean-Marc Bustamante, Lara Almarcegui, René Daniëls, Martin Creed, Maja Bajevic y Luis Camnitzer. Entiéndaseme bien, no es que tenga nada en contra de estos artistas, todos me parecen buenos, pero han sido programados al menos con 10  (Gregor Schneider, Aernout Mik, Martin Creed, Jean-Marc Bustamante, René Daniëls y Luis Camnitzer) y con 5 años (Lara Almarcegui y Maja Bajevic) de retraso, respectivamente.

Veamos. El alemán Gregor Schneider, que expone en el Centro Dos de Mayo, ya obtuvo el León de Oro en la Bienal de Venecia en el 2001; después desfilará por el CA2M el neerlandés Aernout Mik, cuya obra ya se pudo ver en el Pabellón Neerlandés de la Bienal de Venecia en el 2001 y el 2005, y quien en el 2003 tuviera una importante individual  en el Stedelijk Museum (amén de innumerables exposiciones en el Folkwang Museum, Jeu de Paume y Camden Arts Centre);  y, finalmente, también en la programación que viene del CA2M, Lara Almárcegui, quien ya expusiera en la Galería Marta Cervera en el 2004, y en el CGAC y en el CAC de Málaga en el 2007 (sin contar la larga lista de bienales internacionales en las que ha participado). Jean-Marc Bustamante (Alcalá 31) ya expuso en The Tate Gallery en el 97 y en el 2001 en la Galería Estrany de la Mota, y en el 2002 en la Galería Helga de Alvear y en la Matthew Marks Gallery de Nueva York; también en la Sala Alcalá 31 (diciembre) Martin Creed, premio Turner 2001; Luis Camnitzer -que ahora expone en la galería privada Parra & Romero, y desde aquí aplaudo esa iniciativa- ya expuso en el 2000 en la Bienal del Whitney y en el 2002 en la Documenta 11; el fallecido artista neerlandés René Daniëls en el MNCARS tuvo su gran retrospectiva itinerante en el 98 en el Van Abbe Museum y el Museo de Wolfsburgo entre otros; y para terminar, Maja Bajevic, quien  inaugurara este verano también en el Palacio de Cristal del MNCARS, ya tuvo individuales en el PS1 y en el MACBA en el 2004, y colectivas como la Bienal de Sevilla en el 2004 y la Documenta de Kassel en el 2007...

¿Qué conclusiones podemos sacar de la programación artística institucional madrileña? Una persona que trabaja como investigadora en una universidad londinense, y que ya está un poco harta de la vida en Londres, me dice hace unos días: "tengo unas ganas locas de regresar a Madrid, pero es que tiene tan poco glamour!" Y, claro, si le echo un vistazo al sobre que me acaba de llegar de FRIEZE con la agenda de actividades expositivas, es difícil encontrar argumentos en contra de una afirmación tan rotunda.

En fin, no sé si es una cuestión de glamour o más bien una falta de conocimiento de lo que pasa internacionalmente en el arte contemporáneo entre los programadores de los espacios artísticos de Madrid. Tal vez la pregunta que yo sugeriría es: ¿quiénes son las "almarceguis" y los "miks" y "schneiders" que podrían estar en cartelera hoy y no dentro de 5 o 10 años cuando ya se han convertido en apuestas seguras, pero faltas de suspense?

Con el digno thriller de Denzel Washington muchos nos lo pasamos bien. Sin embargo, ahora no tengo nada claro que estos "flashes" expositivos sean los que "nos van a salvar", o ¿acaso son advertencias enviadas desde el pasado para un futuro más prometedor? Paco Barragán