Colecciones de fotografía de Fundación MAPFRE: una interlocución entre artistas y público

... obras de arte, existencias misteriosas / cuya vida perdura al lado de la nuestra, / que se extingue. R. M. Rilke

Fundación Mapfre inició su colección de fotografía en 2007, dos décadas después de haber empezado a coleccionar arte, con un especial énfasis en obra sobre papel. Con la colección de dibujo ya claramente consolidada, iniciamos una nueva linea dedicada exclusivamente a la fotografía artística contemporánea. Desde entonces, adquisiciones y exposiciones de fotografía han seguido trayectorias estrechamente vinculadas en sus contenidos, con el propósito de formar progresivamente un importante proyecto a través del cual trasladar a la sociedad nuestra propuesta sobre el significado y la relevancia de la imagen fotográfica como lenguaje, ventana y dialogo entre el hombre y el mundo contemporáneo.

Fieles a ese objetivo, hemos ido formando a lo largo de estos años nuestra colección de fotografía, dando cabida a la obra de quienes, por su talento y su creatividad, han escrito, desde principios del siglo pasado, la historia de la fotografía artística: Eugene Atget, Paul Strand, Lisette Model, Walker Evans, Robert Frank, Diane Arbus… Pero la historia siempre continúa su evolución, y por eso, junto a estos indiscutibles maestros, la colección ha buscado también la integración de la obra de artistas en activo y considerados “clásicos” de nuestro tiempo: Graciela Iturbide, Lee Friedlander, Nicholas Nixon…, así como la de aquellos otros que, con trayectorias más recientes, han alcanzado ya el reconocimiento internacional por la madurez y la singularidad de sus imágenes: Fazal Sheikh, Dayanita Singh, Anna Malagrida, Richard Learoyd, Bleda y Rosa… Más de treinta autores cuya obra estaba poco representada en las colecciones españolas.

El punto de partida de la colección fue la adquisición de la conocida serie de Nicholas Nixon, Las Hermanas Brown, sin duda una de las reflexiones sobre el paso del tiempo más contundentes del arte contemporáneo. Esta compra seguida de otras importantes adquisiciones como las realizadas en torno a la obra de Graciela Iturbide, Paul Strand o recientemente Paz Errázuriz, afirman de alguna manera lo que pretendemos que sea el futuro de la colección que pretende reunir, siempre que sea posible, un conjunto de fotografías que permitan comprender mejor la obra de cada fotógrafo o fotógrafa. En estos casos, es posible hacer un completo recorrido por toda la obra de estos artistas a través de los fondos de la colección.

Actualmente la colección sobrepasa las 1.200 obras y se sigue nutriendo tanto de adquisiciones como de encargos a artistas que están presentes en nuestro programa expositivo a los que invitamos a trabajar en España. Jitka Hanzlová estuvo fotografiando en 2012 en Madrid, Emmet Gowin un año más tarde en Granada, Vanessa Winship en la provincia de Almería en 2014, Richard Learoyd llevó su cámara oscura gigante a Lanzarote el pasado año, Eamonn Doyle acaba de estar trabajando en Extremadura y Tomoko Yoneda ya prepara su proyecto para el próximo verano… 

La colección no se centra exclusivamente en las grandes figuras del medio, sino que pretende ofrecer una perspectiva más amplia y exploratoria que ayude a comprender las potencialidades y logros de la fotografía mediante obras con un menor reconocimiento que comparten la novedad de una visión particular, y que pueden significar una revelación inesperada para gozo del espectador. Pero todas estas obras vienen avaladas por otras muy notables que han sido referentes de la historia de la fotografía, imágenes que se convierten en una especie de faro, de guía dentro de la colección. Fotografías identificadas como obras maestras por un amplio consenso, y cuya presencia en la colección es importante para que puedan seguir siendo expuestas, interpretadas, disfrutadas y estudiadas por las nuevas generaciones. El ejemplo más claro sería  Mujer ciega de Paul Strand, con la presencia insistente de la obra de arte; un referente en la construcción de los discursos de otros artistas de la colección como Walker Evans, y pieza clave en la definición de la fotografía como un arte moderno e independiente.

Esperamos que nuestra colección sea un espacio abierto a la imaginación del espectador, que permita al presente enriquecerse con estas obras preservadas contra el desgaste del tiempo y las vicisitudes de la memoria. Que sirva para comprender la complejidad y riqueza de la fotografía del siglo XX, y para percibir y apreciar la inmensa capacidad creativa de los artistas en ella representados. Y no como intérpretes de algo existente fuera de ellos, sino como creadores que han logrado dominar el mundo y darle forma, que han sido capaces de poner de manifiesto nuevos aspectos de la realidad que esperaban a ser descubiertos. Mediante nuestro trabajo, al conformar una colección de fotografía, estamos dando continuidad a la labor del fotógrafo, participamos de la misma aventura: cada colección aporta una visión del mundo que se va completando con cada nueva obra. De igual manera que el fotógrafo escogió para expresarse entre la infinidad de imágenes posibles, gracias a un encuadre y a un instante concretos, nosotros compartimos y prolongamos esa búsqueda mediante la selección de las imágenes que van conformando una colección. Nos sentimos orgullosos de poder participar como interlocutores entre los artistas y el público, posibilitando el disfrute de su obra entre nuevas generaciones que seguirán encontrando nuevos y reveladores significados en el mundo que estos artistas fueron capaces de crear en su obra.