Claudia Zaldívar, directora del MSSA: "Sabemos la relevancia de nuestro lugar como institución de vocación pública dentro de la cadena de valor de las artes visuales"

Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Claudia Zaldívar, directora del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), de Santiago de Chile, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Claudia Zaldívar (CZ): Hoy más nunca son necesarios la Solidaridad y la Resistencia, dos conceptos que han estado en el corazón de nuestro museo de arte en forma histórica. Si bien los efectos de la crisis del Covid-19 no son todavía dimensionables en su extensión ni profundidad, sabemos la relevancia de nuestro lugar como institución de vocación pública dentro de la cadena de valor de las artes visuales y, por lo tanto, nos encontramos comprometidos, activos y expectantes. Estamos desarrollando nuestra relación con las distintas comunidades en forma activa: desde artistas e instituciones culturales contrapartes, pasando por los vecinos y vecinas del barrio en que nos encontramos, sin olvidar nuestros públicos del área educación y las audiencias digitales, entre otros. El llamado de hoy es a la esperanza, la solidaridad y la asociatividad.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el museístico, en particular, a partir de ahora, en lo referente a gestión, exhibición, relaciones con otros profesionales y comunicación? ¿Toca reinventarse?

CZ: El arte contemporáneo debe reflexionar, reinventarse y transformarse en forma permanente, o sino no es tal. Evidentemente, esta crisis inusitada ha generado en corto plazo un cambio profundo, añadiendo incertidumbre en cualquier acción y decisión. Pero también ha demostrado la relevancia de la creatividad y de la expresión artística -en un sentido amplio- en la reflexión y cohesión social, en los individuos y las comunidades: no es posible la cuarentena sin música, sin arte, sin producción audiovisual, sin comentar entre nosotros las vivencias. Las instituciones que fomentamos el arte debemos reinventarnos como también deben hacerlo los otros actores, incluyendo el Estado, el gobierno y los patrocinadores. Por ejemplo, la discusión sobre el financiamiento de la cultura como bien público y la condición laboral de los artistas debe emerger como discusión con fuerza y ya sería hora que esa discusión apunte a superar ciertas lógicas de mercado.

En términos museales, un tema histórico de las instituciones con colección ha sido cómo habitar ese patrimonio en forma viva, con los diferentes públicos, a través de un arte que se piensa y se siente. Cuando ya estábamos logrando una comunidad consolidada en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende -luego de tres años de trabajo- emerge esta discusión de la no presencialidad, que ni imaginábamos. Esta reflexión urgente sobre lo presencial y virtual, tiene como conclusión temprana que son líneas de trabajo diferentes, complementarias e igualmente importantes.

AI: ¿Alguna vez pensó que su organización necesitaría de un plan de contingencia online para crisis? 

CZ: Desde hace tres años que hemos estado avanzado en la creación y divulgación de elementos y productos digitales en apoyo y difusión a las exposiciones, a las actividades de programas públicos y a nuestras colecciones (obras y archivos). Esas estrategias han sido una excelente puerta de entrada al museo y recoge la misión de acercarnos a públicos interesados en nuestro trabajo que no podían asistir presencialmente o que preferían un acercamiento digital. Pero ciertamente un escenario de distancia social y 100% en línea, es una situación que no estaba contemplada y a la que estamos adecuándonos, sin saber losalcances. Por ejemplo, la exposición "Rojo" -que mostrará más cien obras de la colecciónmotivadas por la energía de ese color, con la curaduría de Daniela Berger y Caroll Yasky - no ha podido ser inaugurada aún pero ya nos encontramos activándola en redes sociales a través de ejercicios sensoriales como crear colaborativamente una playlist de canciones inspiradas en ese color.

AI: ¿Piensa ahora que deberían acometer una nueva fase online? Si, es así, ¿qué medidas barajan implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venían ejecutando?

CZ: Esta crisis le da impulso y urgencia a nuestras acciones en el ámbito digital, involucrando a todas las áreas del museo en una estrategia que quizás antes estaba supeditada a la comunicación y difusión. Muy probablemente, realizaremos una Política Digital, tal como ya existe en el área de Colección y Archivo, que dé un marco y estrategia a las acciones que ya realizamos y las que vendrán. Estamos reflexionando cómo será esta nueva fase, diagnosticando, innovando en la forma de comunicar, virtualizando algunos programas públicos que antes eran presenciales y acelerando varios proyectos digitales que se habían iniciado hace seis meses: algunos sencillos como una nueva forma de experimentar la Colección en la web del museo -con la activación de filtros de color- hasta otros de gran complejidad, como el desarrollo de plataforma online del Archivo del museo, que dispondrá más de 5 mil piezas documentales de diversos formatos, en forma completamente accesible a través de Internet, a partir del segundo semestre de 2020.