Blanca de la Torre: "Somos un sector muy reivindicativo pero a la vez muy cómodo"

Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con Blanca de la Torre, curadora independiente, crítica de arte y asesora de Centros de Arte y Museos como MUSAC en León, y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y de confianza le gustaría trasladar a todos los operadores y actores del mundo del arte?

Blanca de la Torre (BDLT): Que esto no es más que una llamada de atención para que empecemos a trabajar en aras de un cambio de paradigma. Creo mucho en el arte como soft power, en referencia al poder del arte para incidir en las acciones políticas e impulsar el cambio.

Es el momento de demostrar que sí somos necesarios y que nuestro sector no tiene nada que ver con la industria del entretenimiento o del turismo. Que cumplimos una tarea crucial en la creación de conocimiento y como transmisores de los valores de la sociedad en la que nos inscribimos, así como relatores de otras narrativas posibles.

AI: ¿Cómo cree que va a cambiar el sistema del arte, en general, y el trabajo de curadoría, en particular, a partir de ahora, en lo referente a conceptualización de proyectos, relaciones con otros profesionales y/o organizaciones y estrategia de comunicación? ¿Toca reinventarse?

BDLT: No se si realmente va a cambiar o no. Aunque tiendo al optimismo, llevamos muchos años sabiendo que lo estamos haciendo muy mal y nadie hace nada por cambiar las cosas. Somos un sector muy reivindicativo pero a la vez muy cómodo: a la hora de la verdad, toda esa retórica de los comunes, los cuidados, la solidaridad y las banderas de izquierdas se diluyen en discursos vacíos y poco consecuentes con el panorama real. Tocaría romper por fin con los lobbies de poder, los patrones anquilosados, las prácticas endogámicas, los modelos institucionales obsoletos y, por encima de todo, la falta de sostenibilidad integral, de carácter sistémico, que nos ha llevado a esta situación y de la que llevo años hablando.

Estar confinados esperando a que pase para después volver a abrir las puertas como si nada hubiera pasado me parecería una falta de sensatez, responsabilidad y compromiso. Con el mundo y con el propio sector. Precisamente escribí un artículo sobre todo esto hace unos días para Campo de Relámpagos, relacionando coronavirus, sostenibilidad, arte y cultura.

Por supuesto que toca reinventarse: el mundo no puede seguir siendo como lo habíamos querido entender. Posiblemente no sabemos cuales son las fórmulas correctas, pero a estas alturas si discernimos las que no funcionan. Los relatos han fallado hasta ahora. Hay que buscar otros nuevos, y ahí es donde el arte debería dar ejemplo.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fas e online para visibilizar y difundir más y mejor tus proyectos? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?  

BDLT: Ja, ja, ja. Es cierto que siempre he sido poco hábil para difundir mis proyectos. De algún modo me cuesta comulgar con el exceso de autopromoción y egodifusión que vemos cada día en las redes. Me abrí una cuenta en Instagram hace solo unos meses (de hecho me lo hizo una amiga para animarme a promocionarme más), y creo que he colgado unas 5 ó 6 fotos desde entonces. ¡Y ni siquiera tengo Twitter! Sinceramente, estoy al tanto de los proyectos y artistas que me sugestionan, y dedico muchas horas al día a leer a los autores que me interesan sin necesidad de que se promuevan en las redes. Entiendo que es necesario dar a conocer más los proyectos, y no creo que yo sea un buen ejemplo de nada, pero también creo que hay una posible inflación en este sentido, y que en la mayoría de los casos no se están promocionando los contenidos, sino los egos. Quizá no vendría mal una buena dosis de humildad en nuestro sector.