Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con el artista, comisario y editor Avelino Sala (Gijón, 1972) y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y confianza le gustaría trasladar a sus colegas y al resto de los operadores y actores del mundo del arte?

Avelino Sala (AS): Me gustaría que se intentara extraer una lectura madura y positiva de este parón, aunque tengo la sensación de que cuando todo vuelva a arrancar no se haga esa reflexión por la velocidad que tomará nuestro mundo de nuevo. Si no se hace ese ejercicio retrospectivo crítico nada habrá valido la pena. Si volvemos a la hiper aceleración, estaremos igual en un par de meses. 

Este locked-in syndrom, porque tengo la sensación de que es eso (estamos despiertos y con los ojos abiertos pero no podemos movernos, reaccionar) es un toque de atención a nuestra especie, somos frágiles, vulnerables e incluso, prescindibles. Habría que repensar un poco todos los planos relacionales de nuestra manera de comprender el entorno, aplicarnos una reeducación ecológica. Ir a una idea de sostenibilidad más real. 

En cuanto al espacio profesional del Arte contemporáneo en concreto vamos a tener que encontrar maneras de solucionar dos problemas: El primero, el de la inactividad radical que nos ha sobrevenido, es decir, de un día para otro una parada total y segunda, la vuelta a la acción, en que manera recuperamos el tiempo perdido y como hacemos que todos los agentes de nuestro entorno "sobrevivan" y se vuelva a la actividad y que los 4 o 5 meses hayan sido lesivos pero no mortales. Evidentemente es pronto, llevamos casi cuatro semanas de confinamiento, para lanzar medidas milagrosas, pero tendremos que remar todos a una y más que nunca, buscar apoyos entre todos para salir adelante. Las relaciones entre artistas, galerías e instituciones tendrán que ser, más que nunca, íntimas e intensas. De colaboración real, no posturales y habrá que hacer esfuerzos comunes. 

Estamos viviendo, hay que decirlo claro, la distopia, (un concepto con el que llevo trabajando en mis proyectos varios años). A ver si encontrarnos con ella de bruces nos sirve de lección para entender el mundo de otra forma, ahora, en este tiempo en el que la heroicidad esta barata (con quedarse en casa vale) habría que "no hacer solo eso", sino plantearnos el futuro a otro ritmo, a lo mejor los artistas estamos para ayudar en esa tarea, la de la reflexión critica para un cambio. 

AI: ¿Cómo cree que va a afectar a su manera de trabajar y a su obra así como a sus relaciones con el resto de operadores? ¿Toca reinventarse?

AS: El artista se esta reinventando continuamente, también es cierto que prácticamente la mayoría de la comunidad artística vive en una crisis continua, hasta podríamos llamar estable, la precariedad cotidiana, así que en nuestro caso la reinvención lleva pasando desde hace mucho. Es un proceso constante.

Hay una cosa clara en todo el entramado de nuestro espacio profesional. Sin obras de Arte no hay contexto Arte, y las obras las hacemos nosotros. Bueno, pues esta perogrullada, a veces no parece tan obvia, parece que se nos olvida y el artista acaba siempre en la última fila en la foto. Habrá que cuidarnos más entre nosotros para crecer colectivamente, el trabajo de artista en solitario e individualista, esto es un handicap, no se como será el futuro cercano con el distanciamiento social, el aislamiento y la perdida del contacto, pero desde luego nada volverá ser lo mismo en los próximos meses o años.

Hay que hacer una puntualización interesante sobre este síndrome de enclaustramiento: Se han parado los cuerpos, pero no las mercancías. Quizás sea el sueño húmedo de la idea neoliberal. 

Los que llevamos años planteando proyectos colaborativos con otros agentes (revista/periódico Sublime en nuestro caso) ya mantenemos canales de contacto con diferentes agentes culturales, quizás haya que mutar cosas concretas, pero no creo que haya que hacer un cambio radical, aunque insisto, es pronto para saber, pero las ideas siguen fluyendo y viajando, esas no tienen miedo al virus. 

Lo que habría que reinventar de una vez son temas que tenemos colgando desde hace años, como la "famosa" Ley de Mecenazgo que esperamos como a Godot, el IVA cultural y el estatuto del Artista. Son estas problemáticas las que las administraciones jamás lo enfocan de verdad, van deambulando por legislaturas pero nadie se atreve a meterle mano, quizás este sea el momento, cuando hay un detonante de este tipo, una pandemia que pone en peligro los cimientos de nuestra civilización, de occidente. La cultura aportó el año pasado el 3,2% del PIB de este país, se calcula que hay unos 700.000 trabajadores de la cultura, no se puede dejar la cosa correr. 

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor su trabajo u otros proyectos impulsados y relacionados con él? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

AS: Llevo años trabajando con esa "tercera pata de la mesa" que es el espacio online, es una vía más para trabajar, tampoco creo que haya que hacer un cambio estratégico, pero quizás si que tendremos que potenciar algunas de sus caras. También las medidas de trabajo no presenciales, el teletrabajo, en la cuestión de la educación, la universidad y en otros casos son perfectos pero más limitado en otros ámbitos. Tengo claro que habrá que seguir trabajando en las galerías y los centros físicamente, será difícil sino continuar con nuestra práctica artística. La difusión del Arte en la red, es, en tiempos de la desinformación y la fake news, en momento de sobresaturación visual el inforexia, algo que quizás se diluya en el maremagnum de la misma. No digo que no se use como espacio para su visibilidad, pero habría que remarcar que se use bien, con sentido. 

Un apunte final, si al final esta nueva crisis va a servir como otra excusa para darnos el remate final a los creadores, gestores, mediadores... y precarizarnos más, pues mal iremos, seria la puntilla a un ámbito profesional, en esencia, débil, no podemos seguir con el trabajo "gratis", hay que sentar las bases para salir de esta nueva crisis más fuertes, más críticos y con las ideas más claras, eso si, entre todos. El futuro sera colectivo o no será.