Arranca el Centro Botín con el objetivo de investigar, formar y exhibir

El Centro Botín, cuya construcción se inició hace 6 años por la Fundación Botín con un presupuesto, superado en una cantidad todavía no explicitada, de 80 M. de Euros, se ha puesto en marcha esta semana en Santander, con una superficie total de 10.285 metros cuadrados, en los que se incluyen dos salas de exposiciones con 2.500 m. cuadrados en conjunto. Su diseño ha corrido a cargo de Renzo Piano, conocido como el arquitecto de los museos (el nuevo Whitney de Nueva York y el Centro Pompidou de París son dos de ellos), siendo éste su primer museo en España.

En su inauguración el Presidente de la Fundación, Javier Botín, ha recordado una vez más los tres objetivos y líneas de trabajo del Centro Botín: ser el proyecto más social -por su capacidad para crear riqueza cultural y económica-, más global -porque su actividad artística y formativa aspira a tener impacto en el mundo del arte y de la educación más alla de nuestras fronteras- y más local -porque su primer objetivo es potenciar con las artes la vida de Santander y Cantabria-.

Con la inauguración de este extraordinario edificio, la Fundación -señala Benjamin Weil, Director Artístico del Centro Botín- "continúa y extiende su misión de prestar el mayor apoyo y proyección a jóvenes artistas; participar de una manera más eficiente en el desarrollo de una comunidad artística establecida; y ofrecer a visitantes nacionales e internacionales más oportunidades de disfrutar de lo mejor de la oferta artística internacional en un enclave que creemos inspirará tanto a artistas como al público general".

"El Centro Botín es un elemento clave para potenciar una labor que la Fundación Botín lleva desarrollando desde hace años, asociándose con diversas instituciones nacionales e internacionales para acercar el arte de calidad a los ciudadanos”. Weil, que ha destacado la importancia de ese aspecto colaborativo del trabajo de la Fundación, ha puesto como ejemplo la exposición de Dibujos de Goya, fruto de la colaboración con el Museo del Prado. Así, esta exposición, comisariada por Jose Manuel Matilla -jefe del Departamento de Dibujos y Estampas en el Museo del Prado- y Manuela Mena -jefe del Área de Conservación de Pintura del siglo XVIII y Goya en el mismo Museo, además de integrante de la Comisión de Artes Plásticas del Centro Botín-, "se encuadra dentro de todo un proyecto que viene desarrollando la Fundacion desde hace unos años, consistente en realizar los catálogos razonados de algunos de los grandes maestros españoles -Murillo (1617-1682), Eduardo Rosales (1836-1873), Antonio del Castillo (1616 -1668), Pablo Gargallo (1881-1934), Alonso Cano (1601-1667), Mariano Salvador Maella (1739-1819), José Gutiérrez Solana (1886-1945) o José de Madrazo, entre otros- y el proyecto más amplio de todos ellos, que es el catálogo razonado en 5 volúmenes de los dibujos de Francisco de Goya (1746-1828), en el que trabajan un equipo formado por varias personas del Museo del Prado, que deberá estar concluído en 2019 con motivo del bicentenario del Museo del Prado".

Igualmente, la selección de obras de la colección de arte de la Fundación Botín -unas 200 acumuladas preferentemente a partir de 2003 por donación y compra a los artistas que han liderado los talleres de la Fundación, en su sede de Villa Iris, y los artistas becados- muestra la obra de algunos de estos artistas-jefes de taller: Miroslaw Balka, Mona Hatoum, Jannis Kounellis, Antoni Muntadas, Juan Uslé, Gabriel Orozco, Julião Sarmento y Paul Graham, Tacita Dean, Carlos Garaicoa, Joan Jonas o Julie Mehretu. Artistas todos estos que estarán siempre ligados al programa de artes plásticas de la Fundación Botín y a su colección de arte, cuya identidad se fundamenta, precisamente y en palabras de Weil, "en estos procesos": una apuesta equilibrada entre la formación, la exhibición, la adquisición y el fomento de la creatividad. De hecho, Carsten Höller, el primer artista que expone en el Centro Botín, dirigirá uno de los talleres de clases magistrales tras la presentación de su trabajo, mientras que la pintora Julie Mehretu, cuya obra se exhibirá en la segunda mitad de este año, ya ha impartido uno.

Y junto a la exhibición, la formación, un punto en el que la Fundación tiene una de sus señas de identidad, estando desarrollando un innovador programa formativo, bajo la responsabilidad de su directora ejecutiva, Fátima Sánchez, y en colaboración con el Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale, que comporta actividades para niños, jóvenes, familias y adultos que despiertan su curiosidad, imaginación y creatividad y les incitan al juego y al aprendizaje a través de la experiencia con las artes. "Como cualquier institución con vocación pública -recuerda Weil-, el Centro tiene que explorar formas de acercar al público, a los distintos publicos, creando un deseo e interés por el arte entre públicos cambiantes".