Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con la artista Ángela Bonadies (Caracas, 1970) y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs": 

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y confianza le gustaría trasladar a sus colegas y al resto de los operadores y actores del mundo del arte?

Ángela Bonadies (AB): Esta crisis va más allá del mundo del arte o de cualquier espacio acotado. Es un problema de todos que está subrayando y poniendo en evidencia muchos aspectos, como la fragilidad económica y sanitaria, la obediencia, el miedo. Pienso que ahora se debe atender lo común, lo público, como prioridad. Lo que mejora las condiciones de vida. La precarización de la vida laboral es impresionante, muy ruda, y alcanza al mundo del arte, claro, porque formamos parte del mundo. El ánimo y la confianza es que nuestro trabajo sigue y que a través de las crisis se pueden revisar las fracturas, las heridas, los daños. La lucha por mejoras comunes es parte de lo que nos corresponde. Exigirlas, empeñarnos, buscar la justicia y el bienestar común con nuestro lenguaje. Seguir trabajando y, desde nuestro oficio, preservar y convocar esos "fragmentos de paraíso" que mencionó Jonas Mekas en uno de sus films.

AI: ¿Cómo cree que va a afectar a su manera de trabajar y a su obra así como a sus relaciones con el resto de operadores? ¿Toca reinventarse?

AB: Una ventaja de nuestro trabajo es que siempre nos estamos reinventando. Tenemos que investigar, observar, leer, estar atentos y eso nos lleva a ser sensibles a lo que ocurre alrededor. Entonces, en este momento, veo lo que sucede afuera y estoy más volcada hacia dentro, hacia la casa, hacia los archivos personales, recorro internet, navego, veo cine, suelto la pantalla, veo la luz diferente porque la veo más, escucho. Tengo más medido mi espacio. Necesito el tacto, tocar el mundo. Por eso he dibujado más en estos días, porque es algo material que me permite tocar y requiere un movimiento, es muy físico, es escribir a mano otra vez.

También tomé un curso de creación audiovisual con Chus Domínguez en el CA2M. Iba a ser presencial y terminó siendo online. Ha sido una ventana para estar y pensar estos días, ver trabajos, plantear narrativas rotas y conectadas, seguir, proyectar hacia afuera. Y allí surge la realidad de lo común, de hacer juntos. Y sí, ambas partes son importantes, indispensables. Compartir experiencias, sin esa posibilidad no hay mundo.

Es tan difícil vivir del arte que la reinvención, como dije, es una necesidad. Esta es una crisis, pero ¿cuánto tiempo llevamos atravesando una y otra y otra?

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor su trabajo u otros proyectos impulsados y relacionados con él? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

AB: Creo que el espacio online ya está ahí y funciona muy bien. Por mi parte, debo poner más trabajos a circular, todos los que pueda, para que se encuentren con facilidad. Trabajar en ello. No tengo ninguna estrategia digital más. Y debo agradecer a artistas, profesores, plataformas e instituciones que hayan liberado y compartido sus materiales, para poder intercambiar, ver, conocer, disfrutar, husmear. Tener acceso a lo que debemos tener acceso.

Ahora, en cambio, estoy más enfocada en la idea de "vuelta al mundo", al táctil, al lugar de la experiencia física, de la desobediencia, sin desestimar el espacio online conquistado.