Entrevistas 01 dic de 2020
por Gustavo Pérez Diez
Pantallazo de la conversación con Ferrán Barenblit
"Hay que mantener esas funciones que tradicionalmente tiene encomendadas el museo, mantenerlas con el mismo rigor que antes, pero, ahora, incorporando un elemento más que son las relaciones. Y en hacer todas esas funciones en relación con todos los agentes que rodean al museo".
"No hay que olvidar que tenemos que defender valores que nos eran propios pero que ahora parecen que están un poco más en riesgo, que tienen que ver con la solidaridad, la democracia, la radicalidad democrática, que más que nunca las instituciones culturales tenemos que defender".
La pandemia global ha hecho que el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) haya tenido que celebrar su 25º aniversario, este pasado fin de semana, no de la manera que hubiese planeado su director, Ferran Barenblit (Buenos Aires, 1968), con quien hemos charlado vía ZOOM -ver aquí el vídeo en nuestro Canal de YouTube- para conocer su opinión de lo que ha representado el museo en sus primeros 25 años, pero, sobre todo, intentar conocer qué momento atraviesa, cómo le está afectando la pandemia global y cuáles son los principales retos que tiene por delante.
Para Barenblit entre lo más destacable de este cuarto de siglo de andadura del Macba estaría el "haber definido y marcado una forma de hacer museo que es muy propia del Macba, muy propia de la ciudad de Barcelona, que solo podría ocurrir probablemente aquí en la ribera del Mediterráneo".
Y es que este argentino, que se define asímismo como un turista de la ciudad, "siempre ha creído que a Europa se la entiende mejor desde sus extremos que desde su centro". Y, por ello, cree "que el Macba en ese sentido ha marcado muy bien ese espacio".
En palabras del director ese espacio se ha gestado contando "una historia del arte complementaria a los grandes relatos hegemónicos, a veces contraria". Pero sobre todo "haciendo dialogar una historia del arte local versus una global muy poderosa. No siendo complaciente. No renunciando nunca a la complejidad a las dificultades. A dirigirse al centro de los problemas. Todo ello en una ciudad que no tiene el peso de otras grandes capitales europeas. Y ahí reside la capacidad de este museo de construir su propios relatos institucionales".
En lo tocante, al papel de los museos, en el momento actual provocado por la pandemia global, sostiene de forma rotunda que "la cultura y las instituciones tienen un rol relevante en muchas direcciones".
Preguntado por los cambios y acciones que están acometiendo desde el Macba y en que dirección se están dando. Barenblit responde que "el cambio no ha hecho más que empezar". De ahí, que, como reconoce, lo realizado, hasta el momento, son "acciones inmediatas que tratan de responder de forma muy directa a una situación que se ha generado".
Lo que igualmente tiene claro es que "el museo tiene un interés aún muy superior si cabe de lo local" y añade que "se nos está enviando un mensaje muy poderoso a todos: Lo más relevante está a tu lado, ahora mismo. Y eso tiene mucho que ver desde adquisiciones de la colección, que nos hemos concentrado en el Km 0".
Además, para Barenblit la cuestión de fondo "es mantener esas funciones que tradicionalmente tiene encomendadas el museo, mantenerlas con el mismo rigor que antes, pero, ahora, incorporando un elemento más que son las relaciones. Y en hacer todas esas funciones en relación con todos los agentes que rodean al museo".
"El gran camino que tenemos es un museo en el que las emociones formen parte y que cuide más que nunca el trato, la cercanía y el lugar que tienen las personas. También sin olvidar que tenemos que defender valores que nos eran propios pero que ahora parecen que están un poco más en riesgo, que tienen que ver con solidaridad, la democracia, la radicalidad democrática, que más que nunca las instituciones culturales tenemos que defender", apostilla el director.
Por último, en lo referente al balance de su gestión, ya que el próximo 31 de agosto pondrá fin a su etapa en la dirección del Macba, asegura que "está muy satisfecho de lo conseguido en estos cinco años".
Dejará, según explica, "un museo más fuerte y más grande literalmente". Lo dice porque una de las cosas que queda encaminada es el crecimiento del museo. También subraya como uno de los objetivos cumplidos "el de la centralidad de la colección".
Y es que ambas cosas están íntimamente relacionadas.
Una vez culminada la ampliación dentro de unos años, "podrán desplegar muchos más relatos en paralelo, cosa que ahora no pueden hacer", subraya el director saliente, quien, también, tuvo palabras de agradecimiento para el coleccionista Rafael Tous, que, hace unos meses, donaba al Macba su colección de arte conceptual de manera gratuita, irrevocable y permanente, ha destacado Barenblit.
Si bien, el futuro del museo barcelonés ya será tarea de su sucesor o sucesora, lo que está claro, es que Ferran Barenblit le ha puesto en la buena senda.
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