Entrevistas 10 sep de 2020
por Gustavo Pérez Diez
Cortesía del Festival de Arte Contemporáneo, SACO
"Siento que hay una mayor conciencia de la necesidad de apoyo hacia el trabajador de la cultura local que antes de la epidemia".
"Hoy en día, suceden de repente más cosas en el margen que en el centro, y eso marcará el desarrollo del arte durante las próximas décadas".
La artista y gestora polaca Dagmara Wyskiel hace ya más de una década que fijó su residencia en la ciudad de Antofagasta, en la zona norte de Chile en la que, según nos relata, "hasta hoy, no cuenta con carreras universitarias para la formación de artistas visuales ni museos de arte, problemática que se extiende a todo el norte de Chile".
Wyskiel es la prueba viviente de que si una cree en lo que hace puede intentar cambiar las cosas en un contexto local complicado, desde abajo, aplicando un trabajo serio y constante y, claro está, apoyándose en la colaboración.
En 2004, junto al gestor chileno Christian Núñez, fundó el Colectivo SE VENDE Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo, desde donde promueven distintas iniciativas, entre ellas, el próximo "SACO9, Festival de Arte Contemporáneo en el Desierto de Atacama". A continuación lo que nos ha contado en este nuevo #AlEncuentroCon.
ARTEINFORMADO (AI): Comencemos por el principio. ¿Cuándo y cómo surge el Colectivo SE VENDE Plataforma Móvil de Arte Contemporáneo?
Dagmara Wyskiel (DW): El nombre viene de una anécdota. En la fachada del edificio patrimonial donde hicimos la primera exposición, un letrero indicaba que el lugar estaba en venta, no así el arte que se exhibía en el interior. Así fundamos, el 2004, el Colectivo junto al gestor Christian Núñez y desde las primeras acciones, buscamos ocupar diversos espacios públicos de la ciudad para generar diálogo y colaboración en torno al arte, algo inédito en una zona que, hasta hoy, no cuenta con carreras universitarias para la formación de artistas visuales ni museos de arte, problemática que se extiende a todo el norte de Chile, en una lucha constante por profesionalizar y dinamizar la escena local, visibilizando el norte de Chile y el Desierto de Atacama.
Realizamos dos versiones más de Se Vende, en 2006 y 2009, mientras que en 2005 y 2007, concretamos las exposiciones Otro País I y II, llevando obras de artistas locales al Centro de Extensión de la Universidad Católica en Santiago y al Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, como una forma de construir redes fuera de los márgenes regionales.
El 2009, el Colectivo fue parte de la Trienal de Chile, evento con que el país comenzó la conmemoración del Bicentenario y que se propuso potenciar y dinamizar escenas regionales. Además, hemos participado de conferencias, charlas y exhibiciones en proyectos como Asia Contemporary Art NON y ZKU en Berlín, Alemania; el Festival Internacional de Fotografía en Valparaíso, Chile; Matadero, en Madrid, y La Regenta en Gran Canaria, España; Zamek Ujazdowski en Varsovia, y la revista Obieg, Polonia; NC-Arte en Bogotá, y Lugar a Dudas en Cali, Colombia.
AI: ¿Cúal fue la génesis del Festival de Arte Contemporáneo SACO que se realiza anualmente en la región de Antofagasta, en el norte de Chile, como una iniciativa independiente, bajo su dirección y la producción de Christian Núñez? ¿Qué balance hace de las ocho ediciones hasta ahora celebradas?
DW: SACO nace como respuesta y resistencia a una inmensa cantidad de falencias en el norte de Chile. La escasez de espacios expositivos, educativos, de visibilización y circulación, el poco interés del Estado por dinamizar una zona considerada tradicionalmente minera, en donde se instala la idea que la gente no puede dedicarse a nada más. Por eso nos planteamos el desafío de desarrollar un evento con proyección en el tiempo, un programa de formación (escuela sin escuela) y residencias que se mantuvieran durante casi todo el año, además de un circuito de exhibiciones alrededor de una temática central (museo sin museo), procurando el contacto directo entre lo local y lo externo.
En todos estos procesos participan artistas de distintas nacionalidades en salas y espacios de la ciudad, quienes realizan talleres y charlas, promoviendo la formación de la comunidad artística local.
A eso sumamos el programa El lugar más seco del mundo, en el poblado aymara de Quillagua, donde desarrollamos un laboratorio de ideas que pretende contribuir a evidenciar la resistencia de una pequeña comunidad frente a la contaminación, la venta de aguas y el abandono de las políticas estatales. Además, en San Pedro de Atacama realizaremos por tercer año consecutivo la residencia arte&arqueología.
El balance es positivo. Al comienzo, era una propuesta muy arriesgada, porque no teníamos ningún socio o institución que creyera en este proyecto, pero el feedback del público nos ha demostrado que teníamos razón al apostar que en el desierto de Atacama habría un masivo recibimiento para el arte contemporáneo, y eso es al mismo tiempo, nuestra gran satisfacción y gran desafío: seguir creciendo para ese público.
AI: Arte, política, medio ambiente, emigración, entre otros, han sido temática central del festival. ¿Cuál será el asunto/s a tratar en SACO9 ? ¿Qué novedades nos podría adelantar y/o le gustaría señalar?
DW: Con Origen y mito (2018) cuestionamos el monopolio de las historias oficiales, indagando por el derecho a la subjetividad en las miradas hacia atrás. El 2019, buscamos el Destino, para averiguar si, pese a que las brújulas se nos echaron a perder, era aún posible prever algo del futuro a través de la ciencia, la intuición o el sentido común. En esta, la última edición de SACO en formato de festival, nos detenemos en el tercer elemento de la línea del tiempo, el más utópico e inmedible, pero a la vez el único concreto y real. De ahí nace este Ahora o nunca.
Este presente nos llega en un momento muy simbólico, considerando lo que sucede en Chile a partir de octubre de 2019. El texto curatorial ya estaba escrito para iniciar la difusión de la convocatoria de SACO9 y justo surge ese giro, ese despertar que provoca una esperanza en la sociedad y que hace que la escritura tenga nuevas lecturas.
Ahora o nunca es la edición del festival con más incertidumbre y a la vez, más aprendizajes. Desde octubre de 2019, han ocurrido cambios de los que todos hemos ido aprendiendo. Nuestra flexibilidad fue puesta a prueba, junto con la de quienes apoyan este proyecto, pero tenemos la certeza que el festival se realizará. Por eso, este año vamos a apostar por las plataformas virtuales para asegurar el acceso del público, generando videos de todas las exposiciones para permitir recorridos en 360 grados que van a contar con la presencia, en el mismo formato, del artista o curador de las obras.
Estos recorridos estarán disponibles entre diciembre de 2020 y enero de 2021 en nuestra página web y en nuestras redes sociales. Cada exposición contará con su inauguraciónvirtual. Queremos proponer a nuestro público un formato de acercamiento a SACO mediante la tecnología audiovisual y la realidad virtual, aunque quiero subrayar que esto nunca reemplazará el contacto directo entre la persona y la obra.
AI: Basándose en experiencias anteriores de curadurías pedagógicas ejecutadas por SACO acaban de lanzar la convocatoria Microcuradurías ¿Cuál es el objetivo de dicha convocatoria? ¿A quién va dirigida, principalmente?
DW: La desigualdad de acceso a la educación superior artística y el vacío profesional prolongado por décadas en el norte de Chile, deja al margen a la mayoría del potencial creativo de la zona, por falta de recursos y distancia de los espacios de educación formal. En este panorama, que compartimos con varias provincias de países latinoamericanos, quien asume el rol del curador, debe ser el hombre orquesta, de otro modo el proyecto acaba en frustración, por nunca poder llegar a ser materializado, compartido y digerido por la comunidad local.
Pensamos el programa de Microcuradurías para entregar herramientas que permitan lograr una mínima independencia discursiva y ejecutiva en y desde el desierto expandido, mitigando el daño que genera el sueño entre los artistas de las provincias sobre el curador de la capital que los vendrá a descubrir algún día. Estamos convencidos que este rol debe ser asumido por el curador de campo y que este proceso forma parte de la real maduración de nuestras relaciones interterritoriales.
El objetivo es potenciar a los líderes de pensamiento crítico y creativo en diversas áreas y por eso, invitamos a participar a artistas, docentes, académicos, periodistas y cualquier persona que esté interesada, sin límite en formación, experiencia profesional, dedicación laboral u otro factor.
AI: Además, cuentan con el centro de Residencias Artísticas ISLA para curadores, artistas, docentes, investigadores, directores y otros profesionales. ¿Qué ofrecen en ellas?
DW: El Centro de Residencias ISLA (Instituto superior Latinoamericano de Arte) nos ha permitido tener una base que posibilita que quienes nos visitan dispongan de un espacio habilitado para la producción de obras, investigación, desarrollo de conversatorios y profundización en la ciudad minera. En ISLA también se realizan instancias de trasmisión de conocimientos que contribuyen al desarrollo de SACO como Festival y posterior Bienal de Arte Contemporáneo.
Al mismo tiempo, sirve como punto de partida para, desde ahí, excursionar a las localidades en el interior del desierto. En forma paralela, ISLA impulsa programas de intercambio de residencias de bajo costo. En casi cuatro años han circulado gestores, profesores de arte, creadores y curadores de diversas regiones de Chile y el extranjero.
Potenciamos alianzas que involucran la relación del arte con otras disciplinas. Así es como nacen las residencias arte&astronomía, arte&arqueología, arte&industria y este 2020, por primera vez, arte&geología. De esta forma, logramos una simbiosis que facilita aprovechar la riqueza intrínseca de la historia del altiplano y la experticia de investigadores e instituciones en esas áreas del conocimiento facilitando nuevos campos para la creación.
AI: En medio de la terrible pandemia global de la COVID-19, el mundo del arte podría comenzar a virar más a lo LOCAL (como nos han contado muchos de los 167 entrevistados en el proyecto informativo #Pensandoelfuturo. En su caso, al estar desde siempre anclados a un contexto LOCAL como es Antofagasta, no es nada nuevo. Tres preguntas que podrían ser una: ¿Tras la incertidumbre se abren nuevas alternativas para los profesionales de la cultura que trabajan en LOCAL? ¿Tienen una inmejorable ocasión curadores/as y galeristas para ampliar su mirada más allá de los grandes nombres e intereses que rodean a los centros de poder del arte? ¿En qué medida puede ayudar al mundo, y, claro está, al del arte también, visibilizar mejor aquellas escenas locales con artistas abordando los grandes temas y problemas actuales?
DW: Siento que hay una mayor conciencia de la necesidad de apoyo hacia el trabajador de la cultura local que antes de la epidemia. Se ha reafirmado la convicción de la necesidad de trabajar entre pares.
En el norte de Chile no tenemos ni curadores ni galeristas, ni mecenas ni coleccionistas. Ellos no vienen a buscar nada a este territorio, no sospechan que podrían descubrir algo interesante. Solo algunos investigadores visionarios han hecho algunas incursiones muy esporádicas en el desierto; su presencia aumentó gracias a SACO y esperamos que sigan circulando, pero los demás, si no han aparecido antes, menos lo harán ahora. Esa vida de aislamiento a lo que significa circuitos y mercados internacionales de arte, la pandemia la reafirma para, por lo menos, una década más.
Casi nadie vive del arte (hay menos de diez excepciones de esta regla en el desierto de Atacama), por lo que la manera de entender el trabajo es totalmente diferente en este territorio. Trabajamos con artistas del norte de Chile, noroeste argentino, Bolivia, Paraguay, sur de Perú, Uruguay. Es una constelación en la que hablamos el mismo idioma no solo en lo lingüístico, sino que también en lo vivencial, valórico, simbólico. Hay cosas que nos separan, como las fronteras políticas impuestas desde la colonia, pero eso es nada comparado con los elementos que unen a las comunidades que conviven en elaltiplano y los territorios vecinos.
Hoy el público empieza a valorar más al artista local, lo que en el contexto global nos hace bien a todos. Hoy en día, suceden de repente más cosas en el margen que en el centro, y eso marcará el desarrollo del arte durante las próximas décadas. Hay crisis profundas en los centros, así como también en las carreras universitarias de arte y en el sentido de la existencia de los museos. Ahora, es tiempo de educar y circular el arte de otra manera y son justamente los supuestos márgenes territoriales e identitarios los que se convierten en nuevos centros de pensar y proponer, responsables de revivir lo que hoy se declaraextinto. El arte no se está muriendo, sino que se está trasladando, pues se asfixió en el mundo de la élite y está resurgiendo en lugares nuevos llenos de energía, vida y aún con poca especulación.
AI: Del mismo modo, en un escenario global marcado por la incertidumbre, la importancia de repensar el futuro se hace clave, de hecho, el pasado 29 de mayo, transmitieron en vivo el Coloquio Ahora o nunca: ¿Qué se hace con una crisis? Ejemplos desde Latinoamérica, parte 1. ¿Cuáles fueron sus principales conclusiones? ¿Dónde van a poner el foco en los próximos coloquios?
DW: Nos centramos en tres temas: el rol de los gobiernos en relación a las políticas culturales, lo (im)posible de transmitir a través de la virtualidad, hablamos de ese mal denominado infodemia, y del papel que en el contexto actual cumple el arte, junto a artistas, curadores, gestores y académicos de Paraguay, Argentina, Uruguay, Brasil y Chile.
Confirmamos que hay realidades que nos unen: la constante nos indica que las zonas periféricas continúan siendo las más afectadas por la falta de interés de los Estados. De ahí nacieron múltiples reflexiones, algunas optimistas y otras un poco apocalípticas, pero todas válidas para entender cuáles son los contextos de nuestros países y sus crisis sociales en medio de una avalancha de gobiernos de ultraderecha.
No cabe duda que todos estuvimos de acuerdo con que la virtualidad y las nuevas tecnologías, son herramientas que debemos utilizar, pero que al mismo tiempo, jamás reemplazarán las relaciones interhumanas, análogas, sensoriales e irrepetibles. Surgen nuevos lenguajes, pero al mismo tiempo, lo físico y lo tangible adquieren nuevos valores.Debemos entender que se trata de herramientas y que ellas, por sí mismas, no constituyen ni una obra ni un contenido.
En el caso de Antofagasta hemos desarrollado ganas de participar, costumbre de ocho años de acceso a obras de arte, muchas hechas e inspiradas en el Desierto de Atacama. Y eso esperamos poder seguir entregando por muchos años más.
¿Quieres estar a la última de todos los premios y concursos que te interesan?
Entrevistas 10 jul de 2020
Entrevistas 11 oct de 2024
Entrevistas 03 oct de 2024
Entrevistas 08 sep de 2021
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España