"El tiempo es justiciero y pone cada cosa en su lugar" (Voltaire). Un buen ejemplo, en clave positiva, es La Capella del Antiguo Hospital, el primer espacio municipal dedicado al arte emergente de Barcelona, que el próximo domingo, 27 de enero, alcanzará un cuarto de siglo de actividad. 

Con su apertura el 27 de enero de 1994, la joven y efervescente escena artística local lograba, por fin, un espacio oficial en el que desplegar proyectos que, hasta entonces, o bien, no tenían cabida, o eran rechazados, en las programaciones de otros espacios públicos barceloneses que seguían apostando, principalmente, por nombres más consolidados y transitando el carril de las políticas artísticas y culturales más dominantes y convencionales. 

A lo largo de estos 25 años, en este histórico espacio del S.XV, reconvertido en lugar sagrado del arte emergente barcelonés, en pleno Barrio del Raval, y heraldo del vecino MACBA -inaugurado en 1995-, han pasado más de 1.200 artistas, más de 100 comisarios y jurados y se han llevado a cabo más de 200 exposiciones y proyectos no expositivos. 

En definitiva, un lugar que tantas y tantas oportunidades ha dado a distintos artistas, comisarios y gestores cultuales, sobre todo, en los primeros pasos de sus carreras, lo que lo convierte en el mejor aliado de la producción y difusión del sector emergente de las artes visuales contemporáneas en Barcelona.

Luz Broto, Dar paso a lo desconocido, intervenció site-specific a La Capella, 2011. Cortesia de l'artista.

Para celebrarlo, el próximo domingo, 27 de enero, se inauguran tres proyectos que revisan este fructífero periodo.

La exposición "Les escenes. 25 anys després", que, bajo el comisariado de Anna Manubens, David Armengol, Eloy Fernández Porta, Sabel Gavaldon y Sonia Fernández Pan, entrelaza el pasado y el futuro de La Capilla, mediante una propuesta expositiva que ha tomado forma de festival organizado en seis momentos -escenes- y por la que pasarán 33 artistas durante cinco meses. 

Artistas que, de buen seguro, han crecido acompañados e influidos con lo acontecido en La Capella, y que, en algunos casos, regresan a este Sancta Sanctorum del arte emergente, como sucede con David Bestué tras su propuesta "Realismo", Anna Manubens y su "Visceral Blue",  Laia Estruch con su "Jingle", o Antoni Hervas con "El misterio de Caviria", entre otros.

Además, está la instalación "Comunitat La Capella", que tiene la voluntad de ser una especie de catálogo de nombres de artistas, comisarios y comisarias, profesionales de la crítica y la investigación que, año tras año, actividad tras actividad, han ido construyendo lo que La Capilla es hoy y poniendo las bases de lo que puede ser en el futuro; y la exposición permanente "La Capella: 600 anys al Raval", que recorre la historia del edificio en relación al barrio y al arte desde el siglo XV. 

Por último, en el mes de junio se presentará la publicación coordinada por Anna Pahissa que recogerá los principales proyectos que han tenido lugar en La Capella y que se articulará también como catálogo de la exposición "Les escenes. 25 anys després".

¡Por otros 25 años del mejor arte emergente de Barcelona en un edificio del S.XV¡