Creación 21 oct de 2019
por ARTEINFORMADO
Luz Ángela Lizarazo - Luz Lizarazo Mudanza, 2008
López-Aparicio ha seleccionado la obra de 10 artistas preocupad@s por aspectos como: las migraciones, los nacionalismos, las identidades, las políticas, los mercados, las sociedades, las culturas, la desigualdad, la acogida… Una propuesta que -en sus propias palabras- “ha activado una fuente de energía que nos ha hecho pensar desde el arte contemporáneo cual es nuestra visión y nuestro papel ante aspectos tan importantes como este que nos ha convocado”.
Por invitación de ARTEINFORMADO, Isidro López-Aparicio ha seleccionado 35 obras de 10 artistas para LA ARTEINFORMADA - Fronteras e Identidades - curated by, a cuya convocatoria concurrieron 70 artistas con más de 370 obras. Aitziber Urtasun, Alberto Lomas, Avelino Sala, Lucia Loren, Luz Ángela Lizarazo, Noni Lazaga, Nora Ancarola, Núria Güell, Ricardo Calero y Tonia Trujillo son esos 10 artistas.
Este comisariado ha pretendido mostrar la preocupación que muchos de los artistas recogen en sus obras sobre aspectos como: las migraciones, los nacionalismos, las identidades, las políticas, los mercados, las sociedades, las culturas, la desigualdad, la acogida... y así ha sido. En las propuestas recibidas existe una enorme carga de humanidad en la que se refleja la sensibilidad del arte ante estos temas y en ellas se ve plasmada la influencia positiva o negativa que los límites impuestos o naturales generan en las personas.
Esta muestra partía de una primera propuesta muy sugerente que Carlos Guerrero, director de ARTEINFORMADO, me hizo a partir del título de “Fronteras”, lo suficientemente evocativo para convocar a los artistas, pero a la cual con acierto le sumamos la palabra “Identidades”, concepto íntimamente unido y fundamental para la activación de un pensamiento más amplio y menos tópico conectado a la frontera.
Nos encontramos en un momento en el que se defienden las naciones, se construyen muros al tiempo que existe más movilidad que nunca y se instaura la globalización. Se protege la cultura propia al tiempo que se interaccionan y desarrollan nuevas; las identidades se intentan preservar al tiempo que evolucionan y se multiplican. Se pretende defender los límites al tiempo que estos se rompen. Se intenta repeler al otro pero también están los que acogen y sienten la otredad. Se practican políticas de egoísmo y desigualdad al tiempo que es imparable la necesidad de búsqueda de una igualdad.
Las migraciones forman parte de la naturaleza del ser humano, es un hecho complejo e intrínseco a la necesidad de sobrevivir en la búsqueda del contexto adecuado. A la vez, el contexto en que las personas se desarrollan tanto de forma individual como colectiva genera procesos de identificación que construyen sus vínculos identitarios. En la actualidad cuando se habla de migración se suele abusar de ciertas metáforas y precisamente este comisariado pretendía mostrar la complejidad de estos hechos yendo más allá, mostrando aspectos y acercamientos que se han desarrollado desde la diversidad y libertad que nos permite el mundo del arte contemporáneo.
Han existido una gran cantidad de propuestas sumamente interesantes y estamos agradecidos a los artistas por su participación y compromiso porque nos han hecho difícil el proceso comisarial. De aquí que dentro de la complejidad de criterios uno que debíamos tener en cuenta era que el acercamiento artístico a este tema no fuera puntual sino que formara parte de una trayectoria en la que se hubiera desarrollado un cuerpo sobre estas temáticas. En ese sentido artistas como Nuria Güell son un claro ejemplo de que sus propuestas forman parten de un proceso coherente, en el que los compromisos surgen de posicionamientos personales ratificados en su propia trayectoria: Muy ilustrativa es su obra “Apátrida por voluntad” (2015) en la que se cuestiona el concepto de nación desde un posicionamiento individual y vital al no sentirse identificada con la estructura Estado-nación a la vez que lleva a cabo su acción en su voluntad de rechazar la nacionalidad como parte de una construcción impuesta. En “Ayuda humanitaria” (2013) es ella la que se ofrece a permitir la nacionalidad española a un ciudadano cubano a través de una convocatoria en la que ¨la carta de amor más bonita del mundo” permitiría seleccionar (por tres prostitutas cubanas) a la persona con la que se casarían. En el caso de “Too Much Melanie” (2013). es a través de una solicitante de asilo político procedente de Kosovo cómo destaca la situación de inestable, persecución, invisibilidad… en la que se encuentran estos colectivos a través de la su participación y alteración del juego del escondite.
Otro de los trabajos como comisario ha sido analizar las aportaciones de todos los artistas presentados yendo más allá incluso de las que han aportado, principalmente de aquellos cuya trayectoria no conocía tanto. En en el caso de Güell, a la que conozco bien, incluso le sumaria piezas como el trabajo “Valor #1” (2012) sobre la que escribí para la colección Calcego, siendo para mí una pieza clave sobre la identidad como algo dinámico y consciente que nos ayudan a desvincularnos de otras fronteras culturales heredadas. En este caso se tatuó en el pie la frase «El día de mañana» en la planta del pie derecho que progresivamente se desgastó en el camino diario para que finalmente solo sea permanente y legible “día de” toda una declaración en la que la identidad se transforma y el límite se altera.
Una visión simplista no posaría la mirada en obras como estas dejando pasar símbolos tan poderosos para la identidad y la frontera como es el caso del burka, un límite que condiciona brutalmente la relación de la mujer con el mundo. Noni Lazaga en su trabajo “B.U.R.K.A.S” habla de identidades dirigidas, identidades obligadas por un elemento que es frontera, es muro sobre el que la mujer choca y en el que solo pequeños espacios dejan pasar la mirada. Las fronteras que si son claramente identificables en sus trabajos de dibujo expandido tratan sobre la movilidad y artificialidad de las mismas, de ahí las medidas variables y la forma cambiante de la obra que es claramente relacionable con las formas de los países en las que conviven las líneas rectas, resultado del reparto colonial, con los límites geográficos.
Otro artista que ha trabajado incansablemente en este tema es Ricardo Calero. La obra que destaco en su proyecto “Sueños en el mar” fue realizada entre los años 2001 y 2011 en la costa del sur de España, límite y frontera de un continente. La acción se materializó "inundando el mar de pasaportes": Cada año 365 copias de pasaportes eran lanzados al mar desde una barca, llevando un seguimiento del viaje, de su travesía a la deriva. De los 3.650 pasaportes que fueron lanzados al mar en estos diez años, tan solo 78 fragmentos pudieron ser rescatados. Las obras se cosifican de muchas maneras en algunos casos contenidas en urnas, en alambradas, en fotografías testimonio de su tránsito… Otras obras destacables como “Sueños Azules…” (2007), “Crueldad y dolor” (2004), “Forzosa Soledad” (2000) son claros ejemplos de su compromiso.
En la obra de la artista colombiana Luz Ángela Lizarazu la identidad siempre ha estado muy presente. Ella destaca su trabajo realizado en España. Momentos intensos de vida en la que sus vínculos con los dos continentes y su exquisita sensibilidad generaron piezas como las peinetas en las que han sido remplazadas las imágenes habituales para incorporar las de otras culturas ancestrales: África, India, China, España y Latinoamérica. En “Mudanza” (2008) es ella misma la que se introduce junto a unas plantas en una bolsa de las que utilizan los inmigrantes para partir: Livianas, resistentes, baratas y grandes para meter allí lo que uno pueda para irse. Pero esta elegancia no le quita rotundidad para llevar a cabo “El abrecartas”, en el que incorpora la palabra “sudaca”: aquí es el lenguaje la frontera que limita y desprecia la otredad.
También la utilización del poder de la palabra pero como parte de un idioma que permite tanto el entendimiento y la conexión identitaria como la diferencia está presente en las instalaciones “Hard Borders/Soft Borders” (2018), o "Thirty eight Hangul syllables"-in a manner of speaking- (2019) de Alberto Lomas: En el primer caso, un idioma común (el Hangul) en un país artificialmente dividido como Korea y en el segundo 100 idiomas conviven y se disuelven progresivamente. También desarrolla acciones centradas en la forma de comunicarnos “Interface” (2017) y “Crossfire” (2017) en las que tanto los gatches que utilizamos como la forma en que estas conexiones se llevan a cabo son evidenciadas como elementos necesarios a tener en cuenta para activar la capacidad crítica y humanizar nuestras decisiones.
Otras acciones significativas son las de Aitziber Urtasun. Presentan un carácter más personal impregnadas de sus propias experiencias, sentimientos y emociones. En “ARGIRIK” (2016) o en “Sonidos sensibles” (2016) aparece el lenguaje como barrera identitaria. Su acercamiento a la realidad de los refugiados y su colaboración en asociaciones le ha llevado a plantear acciones como "Murmullos de experiencia, historias de dignidad" (2019), en la que participaron 100 personas sentadas en sillas colocadas unas frente a otras, de forma que compartían sus vivencias a partir de preguntas como ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu historia? ...
Preguntas también hace Tonia Trujillo en su acción colaborativa ¨Cruzar la línea” (2016) y que destaca en su instalación “Lo que no se ve” (2016) apelando al espectador para que construya sus preguntas y busque sus propias respuestas. La acción la llevan a cabo personas que encima de la linea de una carretera dan un paso al unisono para cruzarla, una idea sencilla pero poderosa en la que la frontera es traspasada en una voluntad colectiva, un deseo de transformación, de ir más allá una oportunidad de cambio un sentimiento de otredad. Esta necesidad de entender es previa ya en instalaciones como “Quiero decir” (2008): una composición de rótulos luminosos con la frase “quiero decir” en distintos idiomas: Castellano, ruso, hindú, iraquí, wolof y chino.
En una mayor complejidad formal las instalaciones de Nora Ancarola como “Panóptico_frontera 601” (2019) parte de los dispositivos disciplinarios Foucaultnianos para trasladar al museo la experiencia de vigilancia y control panóptica. La migración se muestra en “Las maletas kafkianas” (2017) y en “Un hombre en la Espalda” (2018) a partir de historias reales que son compartidas a partir del video donde la palabra escrita tiene una importancia vital destacando y seleccionando el mensaje. Una inmersión en un mundo que necesita de nuevas narraciones como las de Avelino Salas, que surgen desde un planteamiento de resistencia ante el sistema, una actitud crítica que se desarrolla en poderosas metáforas visuales. Su utilización de los escudos para construir la pieza “Censored” (2018) o “Europa ha muerto” (2017) nos plantean un enfrentamiento, una frontera entre el que se pone a un lado u otro del escudo, ya sea la privación de la información como la de Europa que controla y repele los flujos migratorios. Su “Mirror Satge” enfrenta imágenes reales de desastres actuales a imágenes pictóricas o estereotipadas muy alejadas de la realidad de forma que hacen evidente la brutalidad de la realidad.
Otro punto de vista que hemos encontrado fundamental destacar esta en la obra de Lucía Loren, en la que con “Deslinde” (2014) y “Deslinde” (2018) construye muros que cuestionan la persistente tendencia del ser humano por delimitar y acotar su propiedad. Es la necesidad de poner límites al territorio en un conflicto constante de las relaciones humanas. Mas allá de estas obras claramente enmarcadas en la frontera, la sólida obra que ha construido Loren a lo largo de los años transpira conceptos como arraigo y desarraigo, fundamentales en este comisariado. Su exquisita poética, su cuidado, su claridad formal están repletas de una reivindicación de la vinculación del ser humano con su espacio, su tierra.
Todo el transcurrir que ha generado la propuesta de LA ARTEINFORMADA “Fronteras e Identidades” tiene un valor que va más allá de la muestra, pues ha activado una fuente de energía que nos ha hecho pensar desde el arte contemporáneo cual es nuestra visión y nuestro papel ante aspectos tan importantes como este que nos ha convocado. Debemos evitar “proyectos” oportunistas y centrarnos en la necesidad de comprometernos en procesos continuos y exigentes que desarrollen lenguajes sólidos, que asuman la posibilidad de error pero donde la constancia y la claridad de objetivos ayuden, construyan un discurso progresivo coherente.
Aquí puede ver la lista completa de obras elegidas y aquí todas las presentadas. Y a continuación, una obra por cada artista seleccionad@:
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