Tahimí Caridad Cugat Estévez, 1983

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Residencia

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Etiquetas
Acrílico  Arte contemporáneo  Cartulina  Cerámica  Expresionismo figurativo  Lienzo  Oleo  Oleo sobre lienzo  Pintura  Técnica Mixta 

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Descripción del Artista

Statement de la artista Hace años encontré, en una librería de segunda mano, un catálogo de Edvard Munch. Por aquel momento no teníamos ni acceso al internet ni a muchos libros de arte. En éste pude descubrir el universo interior de Munch: agonías, sentimientos y sobre todo, el mensaje tan íntimo y profundo que tiene su obra; lo cual me cautivó desde el primer momento. En esa etapa de mi vida estaba aprendiendo las técnicas de la pintura de forma autodidacta. Desde los siete años había estudiado música, en la Escuela Vocacional de Arte de Santiago de Cuba; estudié violín por once años, pero siempre dibujé y sentí especial interés por las artes visuales. El mundo del color, las líneas y las formas me hicieron sentir más fuerte y más cómoda a la hora de expresar estados de ánimo y emociones; hasta que finalmente el interés devino necesidad . La sucesión de otras circunstancias en mi vida personal, entre ellas mi ruptura matrimonial, desencadenaron el comienzo de una serie de cartulinas, llamada: Impotencia. No cabe duda que una mujer está capacitada para enfrentar sola la crianza de sus hijos ; pero la maternidad es un reto, y mucho más sin la presencia del padre. Creo que inevitablemente estas situaciones cobran vida a través de mis cuadros. Tal y como planteaba el propio Munch, no se trata simplemente de temas en el sentido corriente del término, tal concepto estaría aquí fuera de lugar, sino que son vivencias que constituyen impulsos que nos mueven para crear formas a partir de lo artístico, que fungen como vía de liberación. Trabajo directamente con las emociones y sobre todo con las mías propias. Canalizo mis sentimientos en obras donde se observe latente el dolor, la tristeza o la alegría que siento; sin dejar de soñar y de creerme que así también afecte a todos. Pinto con mis azules la soledad y el abandono; así como también en algunos de mis retratos la mujer se muestra deforme a consecuencia del parto y todos los cambios físicos que trae consigo la maternidad. En algunas piezas empleo colores cálidos como expresión de cariño y amor entre los miembros de la familia y las figuras se abrazan y se tocan constantemente; la idea de la unión familiar y el anhelo por la felicidad se convierten en un motivo que se repite una y otra vez, como si llevándolo al lienzo lograra convertirlo en realidad. Artist´s Statement Years ago I found an Edvard Munch´s catalog in a second-hand bookshop. At that time we did not have access to internet or to many of the art books. In this catalog I was able to discover Munch´s inner universe: agonies, feelings and above all, the intimate and profound message that his work has; which captivated me since the first moment. At that stage of my life I was learning painting techniques in a self-taught way. At the age of 7 I started studying music at the Vocational School of Art in Santiago de Cuba; I studied violin for eleven years, but I always drew and I felt special interest on visual arts. The world of color, lines and shapes made me feel stronger and more comfortable while expressing different states of mind and emotions; eventually a mere interest became a necessity. The succession of different events in my personal life, including my divorce, provoked the beginning of a series of cards, called: Impotence. There is no doubt that a woman is able to face the upbringing of her children alone; But motherhood is a challenge, and much more without the presence of the father. I think this situation comes to life through my paintings, inevitably. As stated by Munch himself, painting is not simply about themes, as the main meaning of this term might be, but rather about experiences constituting impulses that make us create forms based on the artistic, as a way of liberation. I work directly with emotions and especially with those of my own. I channel my feelings in works where pain, sadness or joy is latent; Still dreaming and believing that this also affects everyone. I paint loneliness and abandonment with my blue; as well as in some of my portraits women are deformed as a result of childbirth and all the physical changes that motherhood brings. In some pieces I use warm colors as an expression of affection and love among the members of the family and the figures embrace and touch each other constantly; the idea of family union and the longing for happiness become a motive that is repeated over and over again, as if taking them to the canvas could turn them into reality. 2

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