Descripción del Artista
Stephen Smith es un artista radicado en Reino Unido cuyas obras se dibujan en un proceso de construcción y deconstrucción.
En las manos de Smith, un lienzo nunca queda como un vehículo neutral que sirve exclusivamente como soporte a la pintura. En su lugar, funciona como un componente integral de sus obras, a la par que el color o las formas que las adornan. El lienzo se desgarra, rasga, pliega, arruga, estira, moja, corta, cose o incluso se extiende en capas. Muchos de estos procesos resaltan por sus cualidades físicas; representan imposiciones sobre el lienzo, cortándolo como un carnicero haría con un animal, imponiéndose la voluntad de Smith sobre el material a través de la fuerza. Los resultados, sin embargo, en absoluto sugieren violencia, muy lejos de evocar esa agresión ilegítima o super-destructiva, pues este proceso de desmantelamiento representa el medio por el cual sus pinturas están a su vez reconstruidas. Smith describe esto como su lucha entre belleza y brutalidad.
El desarrollo de estos procesos – ese movimiento entre lo gradual y fluido hasta lo crudo y dramático – está profundamente evidenciado en la superficie por el proceso de trabajo de Smith. A menudo, capas de pintura negra resbalan por la superficie del lienzo de manera irregular. Los bordes quedan desgastados, los hilos del canvas serpentean desechos, y restos de pintura salpican lienzos que se separan o se adhieren a otros. Hay algo de improvisado en ellos, una sensación de que Smith resalta esa cualidad en la iteración final del trabajo en un intento de capturar la espontaneidad de crear. Su procedimiento más reciente le ha llevado a crear una gran obra a través de la técnica del collage, combinando trabajos más pequeños, y de este modo aprovechando la energía de secciones múltiples procedentes de piezas de otros formatos menores dentro del paisaje de una nueva y única pintura. Como proceso, se asemeja de alguna manera al tratamiento de injerto por el que una planta se une sobre otra de manera artificial para crecer juntas como una sola. Dicho esto, parece que Smith nunca nos presenta un final absoluto, sino que está marcado por una perpetua volatilidad, pues muy posiblemente una obra finita sea posteriormente cortada y redistribuida – un trozo por aquí, un pedazo por allá –; las imágenes aparecen así como casi auto-propagadoras. Esta tensión entre orden y caos también relaciona simultáneamente el dominio que Smith tiene de los motivos y diseños con el abandono de control del todo.
Él construye longitudes para abrir su trabajo a posibles marcas accidentales: cortando y extrayendo por completo una sección central de un lienzo; doblando y desdoblando lienzos pintados para que la pintura se transfiera de uno a otro; usando lienzos sin tratar para pintarlos desde su reverso con una pintura diluida y muy difícil de tratar, o bañando el lienzo en piscinas de tinta.
De este modo, el trabajo de Smith retiene su continua lucha para sintetizar esa energía tan natural al dibujo en sus trabajos de gran escala. El artista ve el dibujo como algo fundamental, describiendo el proceso como “dibujar hacia la pintura.” Esta es quizás la razón por la que gran parte de su trabajo recuerda a Paul Klee – aunque diez veces ampliado, – quien describió el dibujo como “sacar una recta a pasear.” Esta reivindicación está fundamentada en la creencia de que dibujar es fundamentalmente un proceso intuitivo y espontáneo en el que una línea puede ir hacia cualquier lugar en cualquier momento. Del mismo modo, Smith se esfuerza por conservar abiertas tantas opciones como sea posible para las futuras marcas e incisiones que acechan la superficie de sus pinturas, bien sean intencionalmente dibujadas, impresas, o accidentalmente salpicadas o desteñidas.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España