RECONOCE Rosa Pericás que la pintura no solo le ha dado muchas satisfacciones, sino que por medio de ella puede expresar su estado anímico como puente para encontrar la armonía y la serenidad. Y es que en la obra de esta artista es imposible separar el fondo de la forma. Todo en ella responde a estímulos concretos que apuntan hacia el mantenimiento de un equilibrio interior buscado y que se cimenta en una disciplina férrea que traslada a su obra buscando la complicidad con el espectador. "Pretendo, dice, que mis cuadros hablen y que cada uno los interprete a su manera". La obra de RP está impregnada de esa búsqueda permanente de la armonía, de la serenidad y del equilibrio que forman los tres ejes de su compromiso artístico. Pericás no descuida los detalles, sabe concitar la luz, el color y la materia como base principal de sus cuadros.