Primal crea escenas que parecen escapar de toda realidad. Personajes pensativos, quimeras del pasado, que representan nuestros diversos estados mentales. El artista utiliza un lenguaje de melancolía y nostalgia para evocar nuestras emociones y nuestra realidad contemporánea. A través de sus obras, le gusta confrontarnos con nuestros propios demonios, como el miedo a lo desconocido o la complejidad de nuestras relaciones humanas; una profunda curiosidad por lo que aparentemente inspira al ser humano y los tormentos más enterrados que lo rodean. Activo desde 2014 en la escena de Montpellier y ahora con sede en París, Primal explora su universo inicialmente en el estudio y luego instintivamente en la pared, junto a Arkane. Entre pintura sobre lienzo, escultura en madera y muralismo, su trabajo se ha ido desarrollando todos estos años tanto en Francia y como en el extranjero (Serbia, México, Estados Unidos).