La obra de Pati Duque (Valladolid, 1977) es una extensión de su divertimento existencial, de su disfrute de los acontecimientos, de su imaginario personal copado de júbilo y escenarios que cada vez nos son más reconocibles y cercanos. Pati Duque es una pintora de su tiempo. El tiempo de la crisis, los cambios y la decadencia de una feria que creíamos que nunca iba a acabar. Una pintora vallisoletana que describe el tiempo que la rodea, que la envuelve. Es la artista de los neones, del pintar la luz, de la imagen cuasi fotográfica. Pero Pati no solo pinta lo que ve, no es una copista, no es una traductora al pincel. Es una artista que como los románticos del siglo XIX también se confunde con el paisaje y se fusiona con la feria y sus silencios. Una Edward Hopper nacida en Casilla. Alicia Sen Asesora cultural y comisaria independiente @gaiasen