Organizaciones con obra
Descripción del Artista
María Josefa Sánchez (activa entre 1639 y 1652, probablemente en Castilla) se especializó en la elaboración de cruces de celda, objetos populares para el culto privado en España y Latinoamérica. Aunque algunos han argumentado que Sánchez pudo ser monja o novicia, el uso de la palabra «doña» en sus cruces firmadas sugiere que posiblemente fuera una noble; a pesar de la falta de documentación sobre su vida, la existencia de obras firmadas indica cierto nivel de reconocimiento y prestigio. Es posible que estuviera emparentada con Clemente Sánchez, conocido por cruces similares del siglo XVII, pero mientras Clemente se menciona en los registros históricos, el nombre de María Josefa permanece ausente. El arte de Sánchez ha llamado la atención en los últimos años a través de exposiciones como «España: arte e imperio en la Edad de Oro» (Museo de Arte de San Diego, 2019) y «Dejando su huella: historia de mujeres artistas en Europa, 1400-1800» (Museo de Arte de Baltimore y Galería de Arte de Ontario, 2024); alrededor de una decena de cruces de Sánchez se han conservado hasta la actualidad, dos de ellas en colecciones estadounidenses (Instituto de Arte de Chicago y Museo de Arte Allen Memorial, ambas firmadas). Además de las cruces firmadas que se le atribuyen, siguen apareciendo obras sin firmar que se cree que son suyas, lo que indica un interés constante por su legado artístico.
La obra de Sánchez exhibe un estilo afín al de Luis de Morales (1510/11-1586), cuyo arte se difundió ampliamente a través de grabados. Las similitudes visuales entre la Cruz de celda de Sánchez (c. década de 1640) y Pietà de Morales de la colección del Meadows son evidentes; ambos artistas comparten el gusto por las figuras alargadas, una paleta limitada y un elevado sentido de la devoción espiritual y la contemplación. En la composición, domina un Cristo crucificado, que mira hacia arriba y lleva una corona de espinas. Sus extremidades alargadas y sus rasgos expresivos evocan el estilo manierista. La sangre brota de las heridas infligidas por los clavos y de la frente de Cristo, y tiñe el inmaculado paño de pureza. A ambos lados de Cristo, los brazos de la cruz llevan representaciones de San Francisco de Asís marcado con los estigmas (izquierda) y San Antonio de Padua acunando al niño Jesús y sosteniendo la palma martirial (derecha). La parte inferior de la cruz muestra a la Virgen del Apocalipsis, una variante iconográfica de la Inmaculada Concepción. Vestida con una túnica blanca y adornada con un manto azul salpicado de estrellas, aparece coronada por el sol y rodeada por doce estrellas. Sobre una luna creciente, pisa una serpiente, símbolo del triunfo sobre el mal.
Formación. 08 may de 2025 - 17 may de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España